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Patricia Matte: «Al ministro Eyzaguirre le falta mucha calle» Pdta. de la SIP hizo reparos a reforma educacional

Patricia Matte: «Al ministro Eyzaguirre le falta mucha calle»

«Dice cosas que se nota que no ha vivido. Él se educó en el Verbo Divino y muchos parlamentarios en colegios similares. Entonces, por qué si ellos pueden optar no dejan que los demás lo hagan. Esa es un poco la mirada del ministro, que es como desde arriba. Yo le pediría que mire desde abajo», sostuvo la hija mayor del matrimonio conformado por el empresario Eliodoro Matte Ossa y María Larraín Vial.


Patricia Matte Larraín salió a darle duro al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre. Desde su rol como presidenta de la Sociedad de Instrucción Primaria (SIP) –la cual tiene 17 colegios repartidos en el sector sur y norponiente de la capital– critica las reformas educacionales impulsadas por el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.

En entrevista con el diario Pulso, la socióloga y académica aseguró que al ministro Eyzaguirre le «falta calle». «El ministro dice cosas que se nota que no ha vivido. Él se educó en el Verbo Divino y muchos parlamentarios en colegios similares. Entonces, por qué si ellos pueden optar no dejan que los demás lo hagan. Esa es un poco la mirada del ministro, que es como desde arriba. Yo le pediría que mire desde abajo. Pero él partió con una mirada de iluminado, desde arriba».

«Yo he oído dos intervenciones que me han dejado epatada por la falta de calle: una, que los colegios mercantilizados le ponen un nombre inglés y los padres eligen por ese nombre y porque hay niños más rubios en el colegio. Eso lo encontré de un desprecio (…), es una falta de respeto despreciar las opciones de las personas que no tienen los medios. Y dos, la analogía que hizo de los patines», agregó Matte.

De igual modo, hizo hincapié en que le llama la atención que el ministro Eyzaguirre valide ahora “el grito libertario por una educación desmercantilizada” de los estudiantes, ya que -a su juicio- «está haciendo un discurso al revés de lo que hizo cuando fue ministro de Hacienda. Es una vuelta de carnero. Al hablar de mercantilización se está refiriendo a los particulares con fines de lucro, pero no tiene ni la finura ni la delicadeza de decir que muchos de esos lo están haciendo muy bien. Mete a todos en el mismo saco, incluyendo a los sin fines de lucro, como nosotros, que somos la minoría, pero somos personas que merecemos respeto. Creo que el ministro debió haber partido el discurso al revés, que lo relevante es que la educación pública mejore y que los buenos proyectos, tanto públicos como privados, se pudieran replicar en la pública».

Consultada por si teme que se termine nivelando hacia abajo, la hija mayor del matrimonio conformado por el empresario Eliodoro Matte Ossa y María Larraín Vial respondió que «sí». «Es como decir detengamos todo el progreso para no generar diferencias mientras recomponemos la educación pública. En el fondo eso fue lo que dijo: quitar los patines. Pero, ¿cuáles son los patines que tenemos los privados? Nada más que no tenemos Estatuto Docente ni Estatuto Administrativo y ahí el ministro tiene dos opciones: o nos impone estos estatutos que nos impide autonomía, o le entrega muchos más recursos a los públicos para que compren los patines de oro y aprenden a patinar, y mientras tanto perjudica a los que tienen patines de oro».

«En el fondo ese es el raciocinio, el cual es muy grave, pero además muy ideológico, porque están diciendo que la igualdad está por sobre el progreso personal y los seres humanos nacimos distintos, con sueños diferentes y eso es propio de cualquier nivel socioeconómico. Y esos son los sueños que el ministro quiere que algunos padres no puedan cumplir por un tiempo, mientras mejoran los otros. Eso claramente es injusto e ideológico», acotó.

En cuanto a las reformas en educación, advirtió que «ha bajado una preocupación bien importante, porque todas estas propuestas buscar cambiar la arquitectura institucional que tenemos. Además estamos intentado cambiar la Constitución para transformar la educación en derecho, y todo un tema de financiamiento. Por tanto, todo lo que hoy día nos asegura un escenario estable está siendo tocado. Entonces, los privados estamos en un escenario muy inestable.

Por último, manifestó su preocupación de que «buenos actores que hoy prestan muy buen servicio, salgan del sistema. Eso es muy grave, porque hay una escasez enorme de buenos actores, y que se cree tal inestabilidad, porque si hay algo donde se requiere acuerdo es en este tema». Si hubiese sido ella la ministra de Educación -dijo- «habría visitado todas las escuelas públicas de Chile para preguntarles donde les aprieta el zapato, qué harían para mejorar. Seguro que habrían salido muy buenas ideas. Y eso habría implicado más recursos, reforma tributaria con la que no estoy en desacuerdo. Pero hoy día se están diciendo cosas que sabemos no van a mejorar la calidad de la educación. Habría partido al revés, fortaleciendo la educación pública, y a los que tienen patines de oro les habría respetado y dado alas. Habría ido donde ellos y les habría dicho, ayúdenme a fortalecer la educación pública. Habría partido al revés, no diciendo la estructura de propiedad y el copago son determinantes, porque es falso; no habría dicho que la selección es gran tema, porque hoy tenemos muchos colegios vacíos que no seleccionan, que deben hacer campañas para atraer alumnos porque el Transantiago impide que vengan».

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