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¿Problemas heredados de la Concertación o el despeje hacia la privatización?

Las declaraciones hechas por el ministro Mañalich en las que justificaba el despido de personal por duplicidad o triplicidad de funciones dentro del ministerio y los problemas heredados de los gobiernos concertacionistas, provocaron la reacción inmediata de diversos sectores políticos y gremiales. En tanto, la Confusam cree que las recientes renuncias de directivos del sector y la llegada de personas provenientes de Isapres y clínicas privadas, motivan a pensar que se está allanando el camino para terminar con la salud pública.


Suena irónico, pero la salud actualmente se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UTI), debido a los problemas que enfrenta el sector tanto por las dificultades que enfrenta el ministerio como herencia de las administraciones anteriores como por el desastre dejado por el terremoto en las redes asistenciales.

El ministro Jaime Mañalich está próximo a enfrentar un huracán, debido a que ratificó el despido de 450 personas lo que se enmarca dentro de un plan de reestructuración. Con esta medida, el secretario de Estado sigue los pasos de su par de Educación, Joaquín Lavín.

La justificación para desvincular a personas es lo atrofiada que se encuentra la cartera y el desorden “gigantesco” que existe con miles de millones de pesos en contratos sin beneficios directos hacia los pacientes.

Además, precisó que los despidos forman parte del redireccionamiento de presupuesto para poner fin a las listas de espera, mejorar las remuneraciones y entregar personal de calidad a la salud pública.

Asimismo, dijo que el ministerio está actualmente sobreendeudado en un 25% sobre el presupuesto anual, lo cual es un gasto excesivo no justificable del orden de los 100 millones de dólares anuales.

Privatizar o no la salud

Ante las críticas que ha recibido la cartera, especialmente porque sectores opositores señalan que se busca privatizar la salud, el ministro desmiente tajantemente esta aseveración.

Mañalich fue claro en señalar que las medidas adoptadas no apuntan en esa dirección, sino que por el contrario, buscan el fortalecimiento para que el servicio sea más eficiente, citando como ejemplo a Fonasa, cuyo funcionamiento ya está cambiando en beneficio de 12 y medio millones de personas con mejor cobertura y una mayor agilidad en los trámites.

Este punto lo reafirma el jefe de la bancada UDI, Patricio Melero, quien señala que no hay un afán privatizador, sino que la “Concertación pretende infundir temor al interior del sector salud”.

En tanto, sectores del sector salud acusan al ministerio del ramo de querer asfixiar el sistema para lograr privatizarlo.

Dirigentes de la Confusam señalan que las recientes renuncias de directivos del sector y la llegada de personas provenientes de Isapres y clínicas privadas, motivan a pensar que el ministro Mañalich está empeñado en privatizar la salud pública.

El dirigente de la Confusam y consejero regional de la CUT, Esteban Maturana, afirmó que el Gobierno pretende “estrangular” el sistema público.

“Aquí lo que se pretende es asfixiar financieramente al sector salud, estrangular financieramente a los hospitales y consultorios para de esa manera dejar el camino despejado para la privatización de los hospitales y consultorios. Esto es un desastre de grandes proporciones si se llega a concretar”, mencionó.

Por su parte, la presidenta de la Federación Regional Metropolitana de Salud Municipalizada, Aurora Araos, planteó la posibilidad de cambiar las modalidades de transferencias presupuestarias a hospitales públicos, porque explicó que con esto se volvería a un sistema similar al de facturación por Atención Prestada en Establecimientos Municipalizados (APEM), lo que traería consecuencias a los municipios que administran consultorios.

Sin embargo, el senador Guido Girardi fue más allá y anunció que cualquier insinuación de privatizar la salud “nosotros vamos a movilizar a la sociedad chilena”, ya que “no puede ser que se transforme en el gran negocio de la derecha y de las clínicas privadas”.

A estas amenazas se suma la propia Confusam, ya que en su Asamblea Nacional se acordó establecer la alerta de paro ante las medidas anunciadas por el Presidente Sebastián Piñera el pasado 21 de mayo.

La defensa de la Concertación

Luego de las acusaciones que hiciera Mañalich, la Concertación en pleno salió a cuestionar sus dichos y defender la obra realizada en los gobiernos de la Concertación.

El primero en poner la duda fue el timonel del PS y senador, Fulvio Rossi, quien aseguró que si el secretario de Estado asegura que existen irregularidades, estas deben ser explicadas.

Sin embargo, sus dardos apuntaron a las razones por las que se desvinculó al superintendente de Isapres, Vitto Sciaraffia, y de la subsecretaria de Redes Asistenciales, Giovanna Gutiérrez.

Por tal razón, Rossi afirmó que gestionará ante la Comisión de Salud del Senado la comparecencia de Mañalich para la sesión del próximo martes.

A esta citación se suma otra, esta vez de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, cuyo fin es que el secretario de Estado explique el recorte de personal de la cartera.

En ese mismo contexto, el presidente de la DC, Juan Carlos Latorre, no descartó la posibilidad de citar a una comisión especial de la Cámara para analizar la situación.

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