Con más de treinta premios mundiales ¿Qué le falta a Chile para convertirse en un polo turístico?

En septiembre de 2015, líderes mundiales en Naciones Unidas, adoptaron “un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible”. En el marco de la Agenda 2030, se acordaron 17 objetivos se espera alcanzar durante los próximos 15 años. 

Así, el turismo se declaró como un espacio que puede contribuir “directa o indirectamente, a todos los objetivos”. Pese a que su rol está especificado sobre todo en los objetivos número 8, 12 y 14, se piensa por sobre todo en relación con un crecimiento económico y una producción inclusiva y sostenible, que promueva asimismo el resguardo de los recursos naturales.

Desde este punto Chile avanzó de manera notoria en los objetivos, pero “aún queda mucho camino por recorrer”, sostuvo Claudia Bortolotti, ingeniera comercial y académica de la Universidad Católica del Norte sede La Serena.

Ella hace doce años trabaja en la asesoría para las pymes de la Región de Coquimbo en conjunto con los Centros de Desarrollo de Negocios de Sercotec para el desarrollo del turismo regional. 

Y es que potenciar un desarrollo turístico descentralizado, mejorar la infraestructura, promover la digitalización de la oferta turística y desarrollar planes integrales en asociación son algunos de los pendientes que tiene el país.

La pandemia, en primer lugar, fue un periodo que marcó un descenso importante en este sentido. Pero a su vez, permitió poner en valor la importancia del turismo para Chile. 

Antes de ella, y según información rescatada por la ingeniera comercial, “la industria de los viajes y el turismo aportó con el 3,3% del PIB nacional, estimándose una contribución de 6.489 miles de millones” en 2019. Esto se traducía en “una activación del empleo de un 7,2% del total de ocupados alrededor de 645.773 empleos, cifras aportadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE)”, dijo Bortolotti.

“Durante el año 2020, el sector turismo presentó la mayor caída a nivel global cifra que no presentaba en más de 60 años”, agregó la asesora de pymes. “En Chile, se registró una caída del PIB de un 5,8%, según datos entregados por el Banco Central: el descenso más alto desde el año 1982”, subrayó.

Ante este escenario, contó la ingeniera, se implementaron diversas medidas para el apoyo del sector, teniendo en cuenta la realidad sanitaria. Las iniciativas buscaron resolver problemas que ya se arrastraban previo a la pandemia, como la falta de educación digital, herramientas de marketing y similares, que fueron trabajados en la Red de Innovación y Transformación digital abierta, el plan Invierte Turismo, el programa Impulsa Turismo y otros.

-¿Qué experiencias valiosas rescatas en relación a esto? 

-La pandemia no dejó indiferente a la industria turística generando oportunidades valiosas para el sector. Primer lugar, recordar que el eje central de esta actividad es el turista y que todas las actividades que se desarrollen vayan en línea con la entrega de experiencias turísticas memorables.

Segundo lugar, se debe avanzar en la generación de una cultura turística país, que permita posicionar al turismo como una actividad prioritaria a nivel nacional, para lo cual se requiere de un desarrollo integral, donde los habitantes de los diferentes destinos estén conscientes de los beneficios sociales que genera esta actividad y cuál es su rol dentro de la cadena turística.

Tercer lugar, las tendencias del mercado han evolucionado con mira hacia la transformación digital, siendo esencial para los diversos actores de los sectores productivos, para mejorar la eficiencia operativa y la experiencia del cliente. 

La digitalización del sector turístico es clave para seguir atrayendo turistas, como apoyo se encuentra uno de los pilares estratégicos que es la innovación y transformación digital, con el fin de modernizar y mejorar la gestión de los destinos y la competitividad de las empresas turísticas.

2023: un año promisorio

Más de 2 millones de turistas extranjeros visitaron Chile en 2022, y en lo que va de 2023, el promedio de ocupación llegó al 63,9% según cifras entregadas por la Subsecretaría de Turismo y el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur). Con estas cifras, y el estímulo del desarrollo del sector, el turismo ganó lugar como un eje social y económico, pero aún una potencia en desarrollo. 

Para la especialista, la consolidación del turismo “como motor del desarrollo económico social requieren del compromiso, motivación y articulación de las y los actores clave en esta materia.

