Publicidad

«Chile es un país autoritario» asegura el sociólogo Tomás Moulián

«Nadie pensaría que ese personaje tan insulso que fue Pinochet antes del golpe de Estado iba a terminar permeando a la sociedad chilena y generando efectos a largo plazo», reflexiona el académico.



"Chile es un país autoritario y con un sistema presidencialista poco participativo a pesar de la gentileza de la mandataria Michelle Bachelet, que ejerce un liderazgo consensual», asegura el profesor y sociólogo Tomás Moulián.



En esa línea, sostiene que los chilenos deben recordar las atrocidades de la dictadura (1973-1990), «porque si no la tendencia a la repetición en la historia del país puede ser muy peligrosa».



"Augusto Pinochet va a acabar convirtiéndose en una especie de Diego Portales», dijo hoy en una entrevista con Efe el autor de «Chile actual: Anatomía de un mito», escrita en 1997 y en la que critica la estructura económico-social heredada de la dictadura.



En víspera del 35 aniversario del golpe militar que el 11 de septiembre de 1973 que derrocó al Gobierno de Salvador Allende, Moulián llama la atención sobre el escaso eco que este hecho tiene hoy en la sociedad chilena.



«Chile es una sociedad entre complaciente y orgullosa de su desarrollo neoliberal. Es un aspecto vanidoso (porque) nos sentimos líderes de América Latina y por eso corremos una cortina sobre los periodos más críticos de nuestra historia», asegura.



En su pequeño despacho de la Universidad de Arte y Ciencias Sociales, de la que fue rector hasta 2006, Moulián se lamenta de que las instalaciones de este centro, tengan que estar cerradas con cadenas y candados.



«Es una sociedad asustada frente a las movilizaciones», opina el autor de «El consumo me consume» (1998), en referencia al fuerte despliegue policial y el cierre de comercios y centros educativos en previsión de que estos días se produzcan desmanes.



Este sociólogo, que fue precandidato independiente por el Partido Comunista en las elecciones presidenciales de 2005, admite la existencia de grupos organizados para generar violencia en estas fechas.



«Son grupos que -como en su día el Movimiento Lautaro y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria- siguen creyendo en la movilización de contingentes activos y en la violencia como forma legítima de protesta», explica.



A Tomás Moulián le sorprende «la falta de reacción y el silencio en el que los chilenos viven hoy el 11 de septiembre», así como el fuerte proceso de «neoliberalización» al que está sometida la sociedad.



«En 1972 o 1973 nadie se habría imaginado a un Partido Socialista aplicando políticas con aspectos de derechas», comenta Moulián, para quien este fenómeno demuestra que el pinochetismo ha conseguido perpetuarse.



«Nadie pensaría que ese personaje tan insulso que fue Pinochet antes del golpe de Estado iba a terminar permeando a la sociedad chilena y generando efectos a largo plazo», reflexiona.



Chicago Boys




Las profundas transformaciones económicas puestas en marcha por los llamados «Chicago Boys» durante el régimen militar cristalizaron en un sistema capitalista exitoso desde el punto de vista neoliberal, pero tremendamente injusto en lo social, según Moulián.



«Chile, que fue pionero en 1975 en el liberalismo a ultranza, posee hoy una de las distribuciones del ingreso más inequitativas del mundo y eso no han logrado cambiarlo los gobiernos de la Concertación», la coalición de centro izquierda en el poder ininterrumpidamente desde hace 18 años.



Aun así, Moulián se muestra esperanzado respecto a la posibilidad de una transformación profunda del país, aunque para ello, paradójicamente, sea necesario que la derecha llegue al poder en 2010.



«Al perder, la Concertación tendrá que repensar el país junto con otras fuerzas progresistas, como los comunistas, los humanistas y los movimientos sociales», asevera.



Pero advierte de que «habrá que tener en cuenta las consecuencias» que pueda tener una derrota de la Concertación en las elecciones presidenciales de 2010 «debido al carácter reaccionario de la derecha chilena».



En este sentido, Moulián afirma que aunque el empresario y dirigente conservador Sebastián Piñera desea ser un candidato postpinochetista nunca podrá serlo, «porque es el representante de la derecha chilena, que con excepción de una pequeña franja, es muy reaccionaria».



EFE

Publicidad

Tendencias