Germán Codina y el plebiscito de los alcaldes: “Nos interesa que los resultados sean políticamente vinculantes”

En tiempos de crisis, hay actores políticos que son parte del problema y otros que apuestan por ser parte de la solución. En esta última vereda se ha parado el alcalde de Puente Alto, Germán Codina (RN), quien desde la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) se ha transformado en uno de los promotores del avance del proceso hacia una Nueva Constitución, con la convocatoria a una inédita consulta ciudadana que para muchos puede convertirse en una suerte de “plebiscito de entrada”.

La fecha de la consulta ciudadana finalmente será el sábado 7 de diciembre, en un proceso que será exclusivamente presencial, descartándose la alternativa digital, tras los fracasos de varias experiencias de consultas online. La votación se realizará en al menos 230 comunas que pertenecen a la entidad y se pueden sumar otras que no pertenecen a la AChM, como Talca, y que están interesadas en participar.

Apoyados por el comité académico compuesto por expertos de la Universidad de Chile, Universidad Católica, Universidad de Santiago y el PNUD de Naciones Unidas, los alcaldes ahora están abocados al diseño del cuestionario que será sometido al veredicto ciudadano y a toda la logística que implica un proceso al cual están convocados varios millones de ciudadanos. A la par, con algunos municipios que no cuentan en sus ordenanzas con la alternativa de consulta ciudadana, se está avanzando con el trámite para que la puedan regular en los próximos concejos municipales, a fin de que esté vigente al momento de realizar la consulta.

Sin casarse con cifras, Codina asegura a El Mostrador que la vara del éxito de este plebiscito será que “haya una participación categórica” y  sobre todo que “los resultados sean políticamente vinculantes”, en una directa apelación al Ejecutivo y el Legislativo para que tomen medidas concretas a partir de los que determinen las urnas.

-¿Se puede interpretar este proceso como un plebiscito de entrada hacia una Nueva Constitución?
-Puede ser, es fundamentalmente un espacio de participación. Es una consulta ciudadana que en la práctica va a ser una suerte de plebiscito nacional. Nosotros creemos que hay que frenar la polarización extrema que está sufriendo nuestro país y la violencia que uno está viendo y tenemos que hablar de manera responsable. Desde la institucionalidad hemos tratado de generar este punto de convergencia de participación común de todos los ciudadanos, sin importar su creencia, porque es muy importante cuidar esta democracia que tanto nos costó.

-¿Puede ser un punto de partida formal hacia una Nueva Constitución entonces?
-Claro, nosotros buscamos que el pronunciamiento ciudadano sea contundente y categórico y que se transforme finalmente en una hoja de ruta del Chile de los próximos 50 años, que construyamos un mejor Chile que el que nosotros hemos tenido.

-En la consulta, ¿se va a preguntar sobre el mecanismo que prefiere la gente para crear una Nueva Constitución?
-Estamos analizando en el directorio de la asociación cómo podríamos abordar una pregunta que aborde el tema de los mecanismos. Son tres capítulos de preguntas: Constitucional; de políticas sociales y políticas contra el abuso y la corrupción; y el tercero es sobre gobiernos locales y regionales, que tiene que ver fundamentalmente con la descentralización, porque parte de la crisis que tenemos hoy día tiene que ver con un modelo de centralismo histórico que tiene nuestro país y la idea es propiciar el proceso de transferencia de atribuciones y recursos hacia los gobiernos locales.

-¿Cómo conecta esto con lo que ha delineado el Gobierno, con los diálogos ciudadanos a cargo de Desarrollo Social?
-Son sistemas complementarios. Nosotros valoramos el impulso del Gobierno por impulsar el diálogo en la sociedad civil, por generar cabildos y espacios de conversación frente a las decisiones importantes que tiene que tomar Chile. Cualquier espacio de diálogo, conversación y análisis es bienvenido, nosotros lo valoramos. Este es un tema que no es excluyente del esfuerzo que nosotros estamos haciendo.

-Pero el Gobierno llegó tarde a la crisis, ¿usted lo considera así?
-El Estado llegó tarde, pero evidentemente se está pagando la cuenta de una inoperancia en la resolución de problemas sociales de muchos años y también de la incapacidad de ir flexibilizando el sistema institucional para dar espacio a la participación y a las modificaciones que Chile necesita.

-¿Cómo se mide el éxito de esta consulta? ¿Cuál es su meta?
-A nosotros nos interesa que haya una alta participación y que los resultados sean políticamente vinculantes. Entendemos que legalmente el tramado normativo hoy día no establece que las consultas ciudadanas sean vinculantes, pero sí creemos que frente a la coyuntura que vive nuestro país es importante que las autoridades, los poderes del Estado. los actores sociales y las organizaciones, en definitiva. respeten el resultado y entiendan que es la manifestación de la voluntad popular ciudadana.

Nosotros esperamos que haya una participación categórica, que haya una participación amplia que permita que los ciudadanos tengan un lugar en donde expresen claramente y categóricamente cuáles son los cambios institucionales que están pidiendo. Y también que con esto evitemos seguir en la encuestitis aguda, donde fundaciones de izquierda o de derecha ofrecen realidades inversas y, en definitiva, eso no permite que se creen acuerdos para poder avanzar.