Las denuncias lo obligaron a dejar su cargo en la sede chilena en Francia
El embajador José Miguel Cruz, a cargo de llevar adelante el proceso, luego de dos meses de investigación, acusa al también ex diputado PPD de acoso laboral, definición de funciones poco claras y problemas con el sistema de horas extra, que no habría controlado con el debido rigor.
El embajador de Chile en Noruega, José Miguel Cruz, comisionado para llevar adelante un sumario contra Patricio Hales, ex representante de nuestro país en Francia, formuló al menos tres cargos en contra del también ex diputado PPD, que debió dejar su cargo en el servicio exterior, luego de que la masoterapeuta Carolina Cosmelli lo denunciara por acoso laboral y sexual.
Luego de dos meses de investigación, informa La Segunda, el proceso en contra de Hales incluye las acusaciones de acoso laboral, definición de funciones poco claras y problemas con el sistema de horas extra. Pero fuentes de la investigación citadas por el vespertino aseguran que no se incluye la acusación de abuso sexual.
Respecto al acoso laboral, está basado en los dichos de Carolina Cosmelli, quien en 2002 conoció a la esposa de Hales, María de Los Angeles Swinburn, que la invitó a trabajar en la embajada chilena, lo que hizo entre 2014 y 2015.
Sobre Hales, Carolina Cosmelli dijo: «Me pedía cosas exageradas respecto de sus cosas personales», afirmó Cosmelli en el proceso, específicamente respecto de formas de preparar los alimentos, entrega de remedios, y particularmente mencionó las reacciones airadas frente a cualquier error. El trabajo, que por contrato se extendía por 45 horas semanales, también debía cumplirlo en sus días libres.
En relación con las horas extras, se adjudica responsabilidad a Hales de no haber llevado un control riguroso de las mismas.
En mayo, Hales se defendió afirmando que las acusaciones de Cosmelli son expresión de una «venganza» por no darle una importancia particular respecto de otros empleados. Afirmó que registró horarios falsos de trabajo para aumentar su sueldo bruto de 1600 euros y que habría estimulado en su esposa celos injustificados. Su abogado declinó hacer comentarios a La Segunda «por el momento».