-¿Qué diagnóstico haces del lugar y rol que tienen las universidades, el Estado y las asociaciones y qué desafíos crees que tienen? 

-En primer lugar la Administración del Estado, dentro de sus funciones destacan el apoyo para el desarrollo de la política y la estrategia nacional de turismo, la planificación y administración de recursos estratégicos naturales, económicos, patrimoniales, humanos y de infraestructura, entre otros.

En segundo lugar, las asociaciones y gremios, formadas por personas naturales o jurídicas que tienen similar ocupación y/o que se desempeñan de manera independiente o coordinada en un mismo sector económico o industrial. Dentro de sus funciones se encuentra la representación de las diferentes empresas y agrupaciones relacionadas a la entrega de productos y servicios turísticos, velando porque exista y se mantenga un entorno favorable para el desarrollo de la industria del turismo en Chile.

En tercer lugar, prestadores de servicios turísticos, formado por organizaciones y personas que desarrollan la oferta turística mediante la producción y comercialización de bienes o prestación de servicios de carácter turístico. Este sector juega un rol fundamental en el aporte a la innovación, el desarrollo de los servicios y la gestión del empleo en el marco del turismo.

-¿En qué consiste la asociatividad y qué experiencias reconoces como valiosas en cuanto a ella en el país?

-Considero una tremenda oportunidad incorporar la asociatividad como concepto en el rubro del Turismo. La asociatividad permite unir lazos entre sus pares, contar con la posibilidad de intercambiar información, experiencias, poder generar una oferta turística más integradora y más cercana a las actuales necesidades de los turistas. 

La búsqueda de mejoras empresariales permitirá optimizar recursos, reducir costos, aumentar la capacidad de producción, fortalecer la capacidad de negociación, establecer canales de comunicación que potencien la comercialización.

Un ejemplo concreto es la asociatividad en destinos, el caso de Puerto Varas en Chile, donde se establece una base de operaciones de viajeros que visitan el sur de chile. La combinación perfecta entre naturaleza, gastronomía y cultura local integran los circuitos turísticos del sur de nuestro país. La zona cuenta con alrededor de 90 socios entre hoteles y operadores que se encargan de tener una oferta con programas que van desde productos de medio día a una semana o 10 días, la oferta se ha innovado bastante. En el último año se ha concentrado en el turismo experiencial.

Foto: Puertovaras.org

-¿Qué es y qué lugar juega el Aprendizaje más Servicio en este sentido?

-Otro actor relevante que genera impacto en la industria del Turismo es la Academia, entidades dedicadas a la educación, gestión de la información y desarrollo científico de aspectos relevantes en materia de turismo y sustentabilidad. Estas entidades inciden en la formación de actores relevantes en la composición y diseño de la oferta, así como también en el levantamiento de información de valor científico para la toma de decisiones estratégicas.

En mi rol como académica y en la búsqueda constante de generar experiencias significativas para los estudiantes, he basado mi enseñanza en los últimos años en la Metodología pedagógica Aprendizaje más Servicio (A+S). Esta metodología busca fomentar la participación comprometida de estudiantes en las asignaturas con un componente de servicio a la comunidad, promoviendo la adquisición del aprendizaje en el estudiante y brindando al mismo tiempo un servicio de calidad a la comunidad.

Se utiliza para la resolución de problemáticas sociales reales y sentidas, de manera integrada y colaborativa participan los tres actores presentes en el proceso (docentes, estudiantes y socios comunitarios o empresarios), integrando y aplicando conocimientos académicos para alcanzar los objetivos conjuntos. Utiliza la acción, la reflexión crítica y la investigación, y se orienta a los y las estudiantes para convertirlos y convertirlas en miembros contribuyentes de una sociedad más justa y democrática. 

Chile como destino turístico a nivel mundial

En los últimos 10 años, el país fue galardonado en varias ocasiones por su contribución al área. El reconocimiento, incluso, parece venir más de afuera que de adentro, donde se ve más bien una suerte de falta de autoreconocimiento del potencial que se tiene, que ya es valorado desde el extranjero.

Para la académica de la Universidad Católica del Norte, algunos rankings y evaluaciones son claves para comprender cómo se ve el país desde afuera en esta materia. 

