El periodista, empresario y hombre de confianza de Enríquez-Ominami declaró ante el SII que muchas veces entregaba «consejos muy simples» y por ello se cobraba.
El pasado 10 de junio Cristián Warner, ex asesor de las campañas presidenciales de Marco Enríquez-Ominami, declaró ante un fiscalizador del Servicio de Impuestos Internos (SII).
Su relato, actualmente en manos del Ministerio Público, relata cuáles fueron los trabajos que habría realizado su empresa «Cristián Warner Comunicaciones Publicidad y Marketing EIRL» a SQM Salar entre 2011 y 2013, consigna hoy La Tercera.
Se trata de 33 facturas que suman un total de $362 millones
«Esto principalmente era una asesoría comunicacional. Partimos en 2011 con un monto bien bajo, porque nos queríamos meter en el negocio, establecer una relación. Los análisis se referían básicamente a análisis comunicacionales, que incluyen cliping, análisis, sugerencias de consejos publicitarios y de cómo aparece en los medios de comunicación la empresa, análisis de coyuntura, en general, todo lo que tenía que ver con las comunicaciones de las empresas», aseguró Warner.
Agregando que su contacto era el entonces gerente general de SQM, Patricio Contesse: “Lo contacté directamente a través de la empresa (…) pudimos convencerlo de que los servicios eran necesarios y que debían ser pagados a precios de mercado».
De igual modo, declaró que a las reuniones con Patricio Contesse acudía solo, «y siempre nos reuníamos en las instalaciones de SQM, por lo que recuerdo».
Asimismo, aclaró que «siempre hubo contratos, desde el principio. En este se establecía un monto fijo, dividido en tantos meses, y tenía que entregar informes escritos en parte, y el resto, mucha conversación o minutas generadas en el minuto de la reunión, que siempre, en todo caso, tenían como base informes escritos que fueron aportados junto a la notificación. No nos entregaban los respaldos de recepción de los informes, ya que se los entregábamos directamente a Patricio Contesse».
«Toda la documentación sobre los informes es parte del trabajo realizado, y que quedó con un registro impreso, pero también consistía en consejos y asesorías que van más allá de los documentos que quedaron con respaldo. De repente, se da un consejo muy simple, que es importante para la empresa, y por ello hay que cobrar», ahondó el ex asesor de MEO.
Ante la consulta de quiénes realizaban los supuestos servicios a la minera no metálica, precisó que «siempre contratamos gente a través de honorarios, que nos permitan desarrollar este proyecto y otros. Estas personas son gente con experiencia en el rubro de las comunicaciones, periodistas, economistas, de ámbitos muy diversos, quienes me ayudaban con todo el trabajo de la empresa. Con esta gente nos reuníamos mucho en café. Ahí trabajo mucho. Generalmente son afuera de la oficina».
Entre los clientes de su empresa, acotó Warner, se emcuentran «Chilectra, SQM Salar, Ops, Inversión Los Castaños, Fundación Euro Chile, entre otros».
Marco Enríquez-Ominami aparece mencionado en varios correos electrónicos donde su ex asesor acuerda el pago de una millonaria suma de dinero con Katherine Bischof, la ex secretaria del controlador y el ex gerente general de SQM, Julio Ponce Lerou y Patricio Contesse, respectivamente.
Los pagos comenzaron en 2011 a través de la filial SQM Salar –misma que efectuaba pagos a Asesorías y Negocios, de Gorgio Martelli– y eran por cuatro millones de pesos mensuales. Pero posteriormente, SQM pactó con el profesional un «nuevo aporte» de 250 mil dólares que serían cancelados en 12 pagos. Y fue entonces cuando comenzó un intercambio de correos que está complicando al ex abanderado presidencial progresista, quien en varias entrevistas ha negado rotundamente haber recibido aportes de la compañía que está junto a Penta en el ojo del huracán por el aporte irregular de dineros a campañas políticas.
Los recursos extra se pactaron después de la reunión que ME-O sostuvo con Patricio Contesse entre fines de 2011 y principios de 2012, cita que el ex diputado admitió. De hecho, en una entrevista a La Segunda el 9 de abril, dijo que fue para plantear su posición sobre «la estatización del litio».
Luego que la secretaria le comunicó a Warner la entrega de la nueva suma, este último le preguntó si eran adicionales a los $4 millones que ya se le pagaban, a lo que Bischof respondió: «Don Marco debe tenerlo claro o no?».
El periodista respondió en otro correo que «Marco me comentó claramente que eran adicionales (…). Es decir, mantenemos los 4 millones mensuales y le agregamos este adicional dividido en 12 meses. Era solo para confirmar con usted, pero eso fue lo que me transmitió Marco textual».
Asimismo, le indicó a Katherine Bischof que en enero de 2012 facturaría los cuatro millones, pero que el mes siguiente documentaría los recursos extra por los próximos 12 meses. Y así fue: en febrero de ese año facturó por $14.300.000, monto que se le pagó el 2 de marzo, y que se repitió hasta diciembre de 2013.
Los correos formarían parte de los cerca de 400 mil correos de 11 computadores de ejecutivos de SQM que fueron revisados por consultores internacionales. Estos últimos advirtieron el pasado 13 de abril que detectaron varios mensajes que fueron borrados del computador de Katherine Bischof. Sin embargo, los investigadores aseguaron que podían recuperarlos. El contenido de estos fue solicitado el 9 de junio pasado por el fiscal Emiliano Arias, quien forma parte del equipo del Ministerio Público a cargo de la indagatoria Penta-SQM.
