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«Aquí hay una derrota importante del modelo educacional chileno»

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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El sociólogo y analista, cercano al movimiento estudiantil, califica la salida de la banca del sistema de financiamiento universitario como un avance. También lo ve como un éxito del Gobierno al lograr sacar a los padres del negocio. Y advierte a los estudiantes: “La marcha de hoy es importante, pero las marchas no son la base sobre la cual se juega el partido”.


Para el cientista político, la nueva propuesta del Gobierno tiene la virtud de recoger un problema existente, y de resolver la bancarización que ya se había adueñado del sistema educacional chileno. De esta forma, responde a la población que sentía en carne propia lo que era pagar un crédito por una carrera, además muy cara.

Sin embargo, Alberto Mayol, ve también en el anuncio del Ejecutivo la repetición de una misma imagen: “Técnicamente esta reforma reproduce el mismo problema que está en el trasfondo y es que se disminuye la carga en los hogares, porque se traspasa al estudiante y por eso divide a hijos de padres; pero si bien se disminuye el problema por el lado de ese costo, no es menos cierto que es la sociedad en su totalidad la que sigue financiando el sistema educacional”, dice Mayol.

-Sigue financiando finalmente al mercado de la educación.
-Eso continúa existiendo tal cual. En Chile tenemos un sistema tradicional y un sistema que es privado y esos dos mundos se han ido uniendo a tal punto que esta herramienta no hace distingo alguno. Aquí el Estado es el financista en última instancia, entonces no sentimos el daño porque finalmente quien toma el costo es el Estado. Pero hay muchas universidades que tomaron estas herramientas como su modo de financiamiento. Si tú vieras los papeles del Crédito con Aval del Estado —desde hace varios años a la fecha—, vas a ver que en el informe de pasivos contingentes del Presupuesto aparece que hay universidades que de repente sacaban del CAE cero peso y de repente 2 mil millones, luego 4 mil al siguiente y después 8 mil millones. Estamos hablando de que descubren el negocio y la veta. Definitivamente, tú te pones a seleccionar alumnos CAE solamente porque sabes que están financiados por el Estado. Ahora será lo mismo con este nuevo sistema y las universidades podrán tener garantía de pago.

-Una de las críticas que más se ha escuchado también entre los rectores y expertos es la diferencia entre el arancel real y el de referencia. ¿Qué camino de solución se ve a ese tema?
-Sí, pero es que la forma en que las universidades abordan el problema del arancel real y arancel de referencia va a ser todo un tema. Ahí seguramente van a ver muchas diferencias. Yo no me atrevo a especular sobre cuál será la reacción, pero ya estamos hablando de algo que es una perversión en sí misma. Estamos hablando de una reacción de mercado. Las distintas universidades van a establecer distintos procedimientos para reaccionar al mercado. A mí no me parece particularmente bondadoso que la universidad vaya y diga ‘yo me adecuo al arancel de referencia’, porque finalmente va a ajustar sus costos y no necesariamente va a estar haciendo una labor de justicia social.

-¿Pero esta nueva propuesta del CAE no tiene nada bueno? ¿No es mejor que lo que dejó la Concertación el 2005 o el proyecto original del Ejecutivo?
-Es un avance, porque acá hay una derrota del modelo educacional chileno, porque éste está basado en la misma lógica que el sistema de salud, por ejemplo, que en última instancia terminaban desarrollando el sistema financiero. Ese era el final del camino. Y la lectura que hizo Harald Beyer ahí fue ‘si seguimos con este sistema financiero ¿y éste se desploma? No agotemos este sistema educacional y quedémonos con este bloqueo al sistema financiero para que no pueda entrar aquí’. Si adoptáramos esta misma medida a todos los mercados de manifestaciones sociales, se derrumba el modelo económico.

[cita]Al Gobierno le da tiempo. La clase política está buscando tiempo desesperadamente. O sea, hoy día un mes de tranquilidad vale millones de dólares para la clase política chilena. Porque hay que llegar a las elecciones, el día que se llegue a las elecciones, sin grandes reformas, tienen la esperanza de que esto vuelva a la normalidad.[/cita]

-Por eso es una derrota importante.
-Esta es una derrota importante… Aquí el órgano tiene una irrigación propia a partir de ahora y no tiene que ver con el corazón del sistema. No obstante, estamos muy lejos del petitorio estudiantil que es educación pública. Harald Beyer lo que está demostrando es que a él le interesa aliviar el bolsillo ahora, porque se da cuenta que eso fue lo que generó el apoyo de las familias a los estudiantes, entonces quiere acortar las carreras. Eso quiere decir que las deudas van a pasar a ser el 60% de lo que eran y además está asumiendo que es importante hacer un sistema de financiamiento que sea público y donde concurra el Estado.

