Advierte necesidad de cambiar estrategia presidencial
El senador y ex timonel gremialista llamó a su sector a hacer una reflexión respecto de lo ocurrido en los comicios del domingo para evitar que este escenario se convierta en un preludio para las presidenciales del 2013. Pero también manifestó indirectamente la necesidad de cambiar al jefe de gabinete, pues a su juicio sigue existiendo “falta de coordinación política” entre La Moneda y los partidos oficialistas.
La derrota sufrida por la Alianza en las elecciones municipales recién pasadas, si bien parece haber paralizado al gobierno, ha provocado múltiples evaluaciones, análisis y autocríticas al interior de los partidos oficialistas. Ello, debido a que muchos asumen que de no realizar cambios de fondo y una severa autocrítica, este sorprendente resultado podría repetirse en 2013, en el marco de los comicios parlamentarios y, peor aún, presidenciales.
Uno de los que optó por advertir de la necesidad acerca de una reflexión profunda de parte del pacto gobernante fue el senador gremialista Hernán Larraín. A su juicio, hay dos cosas que es necesario modificar urgentemente: la estrategia presidencial, elaborando el programa de gobierno antes de elegir al candidato; pero también mejorar la coordinación política entre los partidos que conforman el pacto y el Ejecutivo.
Aunque el legislador no mencionó directamente al jefe de gabinete de Sebastián Piñera, Rodrigo Hinzpeter, dio a entender que un cambio en este sentido es imperioso, pues según dijo esta administración ha sufrido “un déficit permanente de falta de sensibilidad y falta de coordinación política”, a propósito de que en estos días se espera un nuevo cambio de gabinete.
Larraín fue menos catastrófico que muchos de sus compañeros de partido, pues planteó que si se hacen los cambios necesarios, no hay por qué pensar que la Alianza tiene perdida la presidencial del 2013. Sin embargo, fue enfático en insistir en que para ello hay que terminar con la falta de coordinación política, aludiendo al escaso, si no nulo, liderazgo que ha mostrado Hinzpeter desde que asumió en Interior. De allí que insistió en que es necesario concretar la “institucionalización de la Alianza”, algo que, en su opinión, habría funcionado entre el año 2006 y hasta que se eligió a Piñera como candidato presidencial.
En medio de la polémica suscitada por el mal desempeño de Interior en el primer test de la administración Piñera que constituyeron las pasadas municipales, Larraín fue drástico en advertir que la Alianza debe centrarse primero en generar un programa de gobierno, para luego elegir al candidato que mejor lo represente. Para lo que es imprescindible una “mayor unidad”, dijo. Y además llamó al gobierno a mostrar mayor humildad y menos exitismo, pues la actitud que ha tenido hasta ahora habría impedido que las obras que ha realizado la actual administración sean valoradas por la gente.
El senador Larraín también se manifestó contrario a revertir la ley de inscripción automática y voto voluntario. Desde su punto de vista, esa “legislación de tipo bomberil no refleja continuidad ni política de Estado”. Ello, porque se aprueban normas para apagar incendios en un momento determinado, pero luego hay que corregirlas. Aún cuando admite que el voto voluntario está siendo cuestionado, “porque no pasó bien su primer test, pero peor sería cambiarlo”.
Para el ex presidente de la UDI, el resultado de los comicios municipales y el voto voluntario diseñaron un nuevo escenario político, que pone a prueba a todo el mundo político y también a su sector, donde están convencidos de que “el gobierno es un buen realizador, pero desde el punto de vista político hace mal la pega”. Parte de esa pega que se habría hecho mal es la carencia total de coordinación entre el Ejecutivo y los partidos oficialistas. Para Larraín no se ha mostrado el necesario liderazgo político desde Interior, donde Hinzpeter tiene esa responsabilidad, pero que no ha logrado realizar esa tarea.
Esta ha sido la crítica que el gremialismo le ha realizado al jefe de gabinete desde el inicio de la administración Piñera y que pese a que el aludido se ha comprometido a efectuar no se ha concretado. Particularmente, porque en esta labor lo ha suplido el vocero y primo del mandatario, Andrés Chadwick, aunque desde la Alianza reclaman que no ha sido suficiente. Y advirtió que “queremos un gobierno que escucha a sus partidarios y a la oposición”.
Y aludiendo indirectamente al titular de Obras Públicas, Laurence Golborne, Larraín definió a la administración Piñera con la siguiente frase que hace evocar las críticas del mismísimo vicepresidente de RN, el díscolo candidato al Senado Manuel José Ossandón, “mucho cóctel, mucho balcón y poco trabajo en terreno”. T admitió que constituyó un error presidencializar, por parte de Golborne, la campaña municipal fue un error.
Pero la autocrítica de Larraín no libró a la Concertación de la consabida reprobación a la coalición opositora. El senador gremialista estima que pese a lo mal que quedó su sector, la oposición sigue estando peor. El cálculo que hace es que más que una coalición sus desavenencias la han convertido en una montonera. A su juicio, la coalición opositora más el Partido Comunista se le percibe “bastante difusa, muy parecida a una montonera” y ninguneando al partido Marco Enríquez-Ominami, añadió que adicionalmente las municipales demostraron que “el PRI y el PRO no tienen relevancia política”.
Finalmente, advirtió que las cifras de las municipales constituyen “una luz amarilla que se enciende” para el gobierno, por lo que es necesario asumir seriamente la redefinición de la estrategia política y presidencial del sector, a fin de evitar que estos resultados se transformen en el preludio de una derrota presidencial el próximo año.
