PAÍS
Desde el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género aseguraron apoyo psicológico para las afectadas.
Un grupo de mujeres gendarmes del Centro Penitenciario Femenino de Antofagasta (CPF) denunció el viernes pasado el hallazgo de una cámara de video al interior de un ducto de ventilación de los baños del recinto.
El hallazgo se encuentra siendo investigado por funcionarios de la policía de investigaciones (PDI), quienes han llevado todos los antecedentes a Fiscalía para continuar con las primeras diligencias tras la denuncia.
Desde la Asociación de suboficiales y Gendarmes de Antofagasta explicaron que buscan entregar toda la tranquilidad a las gendarmes y por eso decidieron realizar de inmediato su traslado a otras instalaciones, así también colaborar y facilitar en mayor medida la investigación policial.
Tras la espera de los resultados de investigación se pretende gestionar un patrocinio para que las afectadas puedan iniciar las respectivas acciones legales provenientes desde el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.
Al respecto, la seremi Katherine Veas, señaló que como Ministerio pusieron a disposición de las afectadas la contención y el apoyo psicológico necesario y profesional para superar este lamentable hecho y así realizar la labor de primera contención a las funcionarias, que aunque no se encontraban todas por el traslado, aseguró que continuarán con el acompañamiento y retomarán el trabajo cuando sea necesario.
Este nuevo caso de espionaje sexual viene seguido al ocurrido en 2017 con un grupo de marinos de la fragata «Almirante Lynch», quienes también instalaron una cámara oculta para grabar imágenes de sus compañeras de armas. En esa ocasión el comandante en jefe de la Armada, Enrique Larrañaga, manifestó que casos así debieran terminar con sanciones importantes.
En la misma oportunidad, se aclaró que aquel caso de espionaje no ponía en duda la seguridad interna de las funcionarias en los buques de guerra y calificó como «excesivo» hablar de una «red de espionaje», ya que en esa ocasión solo fue una persona quien grabó a sus compañeras. Sin embargo, hoy con las precarias medidas de control y de seguridad en los departamentos penitenciarios sería imposible afirmar la existencia de una tranquilidad absoluta para sus trabajadoras.