– Así el impacto político es más efectivo.
-Tiene un impacto político potencialmente efectivo. Este Gobierno ha demostrado siempre que la primera semana de las medidas le funciona bien y luego se le desbarata, así que no me atrevo a decir que sea inmediatamente efectivo. Desarticula a los padres, porque los padres ya no tienen nada que ver con el negocio. Es de alguna manera pedirle a la ciudadanía que chutee el problema, que es algo que los ciudadanos cuando están en un proceso de despolitización aman. Este es un parche inteligente, muy bien diseñado, pero sigue siendo un parche. No esperemos de aquí una solución a los problemas fundamentales: no apunta a la gratuidad, no apunta al problema de la calidad de la educación, no apunta al problema de la educación pública en Chile, no apunta a la democratización. Esto apunta a mitigar las condiciones de financiamiento. No olvidemos que Chile tenía la educación superior más cara del mundo: el 22,7% de nuestros ingresos promedio estaban siendo gastados en educación superior; el país que nos seguía en el mundo tenía el 12% y el promedio está en el 6%. De manera que esto mitiga.

Piñera y el CAE

-Las versiones de La Moneda dicen que el anuncio también se debe a la cercanía de la marcha de hoy y de la necesidad de buscar aliados para la reforma tributaria… ¿Qué opinas?
-Estos son argumentos bien flojos. Si es tan importante para el Gobierno la marcha de mañana, ¡vaya que el Gobierno valora las marchas! Me parece que un Gobierno serio no se preocupa de hacer fracasar una marcha, esa no es su función, su función es muy distinta.

-Un Gobierno en su estado normal, no un Gobierno que ha tenido incendios sociales que no supo prever.
-Claro, pero las ollas a presión uno las mantiene tapadas, y este proyecto destapa la olla. Bajo esa premisa sería contradictorio querer cerrar la olla y abrirla al mismo tiempo.

-¿Pero de verdad crees que este proyecto podría molestar aún más a los estudiantes?
-No ahora, pero supone que la olla tiene que abrirse y tenemos que discutir sobre lo que hay adentro. No mañana, pero sí de aquí a una o dos semanas. Puede generar inconvenientes porque hay que ver cuáles son los apoyos políticos para el Gobierno, por ejemplo. No olvidemos que pasó por encima de la clase política en términos de que esto no estaba conversado, más de algún resentimiento puede haber en distintos partidos políticos. No sé si se enteraron los bancos antes o los mismos bancos le dijeron que no tenían interés de seguir con un crédito al 2%. Si nos enteramos que fueron los bancos los que no tenían interés sería muy distinta la historia. Todos estos son detalles que hay que seguir conociendo. Tener justificación para la reforma tributaria objetivamente es una idea muy mala, porque esta es una reforma bastante modesta y lo más probable es que se necesiten 2 mil ó 3 mil millones para enfrentar los problemas que Chile debe enfrentar en el futuro. Por lo tanto, está abriendo una puerta a la reforma tributaria que mañana va a ser más… El Gobierno no tiene por qué andar rogándole a los empresarios.

-¿Entonces qué se busca de verdad con este tipo de proyectos?
-Al Gobierno le da tiempo. La clase política está buscando tiempo desesperadamente. O sea, hoy día un mes de tranquilidad vale millones de dólares para la clase política chilena. Porque hay que llegar a las elecciones, el día que se llegue a las elecciones, sin grandes reformas, tienen la esperanza de que esto vuelva a la normalidad, entonces cuando ves todos estos problemas, la premisa de un sistema político eficaz es que la gente votó. La esperanza es decir, ya votamos, se eligió de nuevo a este o a este otro candidato. Y el Gobierno quiere que llegue la municipal y la presidencial. El Gobierno llama al orden a los candidatos presidenciales falsamente, el Gobierno está interesado en que aparezcan candidatos por todos lados para mejorar la imagen de la institución presidencial y afirmar la idea de que las elecciones ya están aquí. Los chilenos entendieron de pronto que los poderes políticos y económicos estaban juntos. La pregunta es si saliendo Piñera cede o se mantiene esa sensación.

-¿Y cuáles son los desafíos para los estudiantes en este escenario?
-Lo primero es entender que el catalizador fue el movimiento estudiantil, pero este problema ya es de todos, por tanto la ciudadanía no tiene que exigirle al movimiento estudiantil que dé otra demostración de fuerza. Cuando uno gana el título mundial no le piden que gane el título mundial de nuevo, ya lo ganó. Ya tuvo el triunfo y ahora estamos viendo las consecuencias de ese triunfo. Están apareciendo lentamente y no sólo un triunfo desde el punto de vista de las demandas, sino de la transformación del país. El movimiento no puede estar en condiciones de ir a la velocidad de las transformaciones que ahora Chile va a llevar. Ningún movimiento es capaz, por lo tanto requiere sumarse a algo más complejo: articulación social, organización, generar contenido, avanzar en ese plano. La marcha de hoy es importante, pero las marchas no son la base sobre la cual se juega el partido.

-¿Y dónde se juega el partido?
-Se juega en la construcción de instituciones y hay que construirlas. Si la gente se reúne en asambleas, si yo voy, discutimos, organizamos documentos y los firmamos. Si van todos y muestran eso al Congreso, eso es construcción de institución. También se pueden construir en el colegio. La ciudadanía debe construir nuevos repertorios, si esto lo seguimos haciendo a través de marchas, la verdad es que vamos a seguir en una disputa que no tiene horizonte.

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