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Zaldívar en contra de los lenguajes confrontacionales y dice que «no se es más progresista por ser más altanero o más agresivo» Senador DC señala que en las reformas no se trata de «imponer una mayoría por tener mayoría»

Zaldívar en contra de los lenguajes confrontacionales y dice que «no se es más progresista por ser más altanero o más agresivo»

«De una vez por todas, hay que saber que vamos a hacer reformas, pero que hay que abrir espacios de diálogo, de acuerdos, y buscar las mejores soluciones. No por tener un voto más yo tengo la razón», argumenta el legislador oficialista.


El senador de la Democracia Cristiana, Andrés Zaldívar, sostiene estar a favor de alcanzar acuerdos con los distintos sectores de la sociedad para lograr que las reformas que impulsa el gobierno de Michelle Bachelet avancen, a lo que añade que no se trata de «imponer una mayoría por tener mayoría», admitiendo ser contrario a los lenguajes confrontacionales y que «no se es más progresista por ser más altanero o más agresivo».

De esta forma, el legislador falangista envió un mensaje a dirigentes de la Nueva Mayoría que están a favor de la tesis de la «aplanadora» y que rechazan la política de los acuerdos, al afirmar que «en materias de reformas, sobre todo reformas estructurales, no es cosa de imponer una mayoría por tener una mayoría. Creo que eso se logró en la reforma tributaria, por mucho que haya dejado algunos heridos. Yo soy contrario a los lenguajes y a las políticas confrontacionales. No se es más progresista por ser más altanero o más agresivo».

En declaraciones a El mercurio, Zaldívar apunta a las lecciones que dejó el gobierno de Eduardo Frei Montalva, al mencionar que los cambios que se hicieron en esa época fueron profundos, pero con «apertura, con participación. Los campesinos todavía recuerdan la reforma agraria como algo trascendental. También con la política del cobre, la creación del Ministerio de la Vivienda, la reforma educacional, la baja en el analfabetismo… Fue una persona que dejó una huella muy profunda».

En ese sentido, el senador precisa que también la forma en que se hicieron tales cambios fueron importantes, ya que estuvieron «dentro de la Constitución, dentro de las normas legales».

En cuanto a la situación económica que atraviesa el país, Zaldívar explica que es importante reaccionar frente a una realidad donde existe un proceso de desaceleración, señalando que lo negativo sería «enzarzarse en una discusión solo sobre cuál es su origen y dónde está la responsabilidad».

«En el caso chileno, creo que tenemos un cuadro que provoca algunos ruidos y expectativas por los cambios que se están haciendo. Pero creo que el país está en condiciones de enfrentar el ciclo recesivo en iguales condiciones que en 2008 y 2009», mencionó.

El legislador sostiene que «tenemos una economía sana, un presupuesto equilibrado, una disciplina fiscal envidiable en cualquier parte, un endeudamiento bastante bajo, y lo importante es que lo público y privado se pongan a trabajar con reglas claras, que eliminemos los ruidos. Inversión y ahorro. En eso me parece bien la línea del Gobierno de anticipar la ejecución presupuestaria, invertir principalmente en vivienda e infraestructura, la capitalización del BancoEstado y Codelco…».

Y añade que es necesario «eliminar las trabas burocráticas que paralizan inversiones y dar una sensación de que el país camina».

Además, sostiene que la situación económica del país se explica porque tiene un componente internacional que es importante y algo de responsabilidad interna.

Respecto a la forma en que se terminó abordando la reforma tributaria, Zaldívar tiene una opinión tajante en cuanto a que fue un error plantearla en un comienzo como una lucha entre ricos y pobres y no como un problema de equidad.

«De una vez por todas, hay que saber que vamos a hacer reformas, pero que hay que abrir espacios de diálogo, de acuerdos, y buscar las mejores soluciones. No por tener un voto más yo tengo la razón», argumenta.

Asimismo, estima que hubo una demora en el cambio de discurso en el que se reivindica lo privado, ya que «creo que todo este debate de blanco y negro, de la aplanadora, provoca muchas veces situaciones de cierta reticencia, pero no creo que sea determinante para el tema de la inversión. La economía funciona, por supuesto, cuando la gente tiene confianza y se tienen expectativas positivas. Por supuesto colabora a impedir que recuperación sea más rápida, por eso hay que eliminar todos los ruidos, este tipo de discusión que no tiene sentido».

 

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