En la investigación del fiscal de Villa Alemana Alejandro Ivelic -que publica El Mostrador- aparece la declaración de Franco Curotto, miembro del comando de la diputada Andrea Molina, quien se reunió en al menos cuatro oportunidades y mantuvo contactos telefónicos con Elliot Quijada, un reconocido “skinhead” de la región. Quijada está detenido por mantener pornografía infantil en su PC, incitación al odio racial y tenencia de armas. Pero hay más: el dueño de una imprenta aseguró que el ahora acusado, le indicó que el dinero para imprimir afiches antijudíos contra la senadora RN, salió del comando de Marcelo Forni. Este último lo negó.
Hoy comienzan en el Tribunal Oral de Villa Alemana los alegatos de apertura del juicio en contra del ex infante de marina y neonazi Eliott Quijada (38), por las amenazas de contenido antisemita en contra de la senadora Lily Pérez ocurridas el 29 de septiembre de 2009, durante la última campaña electoral por la Quinta Cordillera. Quijada, además, está acusado por mantener en su PC pornografía infantil y tenencia de armas.
Si bien hasta ahora el único detenido y acusado es Quijada, durante la investigación el fiscal de Villa Alemana, Alejandro Ivelic, encontró algunos vínculos de este neonazi con los comandos de la actual diputada Andrea Molina, como también con el grupo de campaña del ex candidato a senador y competidor de Lily Pérez, el UDI Marcelo Forni, quien quedó fuera del parlamento porque perdió la elección.
Elliot Quijada es un histórico neonazi en la región. Se le ha imputado participación en otros delitos similares y la creación de un grupo llamado Martillo del Sur, según da cuenta un informe reservado de la Unidad Especializada en Lavado de Dinero, Delitos Económicos y Crimen Organizado de la Fiscalía Nacional (ver “Informe de la Fiscalía Nacional” en documento relacionados).
Las averiguaciones del Ministerio Público aparecieron luego que se interrogara a Franco Curotto, miembro de la campaña de Molina. Este último, por una razón poco creíble para el fiscal Ivelic, recibió el llamado de un sujeto -cuyo nombre no pudo recordar- que le entregó el número de celular de Quijada.
“Me entregó el dato de un amigo suyo que podía aportar mucho a la UDI y que quería trabajar para la UDI, así que me entregó el nombre de Elliot y un fono celular”, declaró Curotto ante Ivelic el 3 de diciembre pasado (ver “Declaración de Franco Curotto” en documentos relacionados).
[cita]Quijada es un histórico neonazi al que se le ha imputado participación en otros delitos y la creación del grupo Martillo del Sur.[/cita]
Curotto contactó a Quijada y se reunieron en las afueras de la Quinta Vergara, en Viña del Mar. “Ahí me planteó que quería hacerle una contracampaña a Lily Pérez, ya que ella había atacado mucho a la comunidad palestina y él sabía que en Los Andes, Quillota, San Felipe y La Calera, había muchas personas de esa comunidad”.
El neonazi le pidió apoyo financiero, pero Curotto le indicó que la campaña de Lily Pérez en nada afectaba los intereses políticos de Andrea Molina, recodándole, declaró, que nada tenía que ver con Marcelo Forni.
En su testimonio, además, Curotto aseguró que prefirió no contarle nada a Oscar Díaz, jefe de campaña de Molina ni a la ahora parlamentaria.
El 27 de septiembre, dos días antes del ataque antisemita, contra Lily Pérez -que incluyó panfletos, gritos y funas en La Calera y Quillota- y de que Sebastián Piñera llegara a la zona para apoyar a sus candidatos, Curotto nuevamente se reunió con Quijada.
“(Quijada) Me llamó diciéndome que tenía una idea interesante para la visita de Sebastián Piñera al distrito. Yo me encontraba en Villa Alemana con el jefe de campaña de (Arturo) Squella (UDI), así que me junté con Elliot Quijada en una fuente de soda que queda ubicada frente a la estación Limache, donde me vuelve a decir que ya tienen todas las impresiones de propaganda en contra de Lily Pérez y que lo que necesitaba era dinero para movilizar a su gente y para teléfonos. Le volví a repetir lo mismo, pensé que era una propuesta diferente, le dije que trabajaba para Andrea Molina, no para Marcelo Forni de la UDI… luego nos paramos y nos fuimos”, testimonió.
Sin embargo, pese a que Curotto dijo que “todo había quedado ahí” con la primera reunión, se juntó nuevamente con Quijada, “ya que pensé que tenía una propuesta novedosa, pero no fue así”, declaró.
Pero hubo una tercera oportunidad donde se produjo un nuevo contacto. Esta vez un sujeto a quien Curotto nuevamente no puede identificar, le envió un mensaje de texto para que llamara a Elliot Quijada.
Esta no es la primera investigación que el Ministerio Público realiza sobre ataques entre candidatos de la derecha durante la campaña. Una indagatoria similar lleva el fiscal Carlos Gajardo de la zona oriente, luego que miembros del comando del ex presidente de la Cámara de Diputados y actual subsecretario de Hacienda, Rodrigo Álvarez –algunos de ellos confesos- atacaran la sede de Marcela Sabat (RN) en diciembre pasado. De hecho Sabat ya presentó una querella.
