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RN endurece discurso mientras directiva UDI mantiene tenso silencio

Pese a los esfuerzos de la mesa gremialista por bajarle el perfil a los dichos de ambos personeros, internamente observan con preocupación el desbande de las dos figuras que parecen haber tomado un camino propio. Con sus dichos, fijaron una clara división entre sus posturas y la del partido que insiste en que el objetivo del sector es provocar la alternancia en el poder.


Desde su presentación en el seminario de la Fundación Chile Justo, el pasado fin de semana, Joaquín Lavín se las ha arreglado para permanecer en la mira de la opinión pública con declaraciones que, aunque no se admita públicamente, en su partido han sacado roncha y puesto en una difícil situación al presidente de la UDI, senador Hernán Larraín, que no sólo debe lidiar con las molestias que el ex alcalde ha provocado en el gremialismo, sino además enfrentar la furia de RN, en general, y del piñerismo, en particular.



El timonel de RN, que durante la tarde del jueves intentó sin éxito comunicarse telefónicamente con su par de la UDI para conocer el ambiente que existe en el partido aliado, dijo no entender nada de lo que está sucediendo e hizo un diagnóstico lapidario de lo que podría suceder con la actitud de Lavín y Longueira.



"Puede producir el mismo efecto que el acuerdo Longueira-Lagos en 2003 y que nos costó la presidencia", manifestó, pues a su juicio el mentado acuerdo le ayudó a Lagos a superar la difícil situación por la que atravesaba su gobierno.



Respecto a la posibilidad de que la directiva de la UDI pueda intervenir para frenar las polémicas declaraciones de la dupla Longueira-Lavín, Carlos Larraín dijo que no cree que eso sea posible porque ambos personeros en su calidad de ex presidenciables "han tomado una especie de vuelo propio, con autonomía".



El hecho de que el senador de la UDI Pablo Longueira haya optado por respaldar la postura de Lavín, contribuyó a despertar mayores suspicacias en el piñerismo, donde han llegado a la convicción de que Lavín y Longueira están en una "sociedad" que tiene por objeto perjudicar la candidatura del abanderado de RN, Sebastián Piñera.



Profundo error político



Sin embargo, también estiman que el ex alcalde cometió un "profundo error político", porque no sólo provocó la molestia en las filas de su partido, sino que generó confusión en el electorado de la UDI, que siempre ha tenido una posición más dura frente al gobierno. En este escenario, en el piñerismo creen que la cercanía que Lavín ha mostrado con la Presidenta Michelle Bachelet le va a significar serios costos entre los suyos, por lo que será infructuoso tratar de reposicionarse como precandidato presidencial, que es lo que el piñerismo cree que pretende Lavín.



De todos modos, la estrategia del círculo de hierro de Piñera -quien se encuentra en Europa- es no atacar a Lavín ni Longueira, porque estiman que eso sólo perjudicaría a su candidato. De allí que hayan resuelto que el tema se aborde a nivel de las directivas de RN y la UDI, razón por la que el timonel de RN, Carlos Larraín, ha sido quien ha llevado la voz cantante en el tema. Aunque la postura del dirigente ha dejado en evidencia la molestia de la tienda con Lavín al calificarlo de "ingenuo".



No obstante, el senador Andrés Allamand es el único que se ha permitido expresar su postura respecto a los planteamientos de Lavín y Longueira, que han provocado, entre otras cosas, que el fantasma del cogobierno comience a rondar por La Moneda.



Para Allamand, las administraciones de unidad nacional -aludiendo a los dichos de Lavín, y después de Longueira, en cuanto a que si la Presidenta lo llamara a formar parte del gabinete aceptaría- "tienen lugar cuando los países enfrentan, por ejemplo, gravísimas crisis externas, que no es el caso de Chile. Lo que aquí hay es una coalición aferrada al poder, en muchos casos con malas artes como la intervención electoral".



Añadió que "francamente me parece fuera de lugar que haya dirigentes de la Alianza tan respetables como los que se han señalado, y en particular Joaquín Lavín, que en este minuto se declaran bacheletistas, yo francamente no los entiendo. Cómo se puede ser partidario de un gobierno o señalar que uno está a favor de las políticas de la Presidenta Bachelet cuando estas son las políticas que han generado el desastre del Transantiago, en EFE, corrupción. De manera que francamente creo que esto es un grave error, lo que corresponde, en un régimen democrático, a la oposición es reemplazar a un gobierno y no cohabitar ni mimetizarse, menos aún con un gobierno tan malo".



Lo que Allamand -quien apoyó como ningún otro a Lavín cuando Piñera levantó su candidatura el 14 de mayo de 2005- no recuerda es que el ex abanderado de la Alianza, del que fue samurái, siempre planteó la idea de formar gobiernos "con las mejores personas", sin importar su color político, por lo que no debería sorprender que esté en disposición de ser consecuente con lo que él mismo siempre ha dicho. Durante su campaña, el ex alcalde llamaba a eso "la selección nacional".



Inquietud en la UDI



En las filas gremialistas, en tanto, parece haber un pacto de silencio, ya que los máximos dirigentes del partido no escatiman esfuerzos para bajarle el perfil a la tormenta provocada por las expresiones de Lavín, a las que Longueira parece haberse sumado sin mucho presión. Porque lejos de contribuir a bajarle la temperatura al ya caldeado ambiente en la Alianza, el senador gremialista siguió en su afán de respaldar a Lavín.



"Si hay algo que ha caracterizado a la UDI, y fueron las razones por las que Jaime Guzmán nos convocó a todos a la política, es que no somos una sumatoria de ambiciones políticas. Somos un proyecto político al servicio de Chile. Si alguno de los nuestros en algún momento estima, por cualquier coyuntura, que debe ser llamado a integrar un gabinete, creo que la UDI lo debe dejar en la más plena libertad para que él tome esa decisión", dijo Longueira, contradiciendo en la forma y en el fondo la postura de la directiva de su partido.



No conforme con eso, consultado acerca de cómo reaccionaría él si la Presidenta lo llamara a integrar su gabinete, Longueira precisó que "quiero ser muy sincero, si siento que no es para usarme, sino para servir a Chile, digo que sí".



El miércoles, el representante por Santiago Oriente conversó acerca de sus declaraciones con varios de su pares, entre ellos, Evelyn Matthei y Andrés Chadwick. La primera habló el jueves en su calidad de vicepresidenta de la UDI, señalando que la "actitud razonable" de la oposición debe ser "apoyar lo bueno y rechazar lo malo, venga de donde venga" y precisó que el partido respeta aunque no comparte los dichos de Lavín y Longueira.



Las tesis que se barajan en el gremialismo respecto a las declaraciones de dos figuras que, en determinados momentos de la corta historia del partido fueron sus más grandes líderes, son varias. Por un lado, que lo único que busca Lavín es mantenerse vigente para no perder el capital político que acumuló en tantos años en que fue considerado la única figura de la derecha capaz de sacar a la Concertación de La Moneda. En cuanto a Longueira, que sólo pretende "prestarle ropa" a Lavín en una especie de actitud solidaria.



No obstante, sus últimas declaraciones sólo aumentaron la inquietud de los máximos dirigentes de la UDI que no ven cómo enfrentar el tema, sin que se perciba como que llamaron a terreno a los involucrados. Para algunos en la tienda, esta es la peor crisis que han atravesado, mientras la directiva evitó pronunciarse frente a las últimas declaraciones de Longueira.

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