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«Tampoco me gustaría que tuviéramos un quinto gobierno para no hacer nada»

Parlamentario considera que el problema del bloque oficialista no es si podrá o no encabezar una nueva administración, sino que apunta a que »hay un agotamiento de ideas», por lo que estima que la Concertación »tiene que recomponerse en torno a un proyecto». Considera que los problemas provienen de los partidos y es »injusto» dirigir las críticas sólo a La Moneda.


Este viernes la Concertación se preparará para celebrar el 19° aniversario del triunfo del No en el plebiscito del 1988 y el ambiente en el que se conmemorará la fecha no es el mejor, después de la caída en la popularidad del gobierno y las críticas internas que existen en el conglomerado sobre la forma en que está llevando adelante el trabajo.



Mientras se suceden los llamados a la Presidenta Michelle Bachelet a realizar un cambio de gabinete y surgen advertencias sobre que el oficialismo está arriesgando la posibilidad de constituir un quinto gobierno de la Concertación, al analizar la situación actual el senador PS Carlos Ominami puntualiza que la responsabilidad de esta crisis se ubica en los partidos, por lo que calificó como "injusto" achacarle el problema al Ejecutivo.



Agrega que el debate no se trata de si la Concertación encabezará o no un quinto gobierno, si no sobre si es capaz de generar ideas nuevas que permitan alcanzar dicho objetivo.



Para Ominami, el conglomerado llega a este aniversario en una situación de contraste. Argumenta que "por una parte, ni el más optimista pudo haber pensado el 5 de octubre del 88 que ese triunfo iba a abrir paso a un largo etapa política con cuatro gobiernos, que luego de elegir a Aylwin, cosa que es bastante evidente que iba a poder ocurrir, se iba a elegir al Presidente Frei, posteriormente al Presidente Lagos y a la Presidenta Bachelet. Desde ese punto de vista, es una coalición tremendamente exitosa".



Pero está la otra cara de la medalla, en que "como todas las cosas, es una coalición que también tiene sus límites, en que le ha faltado la capacidad de renovación, en que a diferencia de otras fuerzas políticas que han gobernado durante muchos años. El caso de los suecos por ejemplo, la social democracia escandinava que ha tenido mucha capacidad de recomponerse, de reimpulsarse. Creo que esta Concertación hoy día tiene limitaciones evidentes y está atravesada por una gran contradicción que es que creó un nuevo país, generó un Chile que en muchos aspectos es distinto, pero tiene paradójicamente una gran dificultad para continuar conduciendo».



Por ello, el senador sostiene que «hay una reflexión que hacer este 5 de octubre, que tiene que ver con mirar muy en serio cuáles son las posibilidades de reestructurar un nuevo proyecto político que dé cuenta en serio de las exigencias de nuestro país».



-Se han levantado voces que señalan que está en riesgo la posibilidad de un quinto gobierno de la Concertación.
-A mí todo eso me parece que no es lo más grave, porque incluso tampoco me gustaría a mí que tuviéramos un quinto gobierno para no hacer nada. Una de las cosas a favor que ha tenido la Concertación es que ha tenido una derecha que no ha sido suficientemente competitiva y que genera un cierto nivel de impunidad. Entonces, a mí me parece que perder el poder no es lo más grave que a uno le puede ocurrir, creo que lo más grave que a uno le puede ocurrir es perder las ideas, perder las ganas, perder el entusiasmo.



-¿Y hay una pérdida de ideas al interior de la Concertación?
-Hay un agotamiento en las ideas. En lo fundamental, la Concertación es víctima de sus propios éxitos, hizo la transición, sacó a mucha gente de la pobreza, pero esa mucha gente que salió de la pobreza bajo la Concertación hoy día tiene un punto de vista crítico porque, si bien dejaron de ser pobres, éste sigue siendo un país extremadamente injusto.



"Hay que ver si la Concertación tiene capacidad de un nuevo proyecto estratégico»



-Algunos dicen que la salud de la Concertación está llegando a un estado terminal.
-La Concertación está en una crisis, las crisis siempre tienen dos desarrollos, hacia un estado terminal o hacia una recomposición. Siento que estamos con los pasos muy encima y hay una gran responsabilidad de los partidos. Esto no es responsabilidad del gobierno, son básicamente los partidos que han sufrido un costo grande en este proceso, no han sabido recomponerse, creo que están muy por debajo de las necesidades, de las exigencias. Me parece interesante lo que está haciendo la DC con su congreso ideológico, pero ha sido un ejercicio extremadamente interno, uno no ve grandes ideas aflorando hacia la sociedad y menos en las otras fuerzas políticas desgraciadamente.



