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La fijación del ministro Ward por ser la estrella del verano y su reinado con fecha de vencimiento PAÍS

La fijación del ministro Ward por ser la estrella del verano y su reinado con fecha de vencimiento

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Hernán Leighton
Por : Hernán Leighton Periodista de El Mostrador
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El ímpetu del Felipe Ward por aparecer en los medios de comunicación de carácter nacional, generó una tensión interna que se aprecia en la fría relación que mantienen los equipos de trabajo de la subsecretaria Alejandra Bravo con el ministerio, donde se ha llegado al límite de esconderse las agendas comunicacionales entre unos y otros. La aparición en escena del presidente de Gasco, Matías Pérez Cruz, en medio de la campaña “Que no te falte playa”, fue un salvavidas de oro para una figura que, meses antes, había aparecido como unos de los miembros del gabinete de Piñera menos conocido. Si bien ahora el jefe de cartera superó la barrera del 40 por ciento de conocimiento, según la encuesta Cadem, su tiempo en el estrellato es de corto alcance, pues La Moneda tiene claro el futuro del ministerio, y este conlleva su desaparición y fusión con el de Vivienda y Urbanismo.


Febrero fue un mes dorado para el ministro de Bienes Nacionales, el UDI Felipe Ward. La performance del presidente del directorio de Gasco, Matías Pérez Cruz, en la ribera del Lago Ranco, durante el despliegue de la campaña “Que no te falte playa», no pudo llegar en mejor momento, ya que la polémica que dio vuelta el país le permitió cumplir una de las exigencias explícitas que el Presidente Sebastián Piñera impuso a su gabinete: elevar notoriamente el nivel de conocimiento.

Según la encuesta Cadem de la tercera semana de febrero (margen de error + – 3,7%), el ex diputado pasó de un nivel de conocimiento de un 32% en el mes anterior, a un 45%, superando la barrera del 40, ideal para una cartera exógena de Palacio. En el mismo estudio, además, aparece con un 58% de aprobación, versus el 21% de desaprobación, lo que terminó por catapultarlo como el ministro estrella del período estival. Todo aquello a pesar del costo humano en los equipos de trabajo que el ímpetu del ministro, por aparecer en la prensa, trajo consigo.

El actual jefe de Bienes Nacionales llegó al cargo tras un intento fallido por ser electo como senador por la Región de Atacama, donde terminó por conquistar el escaño el RN Rafael Prohens. Su cercanía con los cariños de la reelecta presidenta de la UDI, la senadora Jacqueline van Rysselberghe, lo llevó a ser opción para el Mandatario, quien finalmente decidió ponerlo en una cartera de pocas luces, y con fecha de vencimiento. Esto, en el marco del plan de modernización del Estado, impulsado por la Segpres, que busca fusionar Bienes Nacionales con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, para así consolidar el Ministerio de Ciudad, Vivienda y Territorio.

Al interior de la cartera aseguran que, una vez nombrado, el actual ministro puso como exigencia a su equipo aparecer al menos dos veces por semana en medios de cobertura nacional, una situación que tensionó la relación al interior de dicha repartición, pues tanto trabajadores de planta, que quedaron del Gobierno anterior, como su gente de mayor confianza, entendían que esta cartera tiene sus limitaciones en cuanto a la figuración pública.

Todo cambió la quinta semana de agosto del 2018, cuando la encuesta Cadem de aquel entonces ubicó a Felipe Ward en el antepenúltimo lugar, con un 34 % de conocimiento, superando solo a Baldo Prokurica en Minería y Pauline Kantor en Deportes. De allí en adelante las cosas tomaron otro rumbo, ya que –aseguran desde el interior del ministerio– una fuerte discusión con su ex jefa de comunicaciones, debido a su escasa figuración pública, terminó con la salida de la misma. La llegada de Paula Namur, ex editora de revista Qué Pasa, enrareció aún más el clima interno de la cartera, tornándolo un ambiente más frío y lleno de desconfianzas.

Si bien las labores de la subsecretaria Alejandra Bravo (PRI) y el jefe de la entidad están claramente divididas –la primera está a cargo del plan Chile Propietario, mientras que la máxima autoridad de la cartera vela por la “Operación rescate” y “Que no te falte playa”–, la mínima coordinación entre los equipos comunicacionales “hoy no existe”.

Fuentes cercanas al Ministerio de Bienes Nacionales aseguran que lo anterior se debería a una competencia sin cuartel entre ambos por alcanzar un mayor protagonismo mediático. De acuerdo a las fuentes, han llegado al punto de esconderse, incluso, las agendas de uno y otro. Uno de los casos más claros de esto se dio con las entrevistas con TVN, las que deliberadamente no son socializadas para que el otro equipo no se entrometa. “Ambos quieren ser estrellas”, afirman.