El interrogatorio del fiscal Ivelic a Curotto, da cuenta de una de las diligencias que reveló estos vínculos. El perseguidor ofició a la compañía telefónica para determinar a quien había llamado antes, durante y después del ataque a Lily Pérez. Y apareció una sorpresa. El mismo día del ataque a Lily Pérez, Curotto reconoce que estaba en el lugar a cargo de la campaña de Molina. Hasta ahí nada irregular.
Sin embargo, el fiscal Ivelic estableció que Curotto efectuó tres llamadas a Quijada. La primera a las 15.13 y la última a las 23.13. Las explicaciones fueron las mismas, no logró recordar que conversó con el ahora acusado por el Ministerio Público; y que el mismo “amigo” al que no puede identificar, lo llamó para que contactara a Quijada.
El día 30 de septiembre, en tanto, Curotto nuevamente contactó a Quijada, esta vez para decirle que había visto en Internet, en una de las páginas que los neonazis mantienen para este tipo de actividades, lo que habían hecho con Lily Pérez.
El fiscal poco le creyó a Curotto. Por esta razón ordenó a Investigaciones que ubicara la imprenta donde Quijada había impreso los panfletos en contra de la senadora RN. Una nueva sorpresa vendría, porque el pasado 7 de enero Michel Cambon Blanchard, dueño de la imprenta La Tache, confirmó que Quijada llegó hasta su negocio.
“Para los comienzos de las campañas electorales, no recuerdo fecha, Eliott se presentó en mi imprenta, informándome su deseo de imprimir diversos afiches alusivos a la contracampaña de la candidata Lily Pérez. Recuerdo que Eliott tenía el diseño y yo sólo realicé la matriz para poder realizar la campaña de impresión”, dijo a los detectives.
[cita]Forni aseguró que Curotto le relató que Quijada lo había llamado para ofrecerle servicios de campaña. Pero, lo más importante, dijo, “es que el vínculo entre Curotto y los skinheads no se probó y ya está todo claro”.[/cita]
Por curiosidad, Cambon le preguntó a Quijada de dónde sacaba el dinero para financiar la impresión. Su respuesta fue clara. “Debo señalar que en una oportunidad al conversar con Elliot sobre el financiamiento de las impresiones, él me señaló que la plata provenía del comando del candidato Forni. Yo no le tomé mucha importancia ya que no incurría en nada irregular al imprimir afiches, aún cuando contenían propaganda contra la candidata Lily Pérez”. (Ver documento relacionado “Dueño de imprenta La Tache”).
Si bien es cierto el fiscal Ivelic cerró la investigación y, previa querella por parte de Lily Pérez a través de su abogado Ciro Colombara, y sólo acusó a Quijada, no se descarta que estos antecedentes le permitan al perseguidor abrir una nueva arista. Porque hasta, al menos, no se sabe quién le entregó el dinero a Quijada para la “operación”, sobre todo por su alicaída situación económica.
Este diario consultó al ex candidato Marcelo Forni, quien hoy se desempeña en CorpArtes, fundación ligada al dueño de Copesa Álvaro Saieh. Forni aseguró que nadie de su comando, como tampoco él, tuvieron algún vínculo con los neonazis mencionados.
“El fiscal cerró la investigación y los querellantes por Lily Pérez nunca me imputaron nada. Ni siquiera estoy querellado. De hecho declaré en calidad de testigo con el fiscal Ivelic y nada más, señalándole que ojalá todo se aclarara a la brevedad y ofreciéndole todo lo que necesitara para su investigación”, dijo.
Consultado por las reuniones de Curotto con Quijada, como también las llamadas entre ambos el mismo día del ataque, Forni indicó que “habría que preguntarle a él”.
“Curotto es una persona que venía saliendo de una enfermedad y decidimos contratarlo. El tiene buen prestigio y cuando le pregunté por lo ocurrido me indicó que nunca ha estado vinculado a grupos raros, al menos es la información que yo manejo”, manifestó.
De hecho, Forni aseguró, que Curotto le relató que Quijada lo había llamado en varias oportunidades para ofrecerle servicios de campaña, tal como estableció la investigación del fiscal. “El me explicó que había comenzado a tener miedo con este tipo que lo llamaba mucho y nunca se atrevió a cortarlo”, explicó.
Para Forni, lo más importante, dijo, “es que el vínculo entre Curotto y los skinheads no se probó y ya está todo claro”.
En todo caso, el ex candidato a Senador ha enfrentado también otros problemas. El semanario Impacto de la Calera (ver portada en documentos relacionados) publicó el jueves pasado un artículo a página completa donde le imputó la autoría intelectual del ataque a Lily Pérez de septiembre de 2009.
Forni aseveró que presentará una querella criminal en contra del medio aludido por injurias graves con publicidad. Su abogado patrocinante sería Luis Hermosilla.
Inquirido si el hecho de que fuera relacionado con la investigación de la fiscalía fue la causante de que no integrara el gabinete de Sebastián Piñera, Forni lo desestimó.
“Yo rechacé los cargos que me ofrecieron y eso lo sabe el Presidente Piñera. De hecho le envié un mail manifestándole cuál era mi decisión personal. El me lo respondió indicándome que comprendía mi postura”, relató.
En enero, en tanto, The Clinic reveló un conato entre Forni y el esposo de Lily Pérez, el empresario Miguel Bauzá ocurrido en el hotel Crown Plaza, cuando la Coalición por el Cambio celebraba el triunfo de Piñera.
Forni aseguró que el hecho no es real pero no se querellará contra el medio. Elliot Quijada en tanto, aseveró, en la misma edición de The Clinic, que nunca ha tenido vínculos con la UDI.