«Le pido que invite al Estado de Chile a revisar mi situación e intervenga en este nuevo juicio, en el cual los fiscales de este país intentan condenarme a 40 años de cárcel, sin tener pruebas en la carpeta investigativa, sin yo tener ningún vínculo en este horrible crimen, pues ya ha quedado demostrado (…) Si Ud. averigua un poco, se dará cuenta que en Chile sólo a los Mapuche se nos aplica la Ley Antiterrorista, no se nos respeta la presunción de inocencia, la prisión preventiva es extremadamente larga y sin justificación», señala Linconao en la misiva.
La Machi Francisca Linconao tenía la intención de entregarle una carta al Papa Francisco quien se encontraba en la Base Aérea Maquehue donde celebraba una misa, en la que citó una canción de Violeta Parra: «Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar» para destacar que esta tierra, la más pobre de Chile, está también llena «de pena y dolor».
Sin embargo, personal de Cabarineros impidió su acceso.
Linconao le explicó a los uniformados que ella es una autoridad religiosa de su pueblo y, por tal razón, no debería tener impedimento en ser recibida por el líder de la Iglesia católica.
Carabineros le señalaron que para poder ingresar debía tener una autorización e invitación.
En la misiva, Linconao plantea lo siguiente:
«Le pido que invite al Estado de Chile a revisar mi situación e intervenga en este nuevo juicio, en el cual los fiscales de este país intentan condenarme a 40 años de cárcel, sin tener pruebas en la carpeta investigativa, sin yo tener ningún vínculo en este horrible crimen, pues ya ha quedado demostrado».
«Si Ud. averigua un poco, se dará cuenta que en Chile sólo a los Mapuche se nos aplica la Ley Antiterrorista, no se nos respeta la presunción de inocencia, la prisión preventiva es extremadamente larga y sin justificación».
«Sólo a los Mapuche se nos somete una y otra vez a juicios, existiendo una condena anticipada por los medios de comunicación».
«Ya lo dije en un medio de comunicación local: Ud. y yo somos Autoridades Espirituales, y podemos dar muestra del respeto que debe existir entre las personas que habitamos esta tierra, sin embargo, debido a la persecución en mi contra, no he podido vivir mi espiritualidad».
«Muchas gracias y espero lleve esta palabra a su país de origen, pues allí también está sufriendo lo mismo nuestro Pueblo Mapuche», concluye la Machi.