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«La derecha es travesti cuando se trata de libertad»

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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El Conace anunció la posibilidad de despenalizar el consumo privado «concertado» de marihuana, ante la evidencia de un fallo argentino que reafirma una tendencia creciente a nivel mundial. El abogado, académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez y ex colaborador de Piñera, señala que, más allá de las drogas, el problema es el poco amor de nuestra clase política por las libertades individuales. La Concertación tampoco se salva.


La Corte Suprema de la Nación en Argentina declaró constitucional la tenencia de marihuana para uso privado, derogando un párrafo de la ley local de drogas para dictar sentencia en el caso de cinco personas que arriesgaban hasta dos años en la cárcel. El fallo fue unánime, pero cinco de los siete jueces expusieron distintos argumentos sobre el tema que descansaba en el fondo de la sentencia: permitir las «acciones privadas de los hombres que no ofendan al orden y a la moral pública ni perjudiquen a un tercero». La libertad  individual en palabras simples.

Para Cristobal Bellolio ese es también el tema que está detrás del atraso chileno en este y otros temas que ponen a prueba la naturaleza conservadora nacional. Abogado, cientista político,  trabajó en la Fundación Futuro. Hoy es  «militante» de Independientes en Red,   y Profesor de la  Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez. Bellolio explica el contexto en el que llega la decisión Argentina, recordando la declaración en febrero de este año de  la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, firmada por los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, César Gaviria y Ernesto Zedillo, que decretó el fracaso del actual paradigma represivo sobre lucha antidrogas y a la que Ricardo Lagos se sumó posteriormente.

«Lo que recomendaría esta visión es que la política represiva no ha sido eficiente, la drogadicción sigue aumentando y por lo tanto lo que correspondería es dejar un poco tranquila, «relajar la vena» con la droga menos dañina socialmente. Por un lado tienes ese discurso donde la marihuana no es buena pero es menos mala que las otras, entonces vamos con la ‘reducción de daños’ y apuntemos a las drogas más duras, planteamiento  aceptado por mucha gente Y es la alternativa de Obama también, que puso como zar antidrogas a un policía de Seattle,  (donde la marihuana medicinal es legal). Puede ser el primer paso para despenalizar la tenencia y el consumo de marihuana.»

Llama la atención que en este contexto en que se  adoptan cambios y nuevas medidas menos «represivas», Chile aparezca siempre atrás. ¿Por qué?

Sí, bueno, porque este es un país bastante hipócrita. Cuando era el único país de Latinoamérica sin divorcio, todos se anulaban igual. Muchos fuman pitos, pero con el tema de la marihuana pasa lo mismo.

Ves posible que podamos tener leyes más permisivas en el corto o mediano plazo.

 -No, porque la Concertación es bastante conservadora en esto. Yo creo que la política de Conace ha sido mucho más represiva.  María Teresa Chadwick ha encabezado una lucha directa en contra de la marihuana. El otro día hablaba con Pablo Egenau de la Fundación Paréntesis y me decía que no hay nada más absurdo que la campaña «Vuelve a ser inteligente», o sea todos  miraban la campaña y se reían sin estar volados. No tiene ningún sentido gastar recursos en algo así. Si el ABC1 fuma probablemente va a seguir fumando más allá de la campaña. Además porque está cubierto por las mejores redes de salud y las redes sociales.

-El problema son los pobres.

-Exactamente, pero el problema es que en la derecha tampoco vamos a encontrar un discurso libertario de este tipo, el único que lo tenía se murió, que era Álvaro Bardón. Y tampoco esperemos encontrar un discurso que reivindique este tema como un asunto de libertad individual. Porque la derecha es travesti cuando se trata de  libertad: les gusta mucho la libertad económica, la libertad de emprendimiento, la libertad de educación, pero cuando se habla de libertades individuales, llega al piso.

-Pero la discusión en privado de lo que podríamos llamar la «derecha liberal» ha sido en términos más laxos.

-Yo no diría que soy de derecha, liberal sí.  Lo que yo creo es que existe un radio dentro de la vida de las personas donde  tú puedes ponderar riesgos, entonces yo puedo elegir tomar una bebida, tomar un trago o fumar un pucho. Sé que las tres conductas tienen un relativo riesgo, pero yo soy capaz de ponderar mis propios riesgos en la medida que no afecten directamente a la libertad de otras personas. Creo que  ni el discurso de la eficiencia  policial ni el libertario de Milton Friedman resuelven el problema de fondo que es de libertad individual.

-¿En qué otros planos crees que estamos atrasados en relación a las libertades individuales?

Yo creo que en el control de la natalidad, en el control demográfico. El tema de la píldora es un buen ejemplo, para mí  es parte de la libertad individual. El tema del matrimonio homosexual es distinto. No tiene que ver con la opción sexual, que es libre, sino con un reconocimiento de nosotros a esa unión  y por eso no es estrictamente un problema de libertad personal. Pero independiente de la agenda, creo que es una discusión desde el punto de vista político  bastante elitista. Yo creo que la gente no va a decidir su voto en base al matrimonio homosexual, la legalización de la marihuana o el mar para Bolivia, que es como la trilogía de temas en los que Piñera no está de acuerdo con Marco Enríquez. La gente va a decidir su voto en base a otras cuestiones. Pero sí es  importante que instalemos este tipo de conversaciones, que la derecha sincere que representa a un grupo más  conservador y que la Concertación también diga que lo ha sido en estas materias. Necesitamos ir abriendo de a poco una visión que potencie las libertades individuales.

¿Cuándo va a generarse una expresión completa que se traduzca  en una legislación?, cuando haya una generación menos traumada que quiera conducir el país.

Esto es como las encuestas, la gente puede hacer y  pensar un montón de cosas pero cuando le preguntas responde lo políticamente correcto. ¿Crees que somos un país más conservador que liberal?

-Cuando trabajaba con Piñera llegaba Cristián Larroulet, director ejecutivo de Libertad y Desarrollo,  con la encuesta Bicentenario UC muy contento porque Chile aparecía como un país conservador y yo le decía que si bien Chile todavía es un país conservador va camino a no serlo. Porque en la medida que los países mejoran su índices de calidad de vida, tienden a ponerse más liberales. En la medida que los países aumentan sus niveles de educación tienden a entregarle mayor autonomía a las personas y poder de decisión. Y no es curioso que los mismos estudios demuestran que las clases más altas son más liberales en muchos de estos  temas. La niña puede tener relaciones pre matrimoniales porque después va al ginecólogo con la mamá y toma la pastilla. Hay una red social que permite que tome decisiones de mejor manera y por lo tanto retrocede el miedo, la superstición. En la medida en que Chile se transforme en un país desarrollado inevitablemente será más liberal. Para mi un país liberal es un país que desafía la tradición como mecanismo autoexplicativo, no podemos decir que las cosas son buenas porque siempre han sido así. Pero para lograr eso tienes que ser un país educado.

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