El rector de la Universidad Católica envió una carta masiva a toda la comunidad de la UC. En el texto explicó su visión respecto a la Reforma de Educación Superior, señaló que omparte la necesidad, objetivo y principios generales de la propuesta ingresada por el Gobierno, pero que contiene «elementos que ciertamente nos generan gran preocupación».
El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, escribió un largo correo a la «comunidad de la UC» en la que describe su postura respecto a la Reforma a la Educación Superior.
En el texto, el rector explica que comparte la necesidad, objetivo y principios generales de la propuesta ingresada por el Gobierno, pero que contiene «elementos que ciertamente nos generan gran preocupación», principalmente respecto a «la función pública de las universidades, la autonomía universitaria y la regulación del sistema, junto al financiamiento estudiantil y de las instituciones».
Según Sánchez la reforma no logra «una definición del rol público de las universidades», ya que remitiría solo a las «estatales». «Si bien estimamos necesario otorgar apoyo a las universidades estatales, en particular las de regiones, este apoyo no debe ser exclusivo y a expensas de otras instituciones. El desconocimiento de la tradición histórica de la ES constituye una discriminación imposible de aceptar. Se debe valorar la diversidad del sistema, conscientes que el foco prioritario debe estar en la calidad».
El segundo lugar se refiere al nuevo sistema de regulación a la Educación Superior: «Los nuevos organismos propuestos -como la Subsecretaría, Superintendencia y el Consejo de la Calidad-, deben ser entidades que permitan a las instituciones avanzar con claridad y rigurosidad, sin establecer sobrerregulaciones que burocraticen en exceso el sistema, concediéndole al Estado un único rol controlador. La propuesta, junto con ser desfavorable para el desarrollo de la ES, constituye un riesgo mayor a la autonomía universitaria, aspecto crucial en el crecimiento y desarrollo del sistema».
Respecto a la gratuidad y el financiamiento Sánchez considera en su carta que a pesar de que el «proyecto revela su objetivo de avanzar en inclusión e igualdad de oportunidades (…) lo hace con gran riesgo de afectar la calidad de los proyectos educativos, debido a la escasez de fondos y a los ajustes económicos que deberán realizar las instituciones».
Agrega que el cambio en la forma de entrega de aportes basales para las universidades privadas «a pesar de ampliar su monto crea gran incertidumbre en el sistema», ya que son de carácter concursable, por lo tanto «no es posible aceptar ni estar de acuerdo con ella».
«El proyecto debe ser analizado y discutido en profundidad en el parlamento. Los pilares principales de la propuesta deben ser la calidad y la equidad, respetando la autonomía de cada institución y su capacidad para crecer y desarrollarse. Si queremos una reforma transformadora en el sistema universitario y técnico profesional, es vital valorar la diversidad de la educación superior de función pública», finaliza la carta a la comunidad de la PUC.
