El empresario Gonzalo Vial Concha declaró ante la Fiscalía de la VI Región que el Mauricio Valero -socio de Natalia Compagnon- ofrecía contactos en el SII y la Contraloría.
Gonzalo Vial Concha, empresario rancagüino que presentó una solicitud para formalizar por estafa a los socios de Caval, Natalia Compagnon y Mauricio Valero, declaró el 13 de diciembre pasado ante el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias.
En la ocasión, relató que cuando conoció a Compagnon y Valero le pareció que eran «personas serias y creíbles (…) ellos decían que sus asesorías eran multidisciplinarias, ya que contaban con un equipo de expertos que te pueden asesorar en diversas materias».
«La gama de servicios y asesorías que me proponían era enorme, desde asesorías inmobiliarias, pasando por tributarias y miles de cosas más», agregó Vial.
Tal como consigna El Mercurio, la primera asesoría que contrató fue una inmobiliaria, por un terreno de Tejas Verdes en Machalí. De este trabajo, el empresario aseguró: «Nunca vi beneficio o resultado».
De igual forma, recalcó que en las reuniones, Valero «insistía en que me podía ayudar porque conocía gente influyente, tenían contactos en todos los ámbitos: público, privado y todo lo que pudiera necesitar. Ante estas afirmaciones, Compagnon no refería nada, solo asentía. Me ofrecía Valero contactos con el SII y la Contraloría General de la República, me ofrecían pertenencias mineras (…) Para ellos, era todo fácil. Así se presentaban, me ofrecieron incluso negocios de hospitales, los cuales rechacé».
«En las pocas reuniones que tuvimos juntos y también en presencia de Natalia Compagnon, me ofrecía, además, asesorías que más tenían que ver con manejo de influencias y apoyo de las influencias que ellos tenían en mis negocios, a lo cual yo siempre me mostraba reticente y nunca utilicé ninguno de los contactos que ellos decían tener en los diversos ámbitos del quehacer nacional», acotó.
De acuerdo a su declaración, siempre se mostró negativo ante esos ofrecimientos ya que no quería estar cerca de «nada que estuviera teñido por un manto de ilegalidad (…) Mauricio Valero era el más insistente en esto, y por lo mismo, después solo seguí tratando con Compagnon».
Estos ofrecimientos se hacían en presencia de Compagnon, «quien mostraba que conocía del tema de las influencias que Valero me ofrecía y no decía que no, ni nada al respecto, estando presente y mostrando así su aprobación».
Uno de los contactos que decían conocer era el de Andrónico Luksic, empresario y vicepresidente del Banco de Chile: «Me hablaron de la cercanía con Andrónico Luksic, con el Banco de Chile, y que por lo mismo me podrían conseguir convenios para mi empresa».
