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Sociólogos chilenos luchan contra el acoso callejero que sufren las mujeres

Sociólogos chilenos luchan contra el acoso callejero que sufren las mujeres

«Si bien se ha legislado sobe la violencia en el ámbito laboral o a nivel doméstico, no se ha hecho nada sobre los espacios públicos, de hecho no existe como un tipo de violencia reconocida en el país», sostuvo la cofundadora del Observatorio Contra el Acoso Callejero, María Francisca Valenzuela.


A través del Observatorio Contra el Acoso Callejero, cinco sociólogos de la Universidad de Chile estudian el acoso verbal y físico que constantemente sufren las mujeres en la calles con la intención de cambiar estos comportamientos, según explicó una de sus impulsoras.

Cambiar de camino, de ropa o soportarlo en silencio. Esas son las tres opciones que tienen las mujeres cuando son acosadas mientras caminan por la calle, una conducta que la nueva plataforma buscará erradicar.

«Es algo que ocurre con demasiada frecuencia en Chile, y que tiene un efecto psicológico en víctimas», aseguró la socióloga y cofundadora del Observatorio María Francisca Valenzuela.

La vulnerabilidad e impotencia que una mujer siente cuando nota la mano de alguien en su piel genera inseguridad y lleva a que entre las mujeres se produzcan comportamientos machistas, según Valenzuela

«La mujer empieza a sentirse insegura estando por la calle, desconfía de los hombres si tiene que soportar que la mamá o el pololo le diga que no debe vestir así», comentó la profesional, de 25 años.

El Observatorio ha decidido arrancar con un estudio cuantitativo, una encuesta que evalúe el tipo de acoso, los tramos de edad en los que son más frecuentes y los efectos psicológicos que generan entre las mujeres chilenas.

«Si bien se ha legislado sobe la violencia en el ámbito laboral o a nivel doméstico, no se ha hecho nada sobre los espacios públicos, de hecho no existe como un tipo de violencia reconocida en el país», apuntó Valenzuela.

Los piropos, sean lindos o groseros, y los tocamientos son una forma de violencia invisible que entran en la definición que hizo el Observatorio similar ya existente en Perú: «Una forma de violencia de género no deseada que implica silbidos, comentarios sexuales, alusiones groseras al cuerpo de la mujer, tocamientos, masturbación pública, miradas extremadamente lascivas y exhibicionismo».

Aunque a ojos de Valenzuela «está claro que los piropos «no están al mismo nivel» que las agresiones físicas o las palabras vejatorias, lo cierto es que contribuyen a que se perpetúe «la lógica de que los hombres pueden decir lo que sea».

«Eso convierte a la mujer en un objeto más del espacio público», según Valenzuela, quien ideó el proyecto cansada de la mirada escarnecedora de los hombres.

El Observatorio tiene claro que es importante que cambien los hombres y por eso se incluyó al sociólogo David Carrasco en la dirección del proyecto, emprendido originalmente por cuatro mujeres.

Además han lanzado una campaña a través de Facebook en la que hombres explican por qué no deberían ser irrespetuosos en la calle con unas pancartas.

En Chile volvió a saltar a la actualidad el problema con el caso de Miguel Moreno García, designado subsecretario de Bienes Nacionales del futuro Gobierno de Michelle Bachelet, sancionado por la Justicia el 27 de diciembre de 2011 tras tocarle los glúteos a una mujer en el Metro de Santiago.

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