El plantel arrastra deuda de $ 1.200 millones.
A pocos días de que la Universidad Arcis fuese declarada en quiebra por el Cuarto Juzgado Civil de Santiago, apareció otro plantel con una severa crisis financiera e institucional.
Se trata de la Universidad Iberoamericana, que tuvo que suspender el inicio del año académico producto de lo anterior.
Los cerca de 2.900 alumnos se enteraron ayer a través del sitio web de dicha universidad que “debido a ajustes administrativos” el inicio del año académico se aplazaría para el 13 y 15 de marzo, según consigna La Tercera.
Según el matutino, el plantel figura con una deuda de $ 1.200 millones. A eso se suman los conflictos al interior de la asamblea de socios. Esto, llevó a que la universidad no cuente con fondos para operar.
De hecho, se mantiene impagos los sueldos correspondientes a febrero de los casi 250 funcionarios, además de estar en morosidad con la mayoría de sus proveedores.
Este lunes, Félix Viveros presentó su carta de renuncia como recto de la U. Iberoamericana. Igual que él, otros cuatro miembros de la junta directiva también abandonaron sus cargos, dejando solo al actual presidente de dicho órgano, Roberto Belmar.
“Esto se produce por la imposibilidad absoluta de dar continuidad al proyecto educativo», dijo Viveros.
“Los socios acordaron que ya no quedaría en manos del rector la posibilidad de nuevos inversionistas o de una fusión, sino que sería tarea del presidente de la asambleas de socios, Jorge Cárdenas. Eso ya trajo durante febrero alta inestabilidad, porque no fue posible seguir asegurando flujos ni tampoco conseguir alguna alianza estratégica”, agregó.
“Actualmente, hay una deuda financiera de $ 1.260 millones y existen compromisos cercanos a mil millones más: $ 600 millones que se debe devolver del CAE y pagos a proveedores directos por unos $ 400 millones”, detalló la ex autoridad académica.
“Con el apoyo monetario de la asamblea de socios, la universidad es un proyecto viable. Es su responsabilidad que no pueda funcionar”, concluyó.
A comienzos de 2017 se desintegró la asamblea de socios, que estaba compusta por Gladys Cárdenas, en representación de Filomena Narváez, fundadora e investigada por presuntos delitos tributarios; más los tres hermanos Cárdenas Narváez. En febrero, Gladys renunció a ser parte de dicha asamblea y el resto de los miembros tomó el control de la instancia.
Cabe recordar que el Servicio de Impuestos Internos (SII) interpuso una querella por presunto delito tributario contra Filomena Narváez, fundadora de la Universidad Iberoamericana y dueña de la inmobiliaria Iberoamericana.
Según la acusación del SII, en los años tributarios 2009, 2010 y 2011, la empresa de Narváez habría omitido la declaración de impuesto a la renta, mientras que en 2015 habría presentado una declaración incompleta. La sospecha recaía en que los inmuebles ocupados por el plantel eran de propiedad de la inmobiliaria.
En 2012, ya se evidenciaba el conflicto familiar al interior de la U. Iberoamericana, cuando los hijos de Narváez trataron de declararla interdicta.
