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Salud: virus sincicial puede causar urgencias respiratorias entre los lactantes

Se trata de una enfermedad altamente contagiosa que puede derivar en bronquitis obstructiva y neumonía. Los síntomas que delatan problemas para respirar y que requieren atención de urgencia inmediata son hundimiento de las costillas, quejido, aleteo nasal o coloración oscura de boca o uñas.


Las enfermedades respiratorias son el principal motivo de consulta a nivel ambulatorio, llegando incluso a los servicios de urgencia. En este momento, una de las preocupaciones principales es la presencia del virus respiratorio sincicial, que puede afectar a toda la población, pero que genera mayores complicaciones en los niños menores de dos años.

Se trata de un virus muy contagioso que se traspasa de persona a persona en forma directa a través de las secreciones de las personas infectadas, al llorar o estornudar a menos de un metro de distancia y por el contacto con los objetos o manos contaminadas, ya que puede sobrevivir varias horas en el ambiente y alrededor de una hora en las manos.

La doctora Katherin Falck, médico jefe de la Central Médica de HELP, señala que “mientras  menor sea el lactante y si tiene asociadas condiciones como prematurez extrema, cardiopatías congénitas o enfermedades que comprometan su sistema inmunológico, mayor será el riesgo de que sufran complicaciones por este virus”. No obstante, cualquier niño, especialmente  menor de dos años, puede desarrollar un cuadro de alta complejidad por virus sincicial asociado a enfermedades como bronquitis obstructiva, bronquiolitis y neumonías.

“El virus respiratorio sincicial tiene la particularidad de inflamar la mucosa del aparato respiratorio. Como la vía aérea de los lactantes tiene un diámetro muy pequeño, si la comparamos a la de niños mayores, esto determina que inflamaciones como ésta puedan generar una obstrucción importante al paso del aire, con el consiguiente deterioro en la oxigenación del organismo”, explica la doctora. Falck.

La especialista indica que los padres deben estar muy atentos a los síntomas que delatan esta condición, entre los que se cuentan hundimiento de las costillas al respirar, quejido, aleteo nasal o coloración oscura de boca o uñas. “Frente a estas señales hay que tener claro que estamos ante una emergencia y que es prioritario llevar al lactante a un servicio de urgencia”, aconseja la experta.

Para minimizar el riesgo de contagio, la Doctora Falck recomienda evitar los cambios bruscos de temperatura, no abrigar demasiado a los niños en ambientes temperados, evitar la contaminación intradomiciliaria, ventilar las habitaciones evitando las corrientes de aire, no fumar dentro de la casa, lavarse las manos antes y después de tomar a los niños, y evitar acudir a lugares con aglomeración de público a menos que sea estrictamente necesario.

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