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Juez Carroza condena al Estado a indemnizar a familiares de ejecutados durante la dictadura

Las familias de Luis Lobos Cañas y Roberto Anfrens Fuentes, ejecutados el 17 de septiembre de 1973, recibirán cerca de 250 millones de pesos.


El juez Mario Carroza condenó al Estado a pagar una indemnización a las familias de dos hombres ejecutados en un barrio obrero de Santiago tras el golpe que Augusto Pinochet encabezó el 11 de septiembre de 1973, pero por pruebas insuficientes absolvió a dos carabineros imputados.

Según informaron este martes fuentes judiciales, Carroza condenó al fisco a pagar una indemnización de 250 millones de pesos, por daño moral, a las familias de Luis Lobos Cañas y Roberto Anfrens Fuentes, ejecutados el 17 de septiembre de 1973 en la población Los Nogales, al poniente de Santiago.

Pero el magistrado absolvió a los carabineros retirados Óscar Ibacache Carrasco y Juan Ponce Manivet, imputados como presuntos autores de los crímenes, al no lograr acreditar su participación en los delitos.

El fallo señala que los antecedentes recopilados en el proceso permitieron demostrar que Lobos y Anfrens «fueron víctimas de la violencia política imperante en esa época y que perdieron la vida a manos de agentes del Estado, previsiblemente carabineros».

Añade, no obstante, que los antecedentes «no han sido igual de convincentes para tener un resultado análogo en la individualización de los carabineros que participaron en los homicidios, lo cual evidencia un estándar de prueba insuficiente para aseverar que los acusados fueron los ejecutores de estos ilícitos».

«Los elementos probatorios que se tuvieron para su análisis, fueron difusos e imprecisos, no corroborados por otros de manera fehaciente y concreta, sino tan solo tangencialmente, y además se sustentan en afirmaciones falaces», acota.

«Esta indeterminación de la prueba rendida hace que esta se considere exigua e incompleta para alcanzar convicción de culpabilidad respecto de los acusados, fuera de toda duda razonable, y por ende cabe solamente la absolución», concluye.

Sobre la base de lo anterior, el juez consideró «innecesario pronunciarse acerca de los agravantes enunciados por los querellantes del caso y las alegaciones y defensas invocadas por las defensas de ambos imputados, con la sola salvedad de la falta de participación».

Luis Lobos Cañas tenía 31 años al ser asesinado, militaba en el Partido Comunista y se desempeñaba como chófer de una alta dirigente de esa colectividad; vivía en Los Nogales y ahí fue detenido por un grupo de carabineros y civiles el 17 de septiembre.

Unas horas después de su detención fue ejecutado y su cadáver encontrado en la vía pública. La autopsia estableció como causa de muerte «dos heridas de bala con salida de proyectil, una cráneo-encefálica y otra abdómino-torácica».

En tanto, Roberto Anfrens Fuentes era un vendedor de 26 años y el día de los hechos fue a Los Nogales por motivos de trabajo.

Al día siguiente su familia fue avisada de que su cadáver estaba en el Zanjón de la Aguada, un canal abierto que cruzaba gran parte de Santiago, junto a otros tres cuerpos.

El certificado de defunción del Instituto Médico Legal (SML) estableció que Anfrens murió por «traumatismo cráneo-encefálico y torácico por heridas de bala».

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