PAÍS
Crédito: Agencia UNO
El Gobierno de Bachelet es una sombra permanente para la administración de Sebastián Piñera, y así lo comprobaron los dichos del Presidente una vez que fue consultado por la crisis en Venezuela. En la Cancillería, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, señaló que la disyuntiva es una sola: “Se está por la democracia o se está por la dictadura”.
«Le pediría a todos los organismos de derechos humanos que pongan atención y busquen corregir el respeto a los derechos humanos en Venezuela porque están siendo violentados”. Con estas palabras, el Presidente Sebastián Piñera intentó sacar al pizarrón a su antecesora en La Moneda y actual Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Esta jornada, Bachelet rompió su silencio sobre la situación que vive Venezuela, encendida luego que el líder de la Asamblea Nacional, el opositor Juan Guaidó, se autoproclamara Presidente encargado del país, lo que gatilló una serie de reconocimiento de gobiernos de otros países, incluyendo Chile.
La Alta Comisionada calificó la situación en Venezuela como «muy preocupante» y abogó por “una solución política pacífica, en la cual haya un diálogo político que nos permita llegar a una respuesta que tenga que ser pacífica».
En ese contexto, Piñera aseguró que Guaidó fue designado en base a la Constitución de ese país y que «tratar de restablecer la democracia en Venezuela es precisamente avanzar hacia la paz, la recuperación de las libertades y derechos humanos. Apoyar a un dictador que no tiene ningún respeto por nada ni por nadie, eso sí que es contribuir a la violencia».
«Lo que está pasando en Venezuela es una tragedia; literalmente una tragedia humanitaria: muchos se están muriendo por falta de alimentos o falta de medicamentos. Por eso, yo le expresé al presidente Guaidó la voluntad de muchos países de abrir un canal humanitario para ayudar al pueblo venezolano (…) y le expresé nuestro total y absoluto apoyo y nuestro compromiso de acompañar al pueblo venezolano para que recupere sus libertades, su democracia, el respeto a los Derechos Humanos, su posibilidad de una vida más plena y feliz, porque lo que está pasando en Venezuela es una tragedia».
En la Cancillería, el ministro de Relaciones Exteriores Roberto Ampuero también volvió a referirse al tema, señalando que la disyuntiva es una sola. “Se está por la democracia o se está por la dictadura”.
Añadió que “para Chile no hay dos presidentes en Venezuela, el presidente encargado es Juan Guaidó”, de acuerdo a los que está establecido en la Constitución de ese país.
“Ha habido demasiada violencia, demasiada hambre, demasiados venezolanos que han tenido que huir, es hora de que eso cambie, de acuerdo al orden constitucional y de una vía pacífica, respaldamos elecciones libes, transparentes con observadores internacionales”, sostuvo.
Ampuero justificó la postura de Chile, señalando que en esta materia la administración Piñera no ha actuado como un “llanero solitario”, sino trabaja con países afines, como los del grupo de Lima, que también se cuadró con Guaidó.
Asimismo, indicó que Chile mantendrá su embajada en Caracas, aunque precisó que lo será “ante el gobierno del Presidente Juan Guaidó”. Sin embargo, no precisó qué ocurrirá con la representación del gobierno de Maduro en Santiago.
