Publicidad

Piñera se baja del debate con Enríquez-Ominami en la UDD

A pesar de que declaró públicamente estar dispuesto a enfrentarse a sus adversarios presidenciales en debates, el candidato de la derecha le aguó el panorama a la Universidad del Desarrollo, al negarse a participar en el que esta casa de estudios organizó para el próximo 19 de mayo. La impresión que surge espontáneamente entre los entendidos es que el empresario le teme particularmente al diputado socialista.


Haciendo gala de su interés por usar la internet como vehículo de campaña. Al mejor estilo Obama, la semana pasada Sebastián Piñera aceptó participar en un debate online organizado por dos medios. A través de twitter, el abanderado de la derecha comentó que «estoy por un debate online (…). Me parece una gran noticia y acepto el desafío». Sin embargo, ayer declinó hacer lo propio con la Universidad del Desarrollo que, en conjunto con Radio Bío Bío y CNN Chile, planeaba un encuentro entre el empresario, Eduardo Frei y Marco Enríquez-Ominami. Su negativa, sumada a la del senador DC, provocó la caída del evento. Con lo que a juicio de algunos analistas demostró que no está preparado para enfrentar al novel candidato, dado que públicamente mostró disposición a enfrentarlo y en privado se niega.

Pasadas las 15:30 horas del miércoles, el coordinador de la candidatura de Piñera, el abogado Rodrigo Hinzpeter, se comunicó telefónicamente con el decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, para excusar al candidato de no participar en el debate online de esta casa de estudios, fijado para el martes 19 de mayo, debido a que su agenda está demasiado copada. Cosa que ratifican en el entorno del empresario, donde aseguran que «el tema del tiempo lo tiene acogotado».

Sea como sea, su negativa a participar en el debate de la UDD se contradice con la postura asumida a través de twitter, donde sostenía que «estoy listo para responder todas las preguntas de la ciudadanía en forma directa y sin censuras y espero que mis competidores también estén dispuestos a hacerlo». ¿Qué lo hizo echarse para atrás en relación a la invitación de la Universidad del Desarrollo? Distintos analistas coinciden en que claramente la aparición del fenómeno Marco Enríquez le generó un desconcierto y «no sabe administrar» sus efectos.

En términos más duros, un analista cercano a la derecha sostiene lisa y llanamente que en el equipo del candidato de la Coalición por el Cambio «están muertos de miedo». Más moderado, pero igualmente drástica es la evaluación que hace el cientista político de la Universidad Central, Aldo Cassinelli. En su opinión, «la arremetida de Enríquez-Ominami tomó por sorpresa, obviamente a la Concertación, pero también a la Alianza. Porque puede pasar que su foco de campaña lo tengan puesto para competir con la Concertación y no tiene diseñado un discurso para enfrentar a Marco. Más aún cuando es un personaje atípico».

Según lo que ha observado Cassinelli, el diputado socialista se apropió, en parte, del discurso de Piñera, dejándolo sin «relato». Sobre todo cuando se trata de temas relativos al Estado. En esta materia Enríquez-Ominami propone «un Estado cada vez más descentralizado y participativo, con funcionarios reclutados a través de procesos donde esté excluido el clientelismo y las influencias. Más Estado y más recursos, para más equidad y mayor bienestar», lo que en algunos aspectos coincide con lo planteado por el empresario.

En este escenario, el experto especula que Piñera está dispuesto a asumir el costo que significa negarse a participar en un debate para «ganar tiempo» y así poner al día su discurso original, que estaba esencialmente pensado para enfrentar a Frei y no a un candidato como Enríquez-Ominami. La idea, reflexiona Cassinelli es evitar exponerse tan pronto y así «evitar caer en contradicciones, que es lo peor que puede pasarle a un político».

El punto, añade, es que en este momento Piñera tiene dos flancos -Frei y el diputado- «y necesita un discurso coherente para enfrentar a ambos».

Incluso Cassinelli va más allá en su reflexión, pues estima que esta necesidad de ganar tiempo de Piñera tiene que ver con esperar los resultados de la próxima encuesta del Centro de Estudios Públicos, que está en terreno y se espera conocer sus resultados en junio próximo, y a partir de allí elaborar su nuevo «relato».

Mientras que en el entorno del empresario descartan de plano que exista temor de su parte de enfrentar al diputado díscolo. Por el contrario, atribuyen la decisión de descolgarse del debate al hecho de que «de alguna manera sería levantar a un candidato que no está a su altura», y que al bajarse Eduardo Frei, dejó sin espacio de maniobra a Piñera, a quien no le habría quedado otra que seguir el ejemplo del senador.

Publicidad

Tendencias