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Condenan a libertad vigilada a carabinero que disparó lacrimógena a la cabeza de un manifestante PAÍS Créditos: Agencia UNO (referencial)

Condenan a libertad vigilada a carabinero que disparó lacrimógena a la cabeza de un manifestante

El sargento de Carabineros deberá cumplir una condena de tres años y un día de libertad vigilada intensiva tras ser hallado culpable por homicidio frustrado en contra de un manifestante en noviembre del 2019, cuando el agente de la fuerza policial disparó una bomba lacrimógena de forma directa hacia la cabeza de la víctima.


El Cuatro Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago ordenó la condena de tres años y un día de libertad vigilada intensiva para el sargento primero de Carabineros, César Orellana Ortiz. Esto, por ser declarado culpable del delito de homicidio frustrado un contra de un manifestante en noviembre del año 2019, en el marco del estallido social.

El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) fue el querellante en este caso, respecto a los hechos del 18 de noviembre del mencionado año, en el contexto de manifestaciones en los alrededores del museo Violeta Parra, en el sector de Plaza Italia, en la comuna de Santiago.

La investigación llevada a cabo por la Fiscalía Centro Norte junto con la Policía de Investigaciones (PDI) determinó que el acusado realizó un disparo de munición con una carabina lanza gases, la cual impactó en la cabeza de la víctima, causando un trauma cerebral e incumpliendo las reglas establecidas para la utilización de ese tipo de armamento.

Al respecto, la fiscal de alta complejidad del Minsiterio Público, Ximena Chong, indicó que el dictamen es un precedente relevante en relación a los casos de abuso en la utilización de elementos disuasivos por parte de las policías. Asimismo, informó que se desestimó la aplicación de legítima defensa privilegiada en el marco de la ley Nain-Retamal, debido a que en este caso no se acreditó la existencia de peligros hacia la integridad del acusado, como había solicitado su defensa.

En ese sentido, la Justicia acreditó que el imputado realizó un disparo a 30,5 metros con su carabina lanzagases, en ángulo de 90°, hacia los manifestantes. El proyectil impactó la cabeza de un joven, quien cayó, sufrió convulsiones, y perdió masa encefálica. Así, el tribunal acreditó que la asistencia médica fue lo que evitó que la víctima muriera.

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