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Diputados UDI cuestionan relación de Ernesto Silva con Penta y critican manejo del caso Críticas internas al timonel irrumpen en medio de crisis del gremialismo

Diputados UDI cuestionan relación de Ernesto Silva con Penta y critican manejo del caso

Nicolás Sepúlveda
Por : Nicolás Sepúlveda Periodista de El Mostrador
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Algunos sectores de la colectividad afirman que la conducción de Silva está marcada por el ascenso de una nueva generación de dirigentes; jóvenes, de alto estrato social, ligados al mundo de las empresas y todos apadrinados por Jovino Novoa. Al interior del partido los llaman “los iluminados”, y hoy son el blanco de cuestionamientos por el manejo que han tenido frente a la crisis del Pentagate, ya que el escándalo involucra a la chequera desde donde salieron los dineros para financiar las campañas de sus miembros más distinguidos.


Ayer el presidente de la UDI, Ernesto Silva, valoró que el Servicio de Impuestos Internos (SII) saliera a institucionalizar el caso que ha remecido al sistema político y que ha puesto en tela de juicio la relación de las autoridades con el mundo del dinero. En medio de su intervención, el líder gremialista señaló: “Nosotros analizamos estos temas dentro del marco de la institucionalidad, independiente de la cercanía o no que pueda haber con algunas personas, o vínculo familiar, las decisiones se tienen que analizar institucionalmente”. Silva hacía referencia a su relación con Carlos Alberto Délano, de quien es sobrino político, al ser su madre hermana de la esposa de uno de los controladores del Grupo Penta.

La cercanía de Silva con Penta, con quienes además está relacionado a través de la propiedad de la Universidad del Desarrollo, ha generado una serie de críticas al interior de su propio partido. No es un tema nuevo. Ya en el verano de 2013, cuando los gremialistas debían elegir a una nueva directiva, fueron diversas las voces que se levantaron para advertir que los vínculos empresariales del diputado podían complicar al partido.

“Ernesto está en todo su derecho de querer competir a la presidencia de la UDI, pero de todos los nombres que se han mencionado como presidenciables (…) creo que Silva es el que presenta más flancos y debilidades hacia afuera», planteó el entonces diputado Giovanni Calderón –actual asesor de los senadores de la tienda–, al diario La Segunda.

A ese planteamiento se sumó el de Manuel Rojas, quien compitió por la senaturía de Antofagasta. “No me desagrada la figura de Ernesto, pero creo que podríamos vernos envueltos en intereses personales, cuando tengamos que debatir temas de educación, considerando que está vinculado al mundo educacional». También en ese minuto el diputado David Sandoval planteó críticas: “Él tiene este inconveniente que podría ser fuente de conflictos. Ernesto será un punto de permanentes explicaciones y eso no es bueno para el partido”.

En ese momento la dirección de la UDI era disputada por el senador Víctor Pérez –ligado al ex presidente de la tienda, Juan Antonio Coloma–, y por Ernesto Silva, quien contó con el apoyo fundamental de Jovino Novoa, a quien se le achaca ser “el padrino” de la nueva camada de dirigentes. Finalmente, Pérez desistió y Silva se transformó en el nuevo timonel de la colectividad.

FUEGO AMIGO

Ahora, las mismas críticas internas estallan en medio del Pentagate, porque siempre ha sido un tema la relación de Silva con Délano. Su cercanía a las empresas y su participación en la Universidad del Desarrollo.

Bajo cuerdas, un ex vicepresidente plantea: “Hay un grupo mayoritario que siente que es un proceso que se advirtió, varios lo dijimos previo al consejo general, que era un tema que podía ser relevante en el proceso de conducción de Silva”.

[cita]El diputado (por Aysén) David Sandoval es claro y apunta: “El que el presidente esté relacionado familiarmente y en los negocios con el grupo Penta dificulta todo. A nadie se le cuestiona que tenga relaciones familiares o participación en empresas, pero el tema está en cómo logramos separar los negocios de la actividad política, eso no lo hemos logrado, y de eso se trata”.[/cita]

No es una crítica aislada. El diputado (por Aysén) David Sandoval es claro y apunta: “El que el presidente esté relacionado familiarmente y en los negocios con el grupo Penta dificulta todo. A nadie se le cuestiona que tenga relaciones familiares o participación en empresas, pero el tema está en cómo logramos separar los negocios de la actividad política, eso no lo hemos logrado, y de eso se trata”.

