Aunque la noche del último debate de Anatel, Parisi manifestó ante las cámaras su incomodidad con el altercado entre el asesor y los periodistas y hasta aseguró que este no continuaría en su cargo, el lunes 4 de noviembre Mery reapareció sonriente y sobre todo, blindado por el candidato independiente.
Nada, pero absolutamente nada le duró la “sacada de piso” que el miércoles en la noche hizo –en vivo y en directo- el candidato presidencial, Franco Parisi a su jefe de comunicaciones y vocero, Patricio Mery, por el altercado que protagonizó con un grupo de periodistas en la trastienda del debate ANATEL.
La noche del miércoles 30, luego que Mery fue sacado de las dependencias de TVN por guardias de seguridad, fue evidente la incomodidad de Parisi con la situación. Con un rictus serio ante las cámaras, pidió disculpas públicas a los periodistas con los que su asesor se enfrentó, dijo que estaba mal lo que había hecho, que no comparte “ni la forma ni el fondo”, que Mery “está equivocado” cuando acusó un complot mediático y al aire dijo que no seguía en la vocería.
Pero el lunes 4 de noviembre en la tarde reapareció su asesor, sonriente y sobre todo, blindado por el candidato. La noche del miércoles 30, luego que Mery fue sacado de las dependencias de TVN por guardias de seguridad, fue evidente la incomodidad de Parisi con la situación. En una actividad en calle Huérfanos, en pleno centro de Santiago, Mery observaba como Parisi se tomaba fotos con algunos transeúntes y consultado por Canal 13 sobre su situación dijo sin siquiera arrugarse que “sigo teniendo vocería en aspectos de medios de comunicación, voy a seguir hablando con los medios de comunicación, no ha cambiado mi rol”.
Consultado en el mismo lugar, Parisi dijo otra cosa sobre ese punto: “No va a tomar ningún tipo de vocería, él es jefe de comunicaciones”.
Mery recalcó que “sigo siendo miembro del equipo más cercano a Franco (…) hemos pasado al concepto de vocerías múltiples, justamente para que no lo ataquen a través mío”. Eso, aunque su candidato dijo literalmente –en la misma actividad- que “la vocería en este momento está vacante”.
En todo caso Parisi blindó a su cuestionado asesor: “Sigue en nuestra campaña, es una parte importante para nosotros, además lo queremos mucho”.
El nombre de Mery saca ronchas en diversos sectores, por su particular personalidad, sobre la cual rondan una serie de historias. A nivel político tampoco es bien mirado, principalmente por los numerosos cambios de vereda que ha hecho antes de llegar al alero de Parisi: militó en el PS, renunció, trabajó para Marco Enríquez-Ominami en 2009, pero luego el fue el primero en apoyar a Frei en segunda vuelta. Dos años después trabajó para Francisco Javier Errazuriz.
Se sabe que Parisi en más de una ocasión ha reconocido en privado que ha escuchado el sinfín de historias que circulan sobre su asesor, pero el lunes dejó claro que le molesta y mucho el tema. Cuando se le insistió que aclara si era o no el vocero de su campaña, Parisi –en un irónico tono- dijo que “él va a participar en la campaña sí, ¡hágame una pregunta buena por favor!”.
