Las discrepancias internas ya cobraron su primera baja: la del director publicitario Martín Vinacur, quien no habría logrado imponer su estilo en la franja televisiva. El episodio se suma a los desencuentros entre Pablo Halpern y Eugenio Tironi, y entre el jefe de comunicaciones con los Océanos Azules y los partidos oficialistas. El panorama lleva a un miembro del equipo programático a preguntarse donde está el poder dentro del comando. La respuesta no la tiene nadie.
«No tengo claro cómo se está manejando el poder dentro del comando», así de lacónica es la frase de un integrante de Océanos Azules que admite que los equipos programáticos aún no han logrado hacer coincidir su fórmula de campaña con la que «ha desplegado» hasta ahora el comando de Eduardo Frei. Para nadie es un secreto que estas últimas semanas el abanderado oficialista ha atravesado por un período complejo, mérito que en gran parte se le atribuye al jefe de Comunicaciones Pablo Halpern. Lo que sí es un misterio es quién está manejando los hilos de una candidatura que no logra encontrar su centro.
En medio de este panorama y en un acto multitudinario, el martes recién pasado Océanos Azules le entregó a Frei un paquete de propuestas con miras a concretar el programa de gobierno. De contrabando, también se expuso un conjunto de técnicas comunicacionales que los equipos programáticos promueven desde hace tiempo y que brillan por su ausencia en el marco de la estrategia confrontacional que se ha impuesto como estilo. Esta intromisión tiene su origen en que, lo que se ha hecho hasta el momento, se contradice con la fórmula original de Océanos. Y la idea es que ahora que la campaña está en tierra derecha se centre en una actitud propositiva, dejando de lado las descalificaciones. Tono que, tal como ha reconocido el timonel de la DC Juan Carlos Latorre, no favorece a Frei.
Entre los elementos comunicacionales que plantea Océanos Azules está la necesidad de «abrir espacios» e «instalar temas» en el debate público. Cosa que ha resultado bastante mal este último tiempo, porque cada vez que Frei ha arremetido con una postura provocadora hacia Sebastián Piñera, este último ha logrado revertir el efecto y cambiar el sentido del debate fijándolo en la «forma» y no en el «fondo». Aquí cobra especial relevancia la visión de una fuente de Océanos que recuerda que «este estilo se diseñó hace varios meses y, a la luz de los hechos, no ha cambiado», estructura de la que responsabiliza a Pablo Halpern y a Eugenio Tironi y que estaría «más preocupada del marketing que de centrar el debate en las propuestas».
Quién manda a quién
Este estilo ya cobró su primera baja. El director publicitario de la campaña, el publicista argentino Martín Vinacur se retiró del comando y, aunque se fue en silencio, ha trascendido que su salida se debió a diferencias con el equipo, pues habría planteado que la campaña de Frei es «más rígida y dura» que la de Michelle Bachelet, de la que también estuvo a cargo. Otra crítica dice relación con la «falta de sintonía fina» que habría al interior del equipo más cercano al candidato, como sí la había en el Comando de Bachelet. Esto habría provocado que Vinacur perdiera protagonismo en su calidad de director de publicidad, por lo que su permanencia perdía sentido. Todo, a días del inicio de la grabación de la franja, que será dirigida por Ricardo Larraín.
Para terminar de conformar este incierto escenario, hace un tiempo se estarían produciendo diferencias de criterio entre Halpern y el encargado de la estrategia de contenidos de la campaña, Eugenio Tironi, quien defendió la inclusión de los partidos en la campaña. Esta diferencia pública entre ambos expertos quedó de manifiesto a raíz del episodio en que los timoneles de la Concertación manifestaron su molestia por estimar que no estaban siendo incluidos en la campaña como deberían, tras lo cual Frei limó asperezas con ellos y se tomaron una publicitada fotografía. Días después, en una entrevista que concedió al sitio Mediapolis, Halpern salió al paso de estas críticas, asegurando que la cercanía con los partidos «son dos pasos para adelante y tres para atrás, de cara a la opinión pública. Es una buena foto porque resolvió un problema político muy grave y muy estridente, pero pagamos un costo». Afirmación con la que Tironi discrepó abiertamente.
Otro episodio que deja en evidencia las discrepancias surgidas entre Halpern y Tironi se produjo cuando, según recuerda una fuente del comando, hace unas semanas y en el marco de la grabación de las frases radiales para la campaña, mientras el primero daba el vamos, el segundo se comunicaba vía telefónica para frenarlas.
¿Operación comunicacional?
Así las cosas, uno de los coordinadores de Océanos Azules, Pablo Ruíz-Tagle, plantea que se está iniciando una nueva etapa en la campaña y que en ella el equipo programático de Frei está invitando a la ciudadanía en general, y a los adherentes del candidato oficialista en particular, a participar activamente opinando a través de «blogs», en el espacio que dan los medios a través de «cartas al director», en foros y debates y en las salidas a terreno, entre otras actividades.
En relación al estilo que se ha seguido en el comando freísta, reconoce que en Océanos Azules «nos gustaría que la campaña tuviera el perfil propositivo» que ellos han tratado de impulsar; sin embargo, precisa que «no basta con predicar en contra de las campañas sucias -aludiendo a las críticas que se le han hecho a Frei desde el piñerismo-, sino que hay que practicar». En ese contexto, insiste en llamar tanto a los grupos Tantauco, como al resto de los equipos programáticos de los demás presidenciables a debatir ideas, temas de fondo. Pero, como ya ha quedado de manifiesto, todo indica que la invitación de Ruíz-Tagle sigue cayendo en el vacío, porque tal como están las cosas palabras sacan palabras en una diatriba que no parece tener fin.
Otra fuente de Océanos Azules defiende la postura asumida por Frei. Remitiéndose al episodio del informe de Chile Transparente aludido por el candidato oficialista en el debate de TVN, sostiene que el abanderado ha sido intencionadamente mal interpretado y que «decir la verdad no puede significar hacer una campaña sucia». Aunque subraya que en Océanos Azules «somos partidarios de poner ideas sobre la mesa», tiene la convicción de que eso «no se contradice con decir la verdad».
Incluso va más allá, atribuyendo a «una operación comunicacional de algunos medios» el hecho de que se esté instalando en la opinión pública la idea de que Frei está haciendo una «campaña sucia» o del «terror». Respecto a lo último, asegura que cuando el candidato oficialista habla de que habrá problemas sociales en una próxima administración está diciendo «una verdad del porte de una casa», porque en su opinión si Frei gana «también los tendrá». La diferencia, explica, es que el candidato de la Concertación «tiene las propuestas para enfrentar los problemas y las de Piñera están alejadas de esa realidad».
Como corolario, en el acto del martes, Océanos Azules plantea la necesidad de generar debates, reivindicar el rol del Estado y, entre otras cosas, «invitar a soñar un país más justo». En este último aspecto también chocan las visiones del equipo programático con Halpern. De hecho, en la entrevista con Mediapolis, cuando se le hace ver que el eslogan de Frei se percibe como una renuncia a una promesa, un sueño, Halpern no duda en plantear que «si nosotros nos vamos por el lado del sueño, nadie nos va a pescar nada. La gente dejó de tener sueños».
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