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Piñera busca dónde invertir su nuevo capital político

El jefe de Estado llegó como «el hombre del momento» a Londres, luego de la hazaña del rescate de los 33 mineros en Copiapó. Y por ello fue consultado sobre sus planes futuros considerando los temas pendientes, como revertir el hecho que Chile ocupe uno de los primeros lugares de América Latina en materia de desigualdad.


Es, posiblemente, el hombre del momento. Sebastián Piñera, el presidente de Chile, llegó a Londres después de haber liderado lo que puede considerarse un rescate sin precedentes de la historia.

Su gobierno sacó a 33 mineros que habían pasado más de dos meses a 700 metros de profundidad, una operación que recibió elogios en todo el mundo.

¿Pero y ahora qué, para Chile? Sobre todo considerando el enorme capital político que logró Piñera con el rescate, al estar frente a todas las cámaras en los momentos más importantes.

«Nosotros vamos a utilizar este capital (político) para lograr otras metas. Que Chile sea tal vez el primer país de América Latina, que antes de que termine esta década logre ser un país desarrollado, sin pobrezas, con oportunidades para todos», dijo el presidente de Chile a BBC Mundo.

De acuerdo a recientes estadísticas de la Comisión Económica para América Latina de Naciones Unidas (Cepal), Chile tiene el índice de pobreza más bajo de la región, al ubicarse ligeramente por encima de 13%, muy inferior a países como Paraguay, Bolivia u Honduras, que superan el 50% o incluso rebasan el 60% del total de población considerada pobre.

El reto social de Chile es más bien la desigualdad, en donde sí se ubica entre los primeros de América Latina, en cuanto a una de las sociedades donde la riqueza está más concentrada en manos de pocos.

Para atacar esto el plan que asegura tener Piñera busca atacar tres frentes: tratar de incrementar el empleo, promover el núcleo familiar e intentar garantizar una educación de la misma calidad para todos los sectores económicos.

«Los niños de los sectores más pobres que vienen de familias muy vulnerables no tienen acceso a una educación de calidad y la educación es la madre de todas las batallas», señaló el mandatario.

La pobreza fue un tema recurrente en la conversación con el presidente chileno. Alentado por el éxito del rescate es como si buscase su próximo reto.

Para el ex empresario que invirtió millones de dólares en rescatar a 33 mineros, es «una nueva forma de gobernar».

¿Roces?

Piñera suma su reto de acabar con la pobreza al ya anunciado plan de revisar la seguridad laboral de todos los trabajadores en Chile, a raíz de lo ocurrido en la mina de San José.

«Va a ser muy profunda, porque queremos crear una cultura de protección a la vida, y eso significa proteger la seguridad, la integridad física, la salud, la dignidad y la vida de nuestros trabajadores», aseguró.

Palabras que quizás suelen ser más escuchadas en los llamados gobiernos progresistas o de centro izquierda que en alguien considerado de derecha o conservador.

Considerando que Piñera –al haber sido accionista mayoritario de la principal aerolínea de la región, LAN- ha sido colega de los principales empresarios en Chile, produce curiosidad saber cuál sería la reacción del sector privado ante sus anuncios de más garantías para los trabajadores.

«Lejos de tener oposición en la alianza que apoya nuestro gobierno estoy seguro de que ellos serán los más entusiastas partidarios de esta política de Estado que estamos implementando», indicó.

«Salgamos de los mitos (al referirse a las clasificaciones de gobiernos de izquierda o derecha). Para un gobierno como el que yo tengo el honor de presidir, derrotar la pobreza, crear una sociedad con mayor igualdad de oportunidades y crear el nuevo trato con los trabajadores es parte de nuestro ADN, es la esencia de lo que queremos lograr».

Piñera llegó prometiendo que encabezaría, en sus palabras, el «gobierno del cambio», pero inmediatamente Chile fue golpeado por uno de los peores terremotos en la historia y ello lo llevó a redenominarlo el «gobierno de la reconstrucción».

Ahora tras el rescate lo ha rebautizado como el «gobierno de la eficiencia».

El mandatario afirma que su agenda de gobierno no ha estado marcada por los eventos o circunstancias con las que le han tocado lidiar. Pero ahora, probablemente, no habrá elemento externo que influya en su programa de gobierno.

El hombre del momento debe seguir gobernando.

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