«El único culto que queda vivo es el del Dinero. Por el Dios Dinero se destruye todo lo sagrado todos los días, y nadie rasga vestiduras», declara.
Luis García Huidobro, ex seminarista jesuita que abandonó la Iglesia católica para vivir de la tierra con las comunidades mapuche de la zona de Ercilla y defender la causa de la recuperación de territorios, reflexiona sobre el ataque que perpetró un grupo de encapuchados en la iglesia de la Gratitud Nacional.
A través de su cuenta en Facebook, sostiene: «He visto tantas veces destruir lugares sagrados mapuche. He visto machis caer enfermas después. Vivo entre las ruinas de lo que fueron miles de hectáreas de territorio sagrado. He oído llorar a los PuLongko y a los Ngen por la destrucción de lo sagrado».
«He visto que se ha hecho con la autorización legal del gobierno de turno, y por supuesto con el silencio cómplice de los medios que hoy nos hartarán con su cháchara sobre el respeto al culto. ¡Vayanse a la mierda! El único culto que queda vivo es el del Dinero. Por el Dios Dinero se destruye todo lo sagrado todos los días, y nadie rasga vestiduras», prosigue.
“Como cristiano no me siento ofendido por el saqueo a una Iglesia Católica, cuyas autoridades dan motivos de sobra para el odio. El Dios de los cristianos está en el que sufre y en el que lucha, no en los lugares ni en las imágenes. Jesús mismo no le tenía nada de simpatía al templo, y también usó la violencia directa contra el culto hipócrita”, concluye.