El golpe de suerte

Si bien el ministro Ward poco a poco fue tomando protagonismo en la prensa a través de apariciones relacionadas con la recuperación de inmuebles de Cema, fue la sorpresiva aparición del presidente del directorio de Gasco, Matías Pérez Cruz, en febrero, lo que finalmente cambió la suerte del ministro.

Un día antes de que se viralizara la acción, calificada de prepotente y despectiva, cuando Pérez Cruz intentó sacar a tres mujeres que se encontraban apostadas a las orillas del Lago Ranco, y que él consideraba de su propiedad, el ministro Ward junto a la Seremi Metropolitana de Bienes Nacionales, Magaly Romero, vivieron un traspié que la atención puesta en el sur del país se encargó de borrar.

Según constatan funcionarios del ministerio, el día martes 5 de febrero, Ward y su equipo llegaron hasta un inmueble ubicado en la comuna de Vitacura para llevar a cabo otro más de los desalojos enmarcados en el plan “Operación rescate”, pero en dicha ocasión las cosas no salieron como se tenían planeadas. Acompañados de las cámaras de un matinal, arribaron hasta la vivienda donde habitaba una mujer de edad que, en plena grabación de un “falso en vivo”, contrarrestó los argumentos del jefe de cartera con papel en mano, situación que no pudieron desacreditar desde la repartición, pues no se contaba con todo el material jurídico administrativo. Este episodio provocó fuertes roces al interior del ministerio, principalmente con su jefe de gabinete, Jorge Barahona, y –según relataron– se debió principalmente a la constante presión del jefe de cartera por salir en los medios y por apurarse para aparecer en televisión. “Llegaron como héroes y salieron trasquilados”, señalaron.

Horas más tarde se comenzó a viralizar, a través de las redes sociales, el papel que acreditaría que la mujer que se encontraba en el hogar tenía la razón, lo que sumó aún más tensión a lo ocurrido. Sin embargo, para fortuna de Ward, todo quedó en el recuerdo cuando “el director de Gasco lo salvó» con su cuestionada aparición en shorts, alegando que la orilla del lago era suya.

En medio del despliegue en torno a la campaña “Que no te falte playa”, no hubo dudas respecto a que la atención debía focalizarse en Lago Ranco, lo que finalmente trajo los frutos esperados. Numerosas apariciones en matinales, radios y diarios llevaron al ahora ministro estrella del verano a superar la barrera del 40% de conocimiento, lo que lo hizo ingresar al espacio de evaluación de su persona en la encuesta Cadem, una condición apetecida con urgencia por la autoridad ministerial, ya que –en opinión de cercanos– sus ansias por volver a intentar llegar a la Cámara Alta no han sido para nada apagadas.

Por la puerta de atrás y una extraña señal

Al interior de la UDI el ministro consta de amistades transversales a la actual directiva, a la que apoyó en las últimas elecciones, además de ser cercano a la diputada María José Hoffmann y al ex secretario general Issa Kort, de la vereda de enfrente. Pero si bien el ex diputado no ha sido, como reconocen internamente, uno de muchas luces en su carrera, su cercanía con Pablo Longueira y Darío Paya lo ha sostenido siempre bien contactado.

A raíz precisamente de aquello es que en el partido entienden su aterrizaje en el Gobierno, porque –como explican– no es cercano al Jefe de Estado y esto se debería, principalmente, al rol que jugó en su etapa de jefe de bancada durante la primera administración del actual Mandatario, donde no le hizo las cosas fácil, recuerdan. No es que el Presidente lo haya elegido a dedo, agregan, sino más bien llegó a “llenar el cupo que nos pertenecía” para mantener los equilibrios.

En medio de los rumores de un potencial cambio de gabinete, y al no contar con un respaldo suficiente al interior del Ejecutivo, en la tienda gremialista no dejan de sorprenderse y extrañarse, a la vez, por la “arriesgada maniobra” de Ward en defensa de su subsecretaria, Alejandra Bravo, quien fue duramente cuestionada por su actuar al interior de Chile Vamos, recibiendo críticas del tipo “lo más populista que se ha visto en el último tiempo”. Esto, luego que con el equipo de prensa de un canal y una bandera chilena en mano, llegó hasta una propiedad ubicada en la Región de O’Higgins para, junto a efectivos policiales, romper los candados de una propiedad y hacer un ingreso triunfal al mar.

¿Y a qué se debe tanta sorpresa? A que, al darle piso a la única representante del PRI en la administración, esta pudo haberse entrometido en negociaciones que no le correspondían, ya que sabido es que el presidente del partido, Hugo Ortiz de Filippi, no está interesado en que Bravo continúe ocupando un cargo de representación de la tienda, y que eso lo estarían planteando a puertas cerradas entre el propio abogado y mandamás del partido y el Presidente Sebastián Piñera.

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