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«Espero que haya sido un error de juventud de Chadwick haberle tirado piedras a los obispos»

Al sacerdote Antonio Delfau tampoco le pareció adecuado que hace un par de meses el titular de la Segegob, aún en su calidad de senador de la UDI, haya calificado al religioso Alfonso Baeza como defensor de «terroristas y violentistas» por sus opiniones respecto al caso bombas. «El vocero del gobierno debe contribuir a restablecer el diálogo, el respeto y la inclusión. Debe ser abierto y tolerante», opinó.


Que el actual ministro secretario general de Gobierno, Andrés Chadwick, haya acusado al sacerdote Alfonso Baeza de ser un defensor de “extremistas, terroristas y violentistas”,  es un antecedente que no pasó inadvertido para el también religioso y actual director de la revista Mensaje, Antonio Delfau.

Y aunque el secretario de Estado hizo esas afirmaciones hace un par de meses a propósito de las diligencias del denominado caso bombas y en su rol de senador de la UDI, Delfau considera que éstas representan todo lo contrario de lo que se espera de un vocero del Ejecutivo.

«No puede comunicar agresividad, intolerancia, prejuicios y desprecio como lo hizo con uno de los hombres más queridos e intachables de la Iglesia Católica, monseñor Baeza, pues con ello hirió y despreció a muchas personas que se han sentido acompañadas, acogidas, consoladas y comprendidas por la labor de ese gran sacerdote”, dijo el religioso al portal Cambio 21.

Y por lo mismo puso énfasis en que “el vocero del gobierno debe contribuir a restablecer el diálogo, el respeto y la inclusión. Debe ser abierto y tolerante».

Delfau estima que el papel de Chadwick debe orientarse a recuperar la credibilidad y a terminar con la desconfianza que tiene la ciudadanía del mundo político que reflejan prácticamente todas las encuestas.

“En su nuevo rol el señor Chadwick tiene que conocer al público al que se dirige, a la gente, pues representa al Estado y debe ser factor de credibilidad, confianza y cercanía. Y debe trabajar con otros”, dijo.

Reconoció además que esa falta de desconfianza también afecta a la Iglesia, pero afirmó que ésta sigue ocupándose de “los más vulnerables, los pobres, los marginados, los abandonados” y que por ello los sacerdotes que están abocados a esta tarea “deben ser tratados con especial respeto por la autoridad y no con caricaturas o con sorna».

La “yayita” de Chadwick

Pero los signos de  “intolerancia” que evidenciaron los dichos de Chadwick no son recientes. De hecho, Dalfau recordó que el ministro participó con otros dirigentes de derecha en el apedreo del que fue objeto en el aeropuerto de Pudahuel un grupo de obispos que regresaban al país tras participar en un encuentro en la ciudad ecuatoriana de Riobamba.

«Fue hace muchos años, varios de los actuales dirigentes de la UDI participaron en ese bochornoso episodio de apedrear a figuras señeras de la Iglesia Católica chilena, cercanos a los pobres y ejemplares en sus vidas como fueron los obispos Enrique Alvear, Fernando Ariztía y Carlos Camus. Espero que haya sido un error de juventud del ministro Chadwick, aunque sus palabras a monseñor Baeza me hacen dudar», comentó.

De todas maneras le deseó a Chadwick éxito en su nuevo papel en el gobierno y le aconsejó que sepa escuchar “el clamor de la gente”.

“Espero que esté arrepentido de lo que hizo en el aeropuerto de Pudahuel. La verdad es que le deseo mucho éxito al ministro en su gestión, un buen entendimiento con la Iglesia y mucha eficacia en su labor. Espero que sea humilde y que escuche el clamor de la gente. Cómo no le voy a desear todo lo mejor si de su éxito depende también el éxito de nuestro país», finalizó.

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