A punto de cumplir 65 años, fue comunista cuando joven pero la experiencia fue tan dura que hoy es un aliado incondicional de la derecha, al punto de que durante la campaña posteó un mensaje falso de Maduro apoyando a Guillier y otro criticando la discriminación racista de la izquierda, con una canción de Víctor Jara.
Hizo campaña y tuvo su premio. A fines de noviembre cuando el triunfo de Piñera no se veía tan holgado como fue, Roberto Ampuero se fue a las trincheras y publicò en Twitter a sus 48.300 seguidores que Nicolás Maduro apoyaba a Alejandro Guillier. Pero el posteo resultò ser falso y los troleos al escritor llegaron en masa.
Pero las burlas no fueron obstáculo para que volviera a polemizar, con un argumento discutible. Ampuero, cuatro días después de la elección respondió un desafortunado comentario de la diputada PC Karol Cariola sobre los votanes «En Recoleta vi gente que no había visto nunca, de pelo muy rubio». El ex ministro de Cultura se demoró poco en subir el nivel. «Discriminación racista que practica izquierda en Chile contra personas de pelo rubio, como lo hace diputada Cariola (PC), es de vieja data: ya Víctor Jara cantaba contra los rubios del Barrio Alto», dijo y remató «¡Rechacemos discriminación y odio racial en Chile!».
Probablemente este último gesto hacia una gran causa mundial como el fin del racismo, motivó a que el Presidente pensara en él como el próximo Ministro de Relaciones exteriores en vez de Hernán Larraín, o el ex canciller Alfredo Moreno.
Pero Ampuero ya tiene roce internacional. No es tan famoso como otros escritores chilenos vivos (Isabel Allende) pero es conocido fuera del país.En Cuba por ejemplo, es posible que lo recuerden. Aunque los jerarcas con los que se vinculó para vivir en el elegante barrio habanero de Miramar, ya están muertos, como su ex suegro Fernando Florez Ibarra, un jerarca del castrismo. «He vivido menos de un tercio de mi vida en Chile», confesó.
Los capítulos tristes de su autoexilio, se resumen a una temporada estudiando y trabajando en Alemania Oriental, una pesadilla de la que logró salir. Al otro lado del muro conoció a su esposa, la ex embajadora de Guatemala Ana Lucrecia Rivera, a quien conoció en reuniones sociales. Con ella vivió los tres años que estuvo destinada en Suecia. En 2003 y hasta 2008 vive en Iowa, Estados Unidos, con trabajo en la universidad local.
Las aventuras de Ampuero como disidente del bloque soviético lo convierten en una especie de gurú intelectual para la derecha, que lo cita como ejemplo de la conversión de alguien que despertó del socialismo real. Ya fue Ministro de Cultura y luego del gobierno se vinculó con la Fundación para el Progreso, la misma que cobijó al abogado Axel Kaiser y que financia el empresario Nicolás Ibáñez, ex controlador de Líder.
Autor de unos 20 libros, ocho del detective Cayetano Brulé. Padre de tres hijos, este nombramiento le llega a poco menos de un mes de cuumplir 65 años.