A juicio del parlamentario, su partido debe resolver la situación con premura para evitar seguir enredándose en la polémica: “Este punto de conflicto refleja que hay que trabajar en ese tema. Hay que resolverlo. Hay que establecer fronteras claras y precisas para que esto no acontezca. Pasó lo mismo cuando asumió el Presidente Piñera, con el tema del fideicomiso… Cuando estos temas no se resuelven rápido, se generan vinculaciones y enredos. No es bueno verse enfrascado en estos cuestionamientos”.

Otro alto dirigente partidario comenta que el manejo de la nueva directiva no ha estado a la altura: “La actual mesa ha sido errática, ahora es cuando se debe socializar internamente y después salir a hacer un pronunciamiento público, pero eso no ha sido así. Aquí ha habido una reacción más juvenil, más adolescente, sin comité de crisis, muy de la guata. Te diría que hay mucha capacidad, mucha energía, pero poco talento”.

A modo de ejemplo, se menciona la estrategia de salir a vincular el Pentagate con lo que enfrentó el partido durante el caso Spiniak, “un Pablo Longueira es capaz de enfrentar y superar algo así, pero no un Ernesto Silva, que no tiene trayectoria”.

La poca socialización de la crisis al interior del partido es algo que se comenta en la bancada de diputados. Celso Morales, parlamentario de la tienda, señala al respecto: “Lo que estamos pidiendo es poder tener una conversación para tener toda la información del caso y poder emitir un juicio. No tenemos la certeza de lo que está pasando y si existen o no esos documentos (boletas irregulares en Penta). No ha habido una instancia para conversar el tema”, reclama el diputado.

Uno que perdió las pasadas elecciones –“no contamos con todo el apoyo que uno quisiera, como sí lo tuvieron otros candidatos”, plantea- es Manuel Rojas, quien compitió por un cupo de senador en Antofagasta y quedó fuera por el binominal. Rojas alega que “yo al estar tan lejos de la capital no tengo mayores antecedentes. Yo soy como el patito feo de la UDI. No tengo un conocimiento de la relación de la UDI con grupos económicos”.

Rojas agrega que “la UDI debiera preocuparse más de lo que pasa en regiones, ahí esta nueva directiva ha fallado un poquito”. “Creo que ha faltado una posición más concreta y especifica de cómo vamos a salir adelante. Ha faltado socializar más este tema con todo el partido”, complementa Sandoval.

La diputada Marisol Turres es más cauta, y plantea que “creo que las críticas debieran hacerse internamente y no por la prensa”, a lo que suma que “esto no es algo fácil de enfrentar. Además, si se vieran personas de la UDI involucradas, esto no tiene por qué enlodar a todo el partido”.

La diversidad de críticas tendría su razón de ser en cómo se repartieron las platas en la pasada elección parlamentaria. Un ex integrante de la mesa comenta que “lo que se ha generado, es que los críticos de Ernesto y la actual mesa sienten que en este Pentagate queda acreditado que hubo un mayor apoyo a este grupo más joven de parlamentarios. Ese es un sentimiento que está muy arraigado. Además miran con cierta distancia lo que está pasando. A eso se suma que la directiva ha pedido poca ayuda”.

Otro ex parlamentario, que prefiere mantener su identidad bajo reserva, dice que se perdió el brillo en la tienda, y que ya nada funciona como en los tiempos en que Jaime Guzmán y Simón Yévenes estaban al mando: “La UDI se llenó de nepotismo; imagínate, Ernesto está casado con la hermana de Coloma, es pura parentela no más. Hay una descomposición moral, por todo lo que ha pasado. Se perdieron los sueños, los ideales, la mística. La UDI fue un proyecto de Jaime Guzmán muy unido a un modelo de sociedad y al cual se adhería con mucha mística y nobleza para afrontar el trabajo político como un verdadero apostolado. Pero hoy todo eso se perdió. Hoy es una suma de proyectos personales”.

Fuera de micrófono, otros parlamentarios suman cuestionamientos. Dicen que el poder está demasiado concentrado, y que las decisiones las toman unos pocos. Que los privilegiados son los cercanos a Jovino Novoa, y que eso se notó incluso durante la pasada campaña parlamentaria, donde la chequera de Penta habría jugado un rol clave.

