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Aumenta molestia con Beyer y parlamentarios preparan acusación constitucional Rechazo de informe del lucro genera complejo clima para el ministro

Aumenta molestia con Beyer y parlamentarios preparan acusación constitucional

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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Lejanía, cero trato directo y una agenda no consensuada con los actores relevantes del movimiento estudiantil, son algunas de las características de la gestión del secretario de Estado que molestan a quienes han debido ser sus interlocutores. Un estilo que en vez de franquear una salida a las causas que originaron las movilizaciones en 2011, podría generar todo lo contrario.


El rechazo al informe de la comisión investigadora sobre el lucro fue un portazo con doble eco. No sólo generó molestia en los actores del movimiento estudiantil que han fijado en éste uno de los objetivos centrales de este año, sobre todo después del escándalo ocurrido con la Universidad del Mar. También porque abrió un flanco para el gobierno que ya daba vueltas como una sombra: una acusación constitucional contra el ministro de Educación, Harald Beyer.

La figura del secretario de Estado genera cada vez más molestia en los actores del frente educacional. “Sabemos que tiene una agenda propia, por supuesto, pero hay una molestia profunda porque los proyectos que ha preparado el gobierno no han contado con la participación de todos”, señala un rector miembro del Cruch. “Nosotros pensamos que podríamos tener un diálogo cercano con él, que sería de otra forma, pero no”, critica.

Es la misma molestia que tienen los estudiantes. La semana pasada, el ex vicepresidente de la FECh, Francisco Figueroa y Carlos Ruiz, ambos de la Fundación Nodo XXI, señalaron en una columna de opinión en El Mostrador, respecto de Beyer: “Con su fría estampa “apolítica”, su arrogante tono de saber incontestable —una brujería superior, al decir de Gramsci—, su imperturbable elusión del debate sustantivo, el discurso tecnocrático naturaliza opciones políticas y económicas, invisibiliza los intereses sociales que están tras ellas, y sustrae tales decisiones de la política abierta. La reduce a una suerte de gestión para entendidos, y con ello ‘desciudadaniza’, produce un ciudadano espectador, contemplativo de un saber pretendidamente superior y excluyente”.

Por eso, el segundo semestre de movilizaciones también tiene que ver con la forma en que el ministro Beyer ha enfrentado el conflicto estudiantil. El sábado, después de una reunión de la Confeh, los universitarios determinaron seguir movilizados, realizar actividades el próximo 4 de agosto, como una forma de recordar a Manuel Gutiérrez; también plegarse a la movilización convocada por los secundarios el día 8 de Agosto e intensificar las acciones si aún no hay respuesta.

“Esto tiene mucho que ver con Beyer”, asegura Gabriel Boric, presidente de la FECh, y entrega sus razones: “Él ha demostrado actitudes de arrogancia desde una supuesta superioridad técnica donde no ha conversado con los actores y ha desplegado una agenda sin preguntarle a nadie. Lo vemos en el proyecto de Superintendencia, financiamiento y el ninguneo que tuvo al informe del lucro. La actitud del ministro no ha contribuido a generar espacios de resolución del conflicto”.

[cita]La figura del secretario de Estado genera cada vez más molestia en los actores del frente educacional. “Sabemos que tiene una agenda propia consensuada, por supuesto, pero hay una molestia profunda porque los proyectos que ha preparado el gobierno no han contado con la participación de todos”, señala un rector miembro del Cruch. “Nosotros pensamos que podríamos tener un diálogo cercano con él, que sería de otra forma, pero no”, critica.[/cita]

Con los rectores la relación es “de mucho respeto, pero de lejanía”, señala el vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores y rector de la Usach, Juan Manuel Zolezzi. La relación tuvo un hito en mayo de este año, cuando los rectores entregaron un informe sobre acortamiento de carreras y Beyer insinuó que no estaba de acuerdo, en una primera reunión con el Consejo. Los rectores también se extrañaron de las críticas del ministro a la inclusión del ranking de notas en el proceso de admisión a las universidades. “Hay diferencias de posturas… Él ha defendido su modelo ideológico, pero como que nos cuesta hacerle ver que existen otras alternativas… Cuando tuvo críticas para el ranking nosotros nos quedamos marcando ocupado. Le veíamos tantas bondades que nos extrañó que no le gustara”, comenta un miembro del Cruch.

Por otra parte, Zolezzi, se refiere a la fría relación con Beyer: “Me habría gustado que sobre la ley de financiamiento de la educación superior hubiésemos tenido otra interlocución con el gobierno sobre algunos parámetros de la ley porque se evita cometer errores. Pero terminamos viéndonos en el Parlamento”, aclara la autoridad de la Usach.

Las razones para una acusación

No sólo la lluvia de críticas pone en el centro del conflicto a Harald Beyer. Los parlamentarios que integraron la comisión que investigó el lucro, están planificando una acusación constitucional contra el secretario de Estado. Esa es, al menos, la convicción que tienen las diputadas Alejandra Sepúlveda, Cristina Girardi y otros que formaron parte de la comisión investigadora. “El ministro ha dejado de cumplir la ley”, afirma Girardi. Este argumento surge del hecho que el secretario de Estado dejó de investigar o fiscalizar situaciones que ya fueron denunciadas el año pasado.

Entre éstas se encuentran las acciones de un grupo de abogados de la Universidad de Chile, que interpusieron dos denuncias para que se investigara el lucro en entidades de educación superior. Esto ocurrió en septiembre y octubre del año pasado.

Carola Canelo, una de las abogadas que pidió se investigara el lucro mediante una denuncia ante el Mineduc el año pasado, cree que existen razones fundamentales para que proceda la acción contra Beyer: “El ministro no ha dado curso a las solicitudes de fiscalización presentadas el año pasado. No ha cumplido su labor de fiscalizar y sancionar el incumplimiento de las leyes. La causal de acusación es cuando el ministro deja de hacer cumplir las leyes, según el artículo 52 de la Constitución”, concluye la abogada.

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