-¿Entonces a su juicio el problema estaría en los partidos y no en La Moneda?
-Creo que sí. Es injusto concentrar la crítica en La Moneda, uno tiene que ver con La Moneda los temas de gobierno, las políticas públicas que se están poniendo en práctica, y en eso también hay discusiones que están planteadas, pero el tema del futuro, el tema de un nuevo proyecto político es un tema de la Concertación, es un tema de los partidos y en eso estos han estado francamente muy por debajo.



-¿Y el gobierno ha tenido que pagar por eso con la baja de su popularidad?
-Es como un sistema, tampoco uno puede desconectar completamente al gobierno de la coalición, y hoy día hay una relación en la que no hay un círculo virtuoso funcionando, pero creo que el futuro, el tema de los nuevos proyectos, el tema de cómo va a competir la coalición en las próximas elecciones municipales, cómo va a enfrentar las elecciones parlamentarias, ya no el tema de los candidatos sino que el tema de las ideas, de los proyectos.



-Se responsabiliza al Transantiago de la caída de la popularidad del gobierno. ¿Usted cree que el problema va más allá de este tema?
-Creo que el Transantiago ha sido la expresión de un problema más de fondo. Es una situación bien delicada, bien difícil de resolver, pero creo que sería un error también concentrar todo en eso.



-¿Qué debe hacer la Concertación para salir bien de esta crisis?
-Tiene que recomponerse en torno a un proyecto. Tiene que ver cómo se produce la rectificación que sea necesario realizar al interior del gobierno, me preocupa mucho que hayamos logrado constituir la reforma previsional en la gran reforma de este gobierno, pero que sea finalmente una reforma modesta y que la reforma no esté a la altura de las expectativas. Y lo otro tiene que ver con el proyecto futuro, creo la grandeza de la Concertación al final fue que fue capaz de plantear un conjunto de ideas que gobernaron Chile en los veinte años siguientes, ahora hay que ver si la Concertación tiene capacidad de un nuevo proyecto estratégico.



-Algunos personeros de la Concertación piden cambio de gabinete. ¿Está de acuerdo con ello?
-Es un tema de gobierno. Además, no confundamos las cosas, estamos hablando de la Concertación, creo que la Concertación no puede asimilarse a los problemas puramente gubernamentales, tiene que tener una mirada más amplia.



Transantiago puede contaminar discusión del presupuesto



Usted habla de preocupación frente a la reforma previsional. ¿Cree que se han generado expectativas que se corre el riesgo de no satisfacer?
-Yo creo eso, a mí me parece que lo planteado ahí es bastante modesto. Hay un aprovisionamiento de 100 millones de dólares para el próximo año, entonces eso ponlo en relación con lo que fue el Transantiago, es un tercio de lo que se gastó en el Transantiago durante el 2007. Hay cosas que no calzan.



-¿Es más modesto de lo que se esperaba?
-Claro, yo creo que todos los jubilados del país piensan que van a tener algún tipo de beneficio y en la forma como está el proyecto eso no ocurre así. El proyecto todavía está en el Parlamento y esto tiene que corregirse



-¿Cómo evalúa el proyecto de presupuesto y qué pasa con los dineros para el Transantiago?
-Creo que lo del Transantiago puede terminar contaminando la discusión presupuestaria, los US$ 145 millones es una mínima fracción de los US$ 33 mil millones que tiene el presupuesto, pero creo que puede contaminar mucho la discusión. Yo era más partidario de darle de aquí a diciembre, incluido diciembre, para que pueda estabilizar el sistema y los plazos del presupuesto son mucho más cortos, suponen dejar resuelto esto las primeras semanas de noviembre. Creo que aquí hay un riesgo de que se contamine la discusión y de que puedan haber rechazos transversales.



-¿Usted está a favor de esa entrega de recursos?
-Yo quiero mirar los datos, los últimos datos que entregó Cortázar a agosto eran preocupantes, pero cierto que tampoco eran datos completos, que la definición de los contratos se hizo a partir del 23 de agosto y por lo tanto habría que ver cómo esto funciona durante septiembre y octubre, con nuevos buses y otros perfeccionamientos tecnológicos, pero me preocupa que se fuerce una votación durante octubre en la comisión de presupuesto y a principios de noviembre en la sala, sin tener toda la información disponible.



-¿Se debería separar estar partida?
-Yo era partidario de eso, yo entiendo que es una discusión compleja pero habría sido más lógico hacer una discusión por separado.



-¿Se corre el riesgo de que haya votos en contra de la Concertación?
-Yo creo que hay un riesgo.



-¿Y está el riesgo de rechazar el proyecto de presupuesto de plano?
-No, pero creo que se puede contaminar la discusión de presupuesto y hacerla más agria.



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