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Jorge Navarrete califica de grotesca performance de Longueira: “Desconoció sus faltas, culpó a otros por lo que padece” Y destaca su renuncia a la UDI

Jorge Navarrete califica de grotesca performance de Longueira: “Desconoció sus faltas, culpó a otros por lo que padece”

El abogado señala que el ex senador terminó por «sucumbir a la droga que para muchos representa la influencia; borrachos de poder, sellando el destino de tantos y auto asignándose una posición y rol -nada menos que una misión en este caso- que no solo los habilitaba para pontificar y decidir sobre los demás, sino peor, los excusaba de reparar en los límites legales y éticos para cumplir y prolongar dicha función».


El abogado y columnista Jorge «Pirincho» Navarrete cuestionó al ex senador y ministro Pablo Longueira por desconocer sus faltas en el caso de los mails con el ex gerente general de SQM, Patricio Contesse, por la ley de royalty minero, destacando el haber dado la cara a diferencia de otros políticos y su renuncia a la UDI, partido que contribuyó a fundar.

En su habitual columna en La Tercera, Navarrete expone que la salida de Longueira del gremialismo se realizó en un «acto cargado de un simbolismo dramático y teatral, uno de los íconos de la política de la transición representaba su propia crucifixión, no sin antes fustigar duramente a la prensa y arengar a los suyos por el difícil momento por el cual atraviesan».

«Pese a las abismantes diferencias ideológicas y a su estilo tan autoritario como mesiánico, siempre me pareció loable esa dosis de indolencia frente al qué dirán, el que a tropiezos y sin mucha elegancia intentaba rescatar esa cuota de voluntad y visión que hace rato se extravió en una actividad que está más convertida en un concurso de popularidad», explica.

Sin embargo, sostiene que lo anterior no puede oscurecer el reproche de comprobarse los hechos que se le imputan, «los que no solo con los ojos de hoy, sino también con los de ayer, merecen un unánime repudio».

Navarrete señala que Longueira terminó por «sucumbir a la droga que para muchos representa la influencia; borrachos de poder, sellando el destino de tantos y auto asignándose una posición y rol -nada menos que una misión en este caso- que no solo los habilitaba para pontificar y decidir sobre los demás, sino peor, los excusaba de reparar en los límites legales y éticos para cumplir y prolongar dicha función».

«De esa manera, él, como varios, sin quererlo incluso, terminaron por consumar la peor de la traiciones: aquella que supone apropiarse del proceso de deliberación colectiva, privatizando el espacio público, olvidando las razones que los llevaron a desarrollar esta actividad y confundiendo los mandantes a los que se debía servir», precisa.

Además, criticó el hecho que haya desconocido sus faltas, culpando a otros por la situación que lo afecta, en «una escena destemplada, fuera de lugar y cuyas imágenes a ratos resultaban grotescas. Pero a diferencia de muchos, el otrora todopoderoso Coronel sí dio la cara y anunció que dejaba el partido político que contribuyó a fundar».

En ese sentido, agrega que para muchos su salida de la UDI resultará insuficiente o irrelevante, pero «es palpable el contraste con la indignidad de tantos, en todo el espectro político, de forma individual como colectiva, que han relativizado las acusaciones que se les hacen, modificado varias veces los criterios para evaluarlas o que incluso han tenido la obscenidad para justificar las faltas y delitos propios o de sus correligionarios».

Finalmente, respecto al cuestionamiento que hizo a la prensa, el abogado y ex militante DC sostiene que «responsabilizar a los medios de comunicación por lo que está ocurriendo, es como culpar al niño de aquel cuento que gritó “el rey está desnudo”. Lo que sí podría apuntarse sobre la indecencia y miserias del gremio, es la vergüenza que deberían sentir los periodistas que, a estas alturas, aceptan sentarse, cubrir, publicar o comentar el fondo de una conferencia de prensa donde no se aceptan preguntas».

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