EL ASCENSO DE LOS ILUMINADOS

Así les dicen a los nuevos dirigentes del gremialismo, “los iluminados”. El mote nació derivado del grupo secreto que buscaría dominar el mundo, los “Illuminati” –cuyas historias abundan en la teoría de la conspiración–. La disidencia partidaria cuenta que los miembros del nuevo lote controlador del gremialismo comparten características clave, como ser herméticos en sus operaciones y tener una cuna común.

“Todos jóvenes, de clase acomodada, cercanos a las empresas y con conexiones en los think tanks”, los describe una fuente gremialista, la que añade que el ex senador Jovino Novoa –coronel histórico–, los apadrinó y fue determinante en la llegada de Ernesto Silva a la presidencia del partido.

Además de Silva, en el grupo se cuenta a la senadora Ena Von Baer, y a los diputados Jaime Bellolio, Javier Macaya y María José Hoffmann, entre otros.

En los márgenes de la tienda gremialista se los crítica. Los viudos de los coroneles –el grupo interno que por décadas condujo al partido fundado por Jaime Guzmán– alegan que no recibieron suficientes recursos durante la campaña, que se privilegió a los cercanos a Novoa por sobre el resto, y que la chequera de Penta fue la que financió los triunfos de sus dirigentes. “Es cosa de comparar los aportes reservados que recibieron unos y otros”, propone como ejercicio un asesor de la tienda.

“Públicamente se dice que no, pero es cierto que Jovino decidía a quién se le daba más financiamiento y a quién no”, comenta un dirigente crítico, en relación al reportaje de Ciper que sindicó al ex senador Novoa como quién definía para qué campañas iban las platas Penta.

La misma fuente agrega que el caso de los actuales senadores Von Baer y Moreira es sintomático. Cuando ambos competían por representar a la UDI en la circunscripción de Santiago Oriente, la decisión de la dirigencia fue enviar a ambos a regiones, para cederle el cupo al ex ministro Laurence Golborne. “Y eso significó que a los dos se les dio financiamiento extra”, comenta.

Hoy, según la declaración del ex gerente general del Grupo Penta, Hugo Bravo, que se filtró a la prensa, se acusa tanto a Von Baer como a Moreira de recibir aportes irregulares por parte de holding controlado por Délano y Carlos Eugenio Lavín.

En la interna del partido estas situaciones se comparan con las sucedidas con Gonzalo Uriarte, quien compitió por retener el cupo gremialista en el Senado representando a la Región de Coquimbo, y que no habría recibido el respaldo necesario, al igual que Manuel Rojas en Antofagasta. Se agrega que cuando se decidió sacar a Cristián Letelier de Melipilla para que en su lugar compitiera el hijo del senador Coloma, Juan Antonio, habría operado la misma lógica: privilegiar a los cercanos al grupo formado por la nueva directiva.

Desde la directiva comentan que no se harán cargo de comentarios que se efectúan por los medios y que no han sido planteados directamente a ellos. En todo caso, advierten que esta es una oportunidad para demostrar su liderazgo y que “ha sido un escenario muy complejo, donde hemos tenido información a cuentagotas. Solo ayer hubo un punto de inflexión (por la denuncia del SII), antes eran solo rumores”.

Respecto a los cuestionamientos, afirman que “hemos llevado este tema dos veces a la Comisión Política. Me parece un poco injusto lo que se dice. Para enfrentar una situación difícil, no importan tanto las jinetas o la experiencia previa que tú tengas. Si es necesario consultar la opinión de liderazgos anteriores, lo haremos, pero lo haremos con liderazgo. No hemos recibido ninguna crítica directa. Nos desayunamos. Acá hubo elecciones internas y hubo un proceso válido”.

En todo caso, todos coinciden en que no es probable que la sangre llegue al río. Que los “viudos de los coroneles” están desperdigados y que las nuevas figuras del gremialismo han logrado instalarse. Eso sí, se dice que todo dependerá de cómo se desarrolle este caso, y se preguntan si Silva podrá seguir resistiendo la embestida a medida que vayan surgiendo nuevos antecedentes. La Fiscalía tiene la palabra.

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