El titular de Blanco y Negro admitió que la comunicación vía celular de un supuesto integrante de la Garra Blanca no lo sorprendió, aunque sí se mostró algo incómodo por la forma en cómo se originó.
El presidente de Colo Colo, Carlos Tapia, reconoció un «llamado» anónimo de un barrista albo asegurando que mejoraran el comportamiento, cuestionado las últimas semanas por el ‘Caso Carlos Muñoz’.
El titular de Blanco y Negro admitió que la comunicación vía celular de un supuesto integrante de la Garra Blanca no lo sorprendió, aunque sí se mostró algo incómodo por la forma en cómo se originó.
«No sé como consiguieron mi número de teléfono, porque ni yo mismo me lo sé y me han señalado que ellos van a cambiar de comportamiento, pero uno no cambia con las buenas intenciones, sino con hechos reales», reveló.
Consultado, Tapia indicó que «el llamado era de alguien de la barra, no se identificó, pero quizás la voz puede haber sido conocida e insistió que se iban a portar bien. Ellos tienen que demostrar un arrepentimiento eficaz y una irreprochable conducta, y además reparar el mal que han causado».
El mandamás de ByN enfatizó que «ellos (por los barristas) han dañado gravemente el principal activo que es la honra y la seguridad como la es de un joven deportista como Carlos Muñoz».
Carlos Tapia aseguró que hoy con la Garra Blanca «no hay ninguna relación y no la habrá. Desde que yo asumí están cortados todos los lazos con ellos y no hay más regalías. Aquí no hay más amenazas, no existen los matones ni gansters que atemoricen a nadie, ni menos a un jugador de fútbol».
Por su lado, el presidente de Universidad Católica, Jaime Estévez, aseguró que «los clubes estamos dispuestos a dar la máxima colaboración para que el espectáculo deportivo sea grato, familiar, que no hayan situaciones de violencia que haya que erradicar».
José Yuraszeck, timonel de Azul Azul, en tanto, destacó que «el gobierno está muy confiado en que las medidas están funcionando y lo más importante es que se sigue avanzando en el Parlamento y a nosotros nos queda acatar. Lo más importante es que la legislación permita que la familia pueda volver con tranquilidad a los estadios. Todos queremos muchos hinchas. Hay unos pocos delincuentes en las barras y eso queremos erradicar».
Sobre los nexos con los barristas, Yuraszeck que «si la autoridad decide que no se pueden entrar bombos, nosotros no tenemos nada que decir. Los dirigentes no tenemos opciones de hacer una cosa distinta. Esperamos una ley coherente, y no que los dirigentes seamos responsables de lo que pase a 1 kilómetro del estadio. Eso no nos corresponde a nosotros, le corresponde a la fuerza pública».
