Director del SII se fue de vacaciones y no se dio por aludido
En Palacio reconocen que el escenario es complejo, que la teleserie de Impuestos Internos ha complicado la agenda y que por eso “era necesario que el Presidente tomara distancia, marcara el punto, e hiciera notar que no sabía”, del perdonazo a Johnson’s.
Lejos de despejar el escenario de la compleja situación que atraviesa el Servicio de Impuestos Internos, las últimas declaraciones del Presidente Sebastián Piñera antes de salir de vacaciones el fin de semana enredaron aún más la trama sobre la eventual salida del director de dicho servicio, Julio Pereira, cuestionado por conflicto de interés en el perdonazo tributario a Johnson’s. Hay diversas lecturas en el oficialismo de por qué el mandatario ahora tomó pública distancia de un funcionario al que durante meses defendió en privado, quitándole el piso político que requiere un cargo de confianza como éste, pero al que no le pide la renuncia.
En una entrevista a La Tercera el sábado Piñera dijo que ni él ni el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, fueron informados de la condonación de multas e impuestos por 119 millones de dólares a Johnson’s. “No me gustó no haber sido consultado”, reconoció el Presidente, quien además afirmó que si bien era parte de las atribuciones de Pereira, en “este caso, por su magnitud y relevancia, yo estimo y así se lo hice ver al director de Impuestos Internos, debió haber informado a su superior directo, que es el ministro de Hacienda… Y como él no fue informado, tampoco me informó a mí…”.
En La Moneda reconocen que el escenario es complejo, que la teleserie de Impuestos Internos ha complicado las cosas y que por eso “era necesario que el Presidente tomara distancia, marcara el punto, e hiciera notar que no sabía”, del perdonazo a Johnson’s.
Pero en el oficialismo hay diversas versiones de por qué Piñera tomó distancia públicamente de Pereira, en circunstancias que era sabido que el ministro Larraín pidió en varios comités políticos en Palacio que se blindara a director del SII —desde que estalló el caso Johnson’s a mediados del 2012— debido a que contaba con la venia presidencial para ello.
Algunos en la derecha aseguran que es secreto a voces en el gobierno que Piñera le quitó el piso a Pereira porque fue el propio Presidente quien dio la orden al SII de condonar las multas e impuestos a Johnson’s y que ahora optó por desmarcarse, debido a que la trama se enredó más de lo pronosticado, desde que se supo que el director de Impuestos Internos le arrienda un terreno a Cencosud, mismo holding que compró Johnson’s poco después del perdonazo tributario.
Es más, se comenta que si finalmente Pereira sale de su cargo, es altamente probable que “lo haga hablando” y en ese sentido, será su palabra, la de un funcionario cuestionado públicamente contra la del Presidente. Asimismo, agregan que el mandatario se jugó bien sus cartas —con un medio de comunicación que le es afín y con el que tiene línea directa— para marcar de antemano una postura que lo deja en buen pie.
En La Moneda dijeron que eso es “absolutamente falso”, que Piñera nunca supo de la condonación y que la idea de quitar el piso públicamente a Pereira —agregaron en Palacio— apuntó a hacerle una suerte de pase para que diera un paso al costado.
Otras explicaciones en el oficialismo precisan que el cambio del Presidente se debe a que “está incómodo” y “tomó conciencia del desgaste y daño que este caso está provocando al gobierno”. Aseguran que Piñera está “muy enredado” con este asunto, porque Pereira “es un profesional correcto, tiene una fortuna considerable, no se va a andar manchando las manos”, pero ya se asumió que el conflicto de interés que lo afecta “aunque sea legal, sí o sí se ve mal”.
[cita]En La Moneda cayó muy mal la decisión de Pereira, porque con las palabras de Piñera se le dejó abierta la posibilidad que se retirara con el argumento que otros han usado en el pasado “de alejarse del gobierno para poder defender su honra”, cosa que finalmente no ocurrió. Por lo mismo, se comentó que habría sellado en parte su suerte y que es factible que “no vuelva de las vacaciones”. [/cita]
Por eso se dice que Piñera quiso separar aguas de un funcionario que cometió un error al no informarle, “llamarle la atención” por ello y así “ganar tiempo hasta que salga el informe de Contraloría”, con lo que se puso el parche antes de la herida en caso que sea duro y obligue a que Pereira deje el cargo.
En este escenario, algunos en el oficialismo comentan que el ministro del Interior, Andrés Chadwick, hizo ver al Presidente lo negativo de este capítulo y la necesidad de distanciarse.
Cual sea la versión válida o si son todas las anteriores, nadie discute que el tema tiene en mal pie al gobierno de Piñera y que es un error seguir dilatándolo.
Con el espolonazo público que le dio el Presidente el sábado, no dejó de sorprender y molestar en Palacio que Pereira optara por irse de vacaciones por dos semanas en vez de renunciar o al menos quedarse en su puesto.
De hecho, en La Moneda cayó muy mal la decisión de Pereira, porque con las palabras de Piñera se le dejó abierta la posibilidad que se retirara con el argumento que otros han usado en el pasado “de alejarse del gobierno para poder defender su honra”, cosa que finalmente no ocurrió. Por lo mismo, se comentó que habría sellado en parte su suerte y que es factible que “no vuelva de las vacaciones”.
El polémico descanso veraniego del director de Impuestos Internos no sólo fue mal visto en el gobierno, sino que en la propia Alianza. El vicepresidente de RN, Manuel José Ossandón, criticó la actitud del director de Impuestos Internos y sentenció que luego del emplazamiento presidencial había solo dos caminos: “Se defiende o se va”.
“Después de lo del sábado no puedo entender por qué no le pide la renuncia, como tampoco que Pereira no haya renunciado o se haya defendido (…) Se comete un error parecido a lo que sucedió con Jaqueline van Rysselberghe, una crónica de una muerte anunciada”, agregó.
Como sea, en Palacio aseguran que no ha variado la decisión de esperar el informe del sumario que realiza la Contraloría General antes de tomar una decisión sobre Pereira. Es más, esperan que se demore un poco menos del plazo que el jueves marcó el propio contralor Ramiro Mendoza, al afirmar que no estaría listo antes de fin de mes.
Cabe recordar que junto con eso, Mendoza públicamente le mandó el recado al gobierno de que no necesitan del informe para sacar a un funcionario cuyo cargo es de exclusiva confianza del Presidente de la República.
En el oficialismo reconocen que el gobierno trató de endosar a la Contraloría la responsabilidad de lo que ocurra con Pereira, ya sea que se mantenga en el cargo o que caiga, al apelar a las conclusiones del informe para resolver y por lo mismo, fue una astuta movida del contralor el “rayar la cancha, devolverle la pelota a La Moneda” y evitar que sea a él a quien se le atribuya el costo de definir el futuro del polémico director de Impuestos Internos.
