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DC propone plan de desarrollo para Arica ante cierre de la General Motors

El cierre a partir del próximo 31 de julio de la planta armadora de vehículos que la empresa General Motors tiene en Arica dejará sin trabajo a cientos de empleados de la compañía y asimismo implica un duro golpe para los 50 operarios de la Industria de Asientos de Automóviles S.A. (Isada), que cubría la necesidad de butacas para los vehículos, que en 60 por ciento se exportaban a Venezuela.


La Democracia Cristiana entregó este miércoles su respaldo a los trabajadores de la empresa General Motors Chile, quienes plantearon la necesidad de contar con un Plan de Desarrollo para Arica.



La vicepresidenta nacional de la colectividad, Ximena Rincón, quien en esta nueva gestión del partido será la encargada de llevar las relaciones con las organizaciones sociales, sindicales, empresariales, deportivas, culturales y religiosas entre otras, se reunió con la directiva del sindicato de la empresa para conocer la situación por la que atraviesan los trabajadores que quedarán cesantes y que impactará negativamente a la ciudad nortina.



Ximena Rincón planteó que el Gobierno debe asumir esta realidad y poner en práctica un plan de desarrollo integral para la ciudad "Arica debe ser una zona libre de impuestos para que se instalen empresas productivas en sectores tan potentes en esa zona como el desarrollo agrícola, pesquero, minero, turístico y de servicios".



En tanto el presidente del sindicato de General Motors, Jorge Mollo, manifestó que con el cierre de la empresa, la ciudad de Arica que ya tenia problemas económicos, verá profundizada su crisis.



"El cierre de la planta dejará a más de 600 trabajadores cesantes, lo que repercutirá en otras áreas de la economía de la zona. Necesitamos un plan de acción para la ciudad de Arica que permita la reconversión y reinserción de estos trabajadores para luego implementar una política de desarrollo sustentable de largo plazo que atraiga inversionistas", sostuvo Rincón.



El cierre a partir del próximo 31 de julio de la planta armadora de vehículos que la empresa General Motors tiene en Arica dejará sin trabajo a cientos de empleados de la compañía y asimismo implica un duro golpe para los 50 operarios de la Industria de Asientos de Automóviles S.A. (Isada), que cubría la necesidad de butacas para los vehículos, que en 60 por ciento se exportaban a Venezuela.

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