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La última tentación de Coloma

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Sintiéndose poderoso y con todas las señales de que están dadas las condiciones para ganar en la interna, el presidente gremialista se resiste a la integración. En su entorno tienen la convicción de que en el Consejo General pueden arrasar con la disidencia. Ante la evidente debilidad de su lista, José Antonio Kast está dispuesto a una directiva unitaria pero ocupando la secretaría general. Coloma sólo lo acepta en una vicepresidencia, cargo con menos influencia y visibilidad.


A menos de un mes del Consejo General que tendrá la misión de elegir al próximo presidente de la UDI –21 de agosto-, lejos de estar despejado, el panorama interno volvió a complicarse. Desde que el principal aspirante a reemplazar a Juan Antonio Coloma, el diputado José Antonio Kast, oficializó su disposición a competir una vez más, el cuadro ha cambiado una y otra vez. El último giro, sin embargo, dejó al senador en un verdadero zapato chino que su discurso de campaña se encargó de modelar. Sus insistentes llamados a la “unidad” y la “inclusión” podrían terminar jugándole en contra ahora que Pablo Longueira parece haber tomado las riendas de la negociación con el fin de evitar un enfrentamiento entre colomistas y kasistas, y estaría presionando para que se le entregue al diputado la secretaría general.

A algunos cercanos a Coloma los tomó por sorpresa el hecho de que Longueira haya decidido asumir un rol tan relevante en esta etapa del proceso, justo cuando ya se daba por hecho que habría competencia. También les empieza a generar dudas dónde estará el senador por Santiago Oriente, si no logra el cometido de evitar la competencia. Porque, hasta la semana pasada, se daba por hecho que los coroneles, como un solo bloque, respaldarían a Coloma y ahora, eso no es tan claro.

Una fecha tope, se especula en el círculo de Kast, para definir si hay integración o competencia es el 2 de agosto, día en que se efectuará el Consejo Directivo Ampliado previo al Consejo General. Una fuente del sector estima que esa instancia sería adecuada para sellar un acuerdo y dar una señal inequívoca de unidad y convergencia de ambas alternativas a encabezar la tienda. Pero también porque llegar al Consejo General sin un acuerdo previo implica que un discurso encendido, de algún líder histórico del partido, pueda cobrar especial injerencia en el resultado de la votación, volviéndolo impredecible. Y en un escenario como este la postura de Longueira podría ser determinante.

Consenso a la fuerza

De allí la inquietud acerca de la posición del ex timonel. En la UDI incluso se especula que Longueira estaría presionando a Coloma para que acepte, de una vez por todas, integrar al kasismo y entregarle la secretaría general, concretando el consenso. Cosa que no será fácil para el actual presidente del partido. Entre otras cosas porque, según plantean en su entorno, está conciente del problema que significa incorporar a la disidencia a la mesa. El punto es que el kasismo, envalentonado por la intervención de Longueira, se niega a aceptar otra cosa que no sea la secretaría general, mientras que los colomistas están dispuestos a entregar sólo una vicepresidencia. Ello, porque existe noción de las implicancias que conllevan entregarle influencia y poder al kasismo, dadas las diferencias que han quedado de manifiesto entre ambos sectores. Lo que, más temprano que tarde, podría terminar comprándole al gremialismo un problema con La Moneda.

[cita]En la UDI se especula que Longueira estaría presionando a Coloma para que acepte de una vez por todas integrar a José Antonio Kast y entregarle la secretaría general, cosa que no será fácil para el actual presidente del partido.[/cita]

Pero, por otro lado, el timonel no puede negarse abiertamente a la integración, ya que ha basado su discurso de campaña en la unidad y su imagen resultaría debilitada si fuera él quien, finalmente, le pusiera cortapisas al consenso. Y mientras los colomistas se debaten entre quienes insisten en llegar hasta el final con la competencia y los que ven en la integración el mal menor para el partido, los kasistas apuestan a que la intervención de Longueira les permita obtener el cargo al que no accederían aún repitiendo la votación de la elección pasada. Ello porque, según los estatutos de la UDI, si la lista perdedora obtiene más del 35 por ciento tiene derecho a integrar la directiva, ocupando una vicepresidencia.

Así las cosas, esta semana es crucial para Coloma. Porque el timonel deberá definirse entre escuchar a quienes en su entorno están convencidos de que lo mejor es pasarle la “aplanadora” al kasismo, obligándolo a competir, o ceder a las presiones e hipotecar su liderazgo, que ha estado en tela de juicio durante toda su gestión, a favor de un consenso artificial.

Mientras tanto, al kasismo sólo le queda esperar. Porque si hasta hace unas semanas unos pocos intentaban convencer a la mayoría de que era necesario aceptar un acuerdo con Coloma, concientes de que enfrentando una competencia el resultado no era promisorio para el sector, ahora entienden que la intervención de Longueira les abre la oportunidad de llegar a la dirigencia del partido, aunque sea por secretaria, sin la necesidad de medir fuerzas. Para, a partir de ahí, generar los cambios que han promovido y actuar como fiscalizadores no sólo de la gestión de Coloma, sino también del gobierno.

Por lo pronto, en el sector sostienen que de llegar a la competencia “lo más probable es que Coloma no arrase, como andan diciendo”, aunque admiten que la integración los favorece, porque les asegura la secretaría general y no sólo una vicepresidencia, con la que reconocen que tendrían menos injerencia en la toma de decisiones.

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