Ambos sectores políticos aprobaron en general -por 26 votos contra las abstenciones de los senadores Andrés Allamand (RN) y Jovino Novoa (UDI)- de que se le otorgue a los lafkenches el derecho consuetudinario sobre el borde costero de las regiones Octava, Novena y Décima, previo cumplimiento de algunos requisitos.
A diferencia de lo ocurrido con la reforma constitucional que apunta al reconocimiento indígena, proyecto que la derecha ha rechazado tenazmente debido a las implicancias político-territoriales que podría tener, la iniciativa que le entrega el espacio costero marino de los pueblos originarios entre la Octava y Décima regiones ha contado con un amplio e inesperado respaldo de la Alianza, siendo el senador de la UDI Pablo Longueira uno de sus más firmes defensores.
El pasado martes 5 de junio el proyecto fue aprobado en general en la Sala de la cámara alta por 26 votos a favor y las abstenciones de los senadores Andrés Allamand (RN) y Jovino Novoa (UDI). El primero también se abstuvo en la comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales, donde Longueira, Antonio Horvath (RN), Nelson Ávila (PRSD) y Alejandro Navarro (PS), al igual que en la Sala, la respaldaron.
A grandes rasgos, durante el debate en Sala, Allamand argumentó su votación en el hecho de que, entre otras materias, es necesario determinar en forma "exacta" el alcance de la expresión "consuetudinario" y las implicancias que pudieran existir en el texto ante eventuales inconstitucionalidades. Así, señaló que "comparto los objetivos de la iniciativa, pues viene a concretar legítimas aspiraciones de las comunidades indígenas que han usado el espacio del borde costero. Pero, en definitiva, mantengo mis dudas en cuanto al concepto de consuetudinario".
En la vereda contraria, el parlamentario por Santiago Oriente, en defensa de su postura a favor de la aprobación de la iniciativa, planteó que "porque creo que mientras más personas en Chile sean propietarias y gocen de derechos, más capacidad tendrán para progresar, surgir y conservar sus costumbres y tradiciones".
A diferencia de Allamand y su compañero de partido, el senador Novoa, Longueira no tiene dudas respecto de la importancia que la aprobación de la iniciativa implica para los pueblos originarios favorecidos: mapuches lafkenches que han habitado ancestralmente en las costas entre la Octava y la Décima regiones.
"El proyecto consiste en otorgarle a comunidades de pueblos originarios -especialmente lafkenche, aunque hay varios otros a lo largo de la costa del país, especialmente de Chiloé- zonas del borde costero, que es fiscal, para que se reconozca su uso consuetudinario. Esto consiste, básicamente, en lugares en que ellos puedan mantener sus tradiciones religiosas. Y en aquellos donde exista posibilidad de practicar la actividad costera se reconocen todos los derechos entregados a los pescadores artesanales. Por lo tanto, lo que prima en el proyecto de ley, y así también fue planteado por todas las organizaciones, es que todas las concesiones otorgadas que están vigentes, están por sobre estos derechos, aunque sean derechos consuetudinarios desde hace mucho tiempo", explicó Longueira.
A juicio del parlamentario opositor, esta iniciativa no se interpone con las concesiones otorgadas a pescadores artesanales, porque "precisamente lo que la ley hace es resolver estos conflictos y se consideró que la única forma de tener un proyecto que reconociera el derecho consuetudinario era, precisamente, no cuestionar en aquellas zonas que ya están otorgadas. Por lo tanto, priman las concesiones actuales entregadas hasta antes de la ley a todos los pescadores artesanales".
En esta línea, a Longueira tampoco le preocupa que a través de esta iniciativa los pueblos indígenas avancen hacia demandas territoriales más amplias, ya que por el contrario, asegura que esta posibilidad está resguardada y que las comunidades que aspiren a optar al derecho consuetudinario de algún territorio costero, tendrán que hacer una solicitud a la Subsecretaría de Pesca. "Y así como tienen derechos sobre esta zona, tienen una serie de obligaciones. Deberán presentar un plan para poder adjudicarse la tierra y si finalmente ese plan no se cumple, pueden perder ese derecho".
Para el ex timonel de la UDI esta ley "establece un nuevo concepto de derecho", por lo que, en su opinión, "esa es la mayor dificultad que ha habido en algunos senadores para aprobarla" y eso es lo que plantearán, especula, en discusión en particular de la iniciativa. Tal como lo hizo Allamand, Longueira estima que el senador RN y Novoa desean que se precise u ordene este derecho y cuál será su ámbito, "porque es un concepto que es nuevo".
Este proyecto ha sido analizado con bastante exhaustividad en el gremialismo, donde en la reunión de senadores del lunes 4 Longueira expuso su postura frente al proyecto y, finalmente, se determinó dejar en libertad de acción a los parlamentarios, quienes en su mayoría votaron a favor. En todo caso, quienes crean que hay que precisar algunos aspectos o aclarar otros tendrán hasta el mediodía del martes 3 de julio.
