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Presto: el cliente de la empresa de comunicaciones de Fernanda Otero, principal asesora de Piñera

Miguel Paz
Por : Miguel Paz Subdirector de El Mostrador
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La influyente profesional lleva buena parte de la agenda mediática de La Moneda y hace oír su voz en todos los temas de imagen del Presidente. Y si bien su estatuto legal no la obliga a declarar los conflictos de interés por los potentes clientes privados que tiene en su cartera, incluyendo al hoy cuestionado Presto, para muchos en el entorno presidencial es asunto es delicado y puede traerle más dolores de cabeza a Piñera.


Poco tiempo debió pasar antes de que Pablo Longueira diera señales claras de uno de los sellos que pretende imprimirle  a su labor en el Ministerio de Economía al hacer suya la demanda colectiva del Sernac en contra de Walmart por mantener en los registros de Dicom a deudores de la tarjeta Presto, pese a haber repactado sus deudas.

Hace mucho tiempo que en el sector retail se dieron cuenta de que el negocio no era vender productos, sino prestar servicios financieros, que es de donde proviene el grueso de las ganancias de estas empresas. Por ejemplo, si una persona acostumbra a pagar únicamente la cantidad mínima de la cuota mensual de una tarjeta de crédito, los intereses pueden hacer que termine pagando el doble, el triple o el cuádruple del precio del producto, como se vio en el escándalo de La Polar. En la compra a crédito, lo primero que se paga son los intereses de la deuda, no el capital. Ese ha sido el verdadero negocio de Líder en los últimos años, que derivó en la demanda colectiva del Sernac.

La reacción de Presto a la arremetida de Longueira no se hizo esperar. El ex ministro de Eduardo Frei y actual gerente de Asuntos Corporativos de Walmart, Claudio Hohmann, respondió a Longueira asegurando que “ninguna ley nos obliga a sacar a estos clientes de Dicom”. Con esto Hohmann se transformó en “trending topic” en Twitter y no fueron pocos los que recordaron el historial de cobros excesivos de la tarjeta no bancaria, denunciados al Sernac desde que Presto nació en mayo de 1996: “Con el propósito de convertirse en la alternativa de pago más económica para los clientes de Líder y así hacer accesibles los bienes y servicios a los chilenos”.

Doble militancia

Pero también hubo otros en La Moneda que vieron detrás de la guerra de declaraciones aparecer el “fantasma” de los eventuales conflictos de interés de allegados al Presidente Piñera que tantos dolores de cabeza le ha traído a nivel de opinión pública. El motivo: Walmart y Presto son clientes de B2O, empresa de comunicaciones de Fernanda Otero, la asesora personal del Mandatario, quien ha acompañado a Piñera como su “orejera” desde los inicios de su campaña presidencial.

[cita]Aunque el área de B2O que provee servicios a Walmart y Presto no está bajo la responsabilidad de Otero (sus otros socios son su hermano Jorge Miguel y el experto en marketing Luis Hernán Bustos), su estrecha relación con Piñera como asesora política hace que muchos se pregunten por qué su caso de “doble militancia público-privada” podría ser diferente al de ministros como Joaquín Lavín, quien debió salir a explicar sus vínculos con la Universidad del Desarrollo.[/cita]

De hecho, los vínculos de Otero y los clientes privados de su empresa fueron desde un comienzo del gobierno un tema sensible para algunos miembros del piñerismo. Si bien ella ha asegurado que mantiene una línea divisoria muy clara entre su trabajo de asesoría al Presidente y los negocios de B2O -algo ratificado por diversos personeros de La Moneda-, casos como la inauguración de un complejo hidroeléctrico de un cliente de Otero, al que asistió Piñera en octubre de 2010, han ejemplificado los incómodos cruces que puede provocar estar a ambos lados de la cancha público-privada por más involuntario que ello pudiese ser.

En aquella ocasión, el jefe de Estado arribó a la zona precordillerana de San Fernando para inaugurar un complejo de centrales hidroeléctricas de Tinguiririca Energía, empresa de propiedad de la noruega SN Power y la australiana Pacific Hydro, uno de los clientes de Otero, quien asistió al evento no como asesora de Piñera sino de la compañía generadora de energía.

En la larga lista de clientes de B2O, agencia reconocida por su trabajo en el área de marketing y branding de empresas, se incluyen a las mencionadas Pacific Hydro y Tinguirica Energía; las cuentas de grandes bancos que están sujetos a las regulaciones que impondrá el Sernac Financiero, como el BCI, el BBVA, el Banco de Chile y el banco Falabella. También está la Sociedad Nacional de Agricultura que por su carácter gremial hace lobby ante las autoridades del sector; Lan, que está en pleno proceso de fusión con la brasileña TAM, que está a la espera de una resolución del Tribunal de Libre Competencia; la empresa del Grupo Von Appen, Ultramar, que a su vez es socia de la Sociedad Minera Isla Riesco; la operadora del Transantiago Alsacia; la francesa Alstom que participa en licitaciones de carros y material rodante del Metro; la sanitaria Esval; farmacias Salcobrand, una de las acusadas de colusión; Duoc UC; y el grupo Quiñenco de los Luksic (CCU, Madeco, Banco de Chile). En síntesis: grandes compañías y organismos de sectores regulados por autoridades gubernamentales a diferente nivel sujetos a lobby.

Lavín y Golborne versus Otero

Además, tal como mencionó El Mostrador en un artículo anterior, al tener contrato de honorarios con la Presidencia, Fernanda Otero no está obligada a declarar patrimonio ni intereses así como tampoco está sujeta a los impedimentos legales de funcionarios de alta jerarquía ministerial.

Aunque el área de B2O que provee servicios a Walmart y Presto no está bajo la responsabilidad de Otero (sus otros socios son su hermano Jorge Miguel y el experto en marketing Luis Hernán Bustos), su estrecha relación con Piñera como asesora política hace que muchos se pregunten por qué su caso de “doble militancia público-privada” podría ser diferente al de ministros como Joaquín Lavín, quien debió salir a explicar sus vínculos con la Universidad del Desarrollo (situación que influyó en su paso de Educación al Mideplan) o de Laurence Golborne -el cual decidió vender su participación en Vox Comunicaciones Estratégicas antes de asumir como secretario de Estado en marzo de 2010- o, inclusive, del propio Presidente que terminó por vender Chilevisión y enajenó su participación en Lan y Blanco y Negro, cerrando el tema con un lacónico “En la vida uno no siempre hace lo que quiere”.

“Tengo muchos clientes grandes y ellos tienen clarísimo cual es mi trabajo, tengo especial cuidado de no hacer ningún cruce al respecto, no transmito información por un tema objetivo y al Presidente solo lo asesoro en comunicaciones”, respondió Otero a este medio en marzo pasado. Consultada ahora desistió hacer declaraciones.

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