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Ministro del Trabajo advierte consecuencias del paro portuario mientras movilización amenaza con extenderse a todo el país

Ministro del Trabajo advierte consecuencias del paro portuario mientras movilización amenaza con extenderse a todo el país

Incidentes en San Antonio, donde trabajadores intentaron bloquear el acceso al terminal de dos buses con «rompe huelgas», se sumaron a una marcha en Talcahuano para respaldar a los portuarios movilizados en Mejillones. Los exportadores que forman parte de Fedefruta advirtieron sobre las millonarias pérdidas de hasta US$65 millones si el conflicto se prolonga.


Seis mil containers permanecían varados en el puerto de San Antonio mientras el paro portuario continuaba este martes y amenazaba con extenderse a todo el país, pese a los buenos oficios del ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet, quien la semana pasada celebraba un principio de acuerdo que prometía poner término al conflicto, salvo en  Iquique, Antofagasta y el terminal de la Quinta Región.

Este último fue durante la presente jornada escenario de algunos incidentes entre trabajadores y fuerzas especiales de Carabineros, desórdenes que  se iniciaron anoche, cuando un grupo de manifestantes intentó impedir el ingreso de dos buses con funcionarios «rompe huelgas» que llegó al puerto  en medio de un abultado operativo policial.

«Aquí no hay que confundirse, nosotros no podemos tolerar en una sociedad como la nuestra, abierta y democrática, que una minoría pequeña y violenta, no sólo afecte al trabajo de todo un año del sector agrícola, de pequeños campesinos, de mujeres temporeras, sino que afecte también la posibilidad de sus colegas trabajadores portuarios de ir a trabajar cuando quieran hacerlo», dijo Jobet, al advertir las graves consecuencias que podría acarrear la movilización precisamente en esta época del año por las importaciones frutículas, y que según calculó Fedefruta, podría traducirse en pérdidas del orden de 65 millones de dólares.

Jobet recordó que lsa protestas se iniciaron en diciembre pasado en el puerto Angamos de Mejillones, y que desde ese entonces el Ejecutivo, pese a tratarse de un tema entre privados, ha trabajado en «tender puentes, buscando espacios de diálogo para que los trabajadores vean escuchadas sus demandas y los empleadores las acojan cuando sean razonables».

Y sostuvo que si bien la posición del Ejecutivo es siempre llamar al diálogo, igualmente conminó a «esa pequeña minoría que depongan el paro, que no sigan el camino de la violencia».

La movilización volvió a cobrar fuerza luego que la Unión Portuaria del Biobío anunciara  que este martes paralizará sus faenas desde el primer turno en los siete terminales de la zona, y que llevaría a cabo una marcha desde desde el Coliseo La Tortuga de Talcahuano hasta las oficinas de Ultraport, en apoyo a la movilización de Mejillones.

«Hacemos un llamado al gobierno saliente, y al entrante, que no puede descargar su impotencia de no poder controlar a la empresa Ultraport, de no poder hacer que ésta se siente aunque sea una vez a dialogar con los trabajadores, de impedir que ésta empresa reiteradamente incumpla la legislación laboral y de sentirse continuamente amenazado por el inmenso poder fáctico de ellos», aseguraron a través de un comunicado.

Además, desde la Unión Portuaria del Biobío declararon que «nosotros dimos un espacio para el diálogo, para llegar a acuerdos, para contribuir a los entendimientos, pero el Gobierno no pudo con el poder de Ultraport y esta empresa se burló continuamente de esa iniciativa ingresando ilegalmente trabajadores de otros puertos a Mejillones como rompehuelgas ilegales».

También afirmaron que «si la empresa Ultraport no se sienta a conversar, si el Estado no puede controlarla, se extenderá esta movilización a todos los demás puertos que no están actualmente en ello e incluso a nuestros gremios hermanos como forestales y mineros».

La marcha congregó a unas 3 mil personas que interrumpieron el tránsito y  protagonizaron una bulliciosa protesta, mientras algunos dirigentes eran recibidos por representantes de la empresa.

El vocero de la Unión Portuaria Biobío, José Agurto, dijo que «esta marcha es solidaria al tema de Mejillones, que quede eso bien claro (…) Ultraport es la única empresa que hoy día está teniendo problemas con los trabajadores portuarios».

Respecto a lo que ocurre en Puerto de Lirquén, el vocero de los trabajadores, Gabriel Alfaro, sostuvo que «en el puerto de Lirquén y Penco no hay movimiento de carga, recepciones (…) todo lo que hacemos nosotros dentro del sector portuario».

Por su parte, el dirigente del Puerto de Coronel, Pedro Riquelme, aseveró que «están los dos terminales parados, en este minuto se encuentran atracadas seis naves».

La protesta finalizó de forma pacífica, sin detenidos, pero desde la Unión Portuaria Biobío no descartaron paralizar sus funciones de forma indefinida.

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