Humanismo dividido: PH vuelve a legalizarse, sin Pamela Jiles ni Tomás Hirsch

El Humanismo en Chile está desintegrado. Dos de sus principales liderazgos están siguiendo caminos propios: el diputado Tomás Hirsch, por un lado, encabeza Acción Humanista, movimiento que emergió después de que en 2020 unos 300 militantes renunciaran a la colectividad, y que en septiembre pasado consiguió las firmas necesarias para legalizarse como partido político. Por otro lado, la también diputada Pamela Jiles, que después de no contar con el apoyo del Gobierno en la aprobación de su proyecto de retiro de fondos de pensiones, se ha aislado del oficialismo y por estos días pareciera ser una de las principales aliadas del emergente Partido de la Gente (PDG) y de su líder, el economista y excandidato presidencial, Franco Parisi.

La molestia de Jiles ha quedado en evidencia, no solo en su evidente postura contraria a respetar el acuerdo administrativo que permitiría que Karol Cariola fuera la nueva presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, sino que en los últimos días su discurso ha sido abiertamente crítico a la gestión del Presidente Gabriel Boric. El pasado miércoles, por ejemplo, la periodista y parlamentaria aprovechó un punto de prensa para asegurar que «no era el de Piñera el peor Gobierno de la historia. En todos los indicadores que afectan a las personas que tienen más necesidades, este Gobierno es peor (…) Boric es responsable del hambre y las necesidades que tienen hoy día las personas».

Frente a ese escenario, con Pamela Jiles creando alianzas con el PDG y Tomás Hirsch propiciando la legalización de su nuevo frente, desde el Partido Humanista luchan por reemerger como un espacio político influyente en la centro izquierda chilena. Fue precisamente con ese propósito que la semana pasada llegó hasta el Servicio Electoral (Servel) su directiva, cargos electos, y parte de su militancia, para entregar las más de 1600 afiliaciones que le permiten volver a legalizarse, inscribiéndose como «partido en formación».

Al respecto, la presidenta de la colectividad, Natalia Ibáñez, aseguró que «fue un proceso difícil y hermoso a la vez, puesto que se hizo desde la autogestión económica y sin rostros de campaña». Además, sobre los lineamientos programáticos que sustentarán el quehacer del partido, su vicepresidenta, Natalia Canto, detalló que buscan «tejer una red con las fuerzas transformadoras que aspiran a un cambio de modelo en el campo económico, social, cultural y político, buscando instalar una democracia directa que promueva la participación vinculante de nuestros pueblos».

Cabe recordar que el Partido Humanista, con 38 años de historia en el país, durante 2021 perdió su legalidad tras las modificaciones de la ley de partidos políticos, lo que generó que 12 partidos pequeños salieran de la esfera política chilena. Ahora, en el nuevo escenario que enfrenta la colectividad, es posible constatar que cerca del 70% de su padrón está constituido por mujeres y jóvenes.

De esta manera, el Partido Humanista se reestructura, en su búsqueda por legalizarse y competir en las próximas elecciones municipales y parlamentarias. Hoy, están fuera del Gobierno, lugar que ocupa actualmente Acción Humanista, encabezado por el diputado Tomás Hirsch, mientras que su otrora figura emblemática, Pamela Jiles, despliega un proyecto personal, tejiendo alianzas con otros sectores, como el propio PDG. Este es el estado actual del Humanismo, evidentemente dividido y en estado de alerta, después de un plebiscito de salida que planteó un nuevo diseño del mapa político en la centro izquierda, sector derrotado tras el triunfo del Rechazo.