El individuo, que era intensamente buscado hace tres semanas, fue detenido la noche del sábado en las cercanías de la Plaza Ñuñoa. Tras ser sometido a una audiencia de formalización de cargos, el Cuarto Juzgado de Garantía dispuso que permanezca bajo prisión preventiva en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS). [Actualizada]
Bajo fuertes medidas de seguridad llegó en la tarde de este domingo hasta el Centro de Jusiticia Santiago Luis Araya Galaz, el principal imputado por el macabro crimen de la ejecutiva de seguros María Soledad Lapostol, cuyo cadáver fue encontrado en la madrugada del 21 de diciembre pasado con cuatro disparos en el cráneo.
El individuo fue sometido a una audiencia de formalización ante el Cuarto Juzgado de Garantía de la capital, que se inició pasadas las 16:30 horas que se extendió por alrededor de dos horas. El tribunal, luego de escuchar los argumentos de los fiscales Jorge Reyes y Xavier Armendáriz, resolvió formalizarlo por el presunto delito de secuestro con resultado de muerte y uso malicioso de tarjeta de crédito, y dejarlo en prisión preventiva en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS).
No obstante, el magistrado Fernando Guzmán Fuenzalida, desestimó los argumentos del Ministerio Público para también dejar en prisión preventiva a la joven Evelyn Cisternas Carriel, de 25 años, quien acompañaba al individuo al momento de ser detenido y con quien mantuvo varias conversaciones telefónicas durante los últimos días, supuestamente ofreciéndole ayuda para evitar su captura.
El juez acogió la solicitud de los fiscales para formalizarla por haber supuestamente actuado como encubridora, pero determinó dejarla en libertad, decisión que despertó la molestia de los perseguidores, quienes anunciaron que apelarán a la resolución.
Araya y Evelyn Cisternas fueron interceptados cerca de las 23:00 horas en el sector de las calles Irarrázaval con Manuel de Salas, cuando de disponían a concurrir a un pub en el sector de la Plaza Ñuñoa.
Al momento de la captura el sujeto no opuso resistencia y alertó de inmediato a los efectivos policiales que no portaba armas, encontrándose en su poder sólo dos teléfonos celulares y un porta documentos que, entre otros, contenía su licencia de conducir.
Reyes, en tanto, confirmó más temprano que las pruebas de ADN a Luis Araya realizadas en el Laboratorio de Criminalística coinciden en un 100% con las muestras encontradas en el vehículo en que fue encontrada el cuerpo sin vida de la infortunada mujer, el pasado 21 de diciembre.
«De alguna manera lo sitúa en la camioneta donde fue encontrada la víctima», dijo Reyes, quien agregó que durante la formalización, que se llevó a cabo esta tarde, se «dará con más precisión el tipo de participación que se le atribuye».
Confirmó que «está la prueba de ADN, que de alguna forma lo ubica dentro del vehículo, y en particular, conduciendo la -Mitubishi- Montero, donde se ubicó la víctima».
Aclaró que el «Ministerio Público con los antecedentes que tiene entiende que tiene alguna participación directa, por lo cual solicitará la prisión preventiva».
Operativo policial
La pista que logró localizar a Araya fue una llamada que hizo a su hija el martes pasado, desde Avenida Matta con Santa Rosa. Otro dato es que el detenido bajó unos 10 kilos lo que dificultó la identificación.
Lapostol fue secuestrada, posteriormente asesinada y su cuerpo fue encontrado en la maleta de un auto en calle Quirihue en Ñuñoa.
Araya Galaz fue quien acudió hasta el edificio del banco Penta para concretar un negocio de compra de un automóvil que Lapostol tenía a la venta y que había publicado en un matutino de la capital.
La detención
La aprehensión de Araya Galaz se produjo en las últimas horas del sábado y fue producto del «trabajo investigativo de Carabineros y no fue ninguna casualidad», dijo Reyes.
Informó que tenían antecedentes que iba a circular el día sábado por la comuna de Ñuñoa, «por lo que se hizo un patrullaje y seguimiento hasta que logramos dar con el paradero de Araya».
Según radio Bío Bío, Araya reconoció durante las declaraciones que participó en el delito de secuestro, pero dijo que él no efectuó los disparos que terminaron con la vida de la ejecutiva bancaria.
En tanto, el subsecretario del Interior, Felipe Harboe dijo que estaban «contentos» con el avance de la investigación y destacó que «con los niveles de eficacia polcial esconderse de la justicia resulta bastante difícil, en consecuencia, tiene que recurrir esta gente a lugares inhóspitos y aislados».
Carabineros informó que Araya se había escondido en Lampa y Polpaico, incluso había recurrido a pernoctar en cuevas de la zona norte de la capital.
Consultado Harboe si se presentarán acciones judiciales en contra de la red de protección, señaló que «nosotros vamos a analizar estos antecedentes una vez ocurridos estos hechos».
Recordó que toda persona que haya colaborado con la obstrucción de la justicia debe ser castigada.
En tal sentido, la policía estima que son siete las personas, entre amigos,familiares y ex compañeros, que prestaron ayuda a Araya para que no sea detenido.