“Es importante destacar que en 2022 Chile gana un nuevo “Oscar del Turismo” como el Mejor Destino Verde del Mundo, donde se destaca el valor de las iniciativas para descubrir, disfrutar y apreciar los aspectos ecológicos, estéticos y éticos de las formas verdes de turismo”, recalcó. 

El premio entregado por los World Travel Awards, subrayó, se sumó a otros reconocimientos otorgados como Mejor Destino Romántico y Mejor Destino de Turismo Aventura de Sudamérica. “En total, son 27 los premios otorgados a nuestro país por los World Travel Awards desde 2015”, mostró la ingeniera.

Al mismo tiempo, la especialista valoró la mirada del comité editorial de Forbes Life Latam”, que reconoció entre los 10 mejores destinos turísticos de 2023 a Chile, que quedó en el octavo lugar con el podio “para para quienes buscan aventuras extraordinarias en el desierto más árido del mundo o entre paisajes australes, reconocido como uno de los más seguros de Latinoamérica”.

Ante esto ¿qué le falta a Chile para convertirse en un polo mundial turístico? A juicio de Bortolotti, se avanzó en varias de las deficiencias detectadas. 

En cuanto a descentralización, la Región de Coquimbo fue elegida una de las 10 mejores regiones del mundo para viajar en 2019 (Por Lonely Planet), y fue declarada como Zona de Interés Turístico (ZOIT) en 2018. 

En la Región de Atacama, Bahía Inglesa se posicionó “como una de las mejores playas de Chile” y es “el segundo destino más votado del norte y el cuarto a nivel general”, subrayó la ingeniera. Además, durante el año 2022, la zona se posicionó como la segunda región con más empresas turísticas con Sello de Sustentabilidad (S). 

“En la Región de Aysén, el lago General Carrera —llamado “Chelenko” por los tehuelches, con la tercera más alta votación a nivel general y sus aguas turquesas logró convertirse en un fuerte atractivo, y la Región de los Lagos es una de las más valoradas a nivel nacional, pero débil desde el punto de vista internacional”, analizó la académica.

En esta línea, la especialista valoró nuevos decretos del Diario Oficial que declaró como nuevas Zonas de Interés Turístico a Bahía Inglesa, Olmué, Chanco, San Fabián y Río Bueno, lo cual “permite fomentar el desarrollo de la actividad turística mediante priorizaciones en la inversión y ejecución de proyectos”.

Foto: Chile Travel

En relación al tema sustentabilidad, programas como Programa Turismo Sustentable (2013), la campaña “Chile, impulsando un turismo sustentable”, la Distinción en Turismo Sustentable (Sello S), han permitido avanzar hacia un turismo verde, pero aún queda largo trecho. 

Posicionar a Chile en el podio turístico mundial

En enero de 2023, la Feria Internacional de Turismo (Fitur) se desarrolló en España y Chile expuso su amplia oferta de servicios turísticos, donde mostró “los atractivos de las cuatro macro zonas del país: el norte, con el desierto de Atacama; los valles centrales con el enoturismo; lagos y volcanes donde se desarrolla el turismo aventura y la Patagonia como destino de naturaleza de clase mundial”, valoró Bortolotti. 

La experiencia sirvió para mostrar al país ante la vitrina mundial y a su vez, para reconocer faltantes. 

Para la especialista en el tema, primero Chile debe reconocer que “existe un bajo nivel de conocimiento de la oferta turística de Chile y de sus destinos tanto a nivel nacional como internacional”, que afecta la demanda y otros elementos. 

Por otro lado y pese a los esfuerzos, la visibilidad de la diversidad de la oferta turística tanto a nivel nacional como internacional, aún es insuficiente. 

“Es relevante la articulación de los actores para la gestión y en este punto son importantes los medios de comunicación, que involucran la transmisión de información a un gran número de personas”, afirmó.

Promover al sector del turismo con un enfoque sostenible, inclusivo y tecnológico, incentivando el desarrollo de los destinos en cada una de las regiones, ajustar los servicios a las nuevas exigencias del turista, personalización y desarrollar un “plan de conciencia turística” para que las y los chilenos reconozcan su país como un territorio turístico”, son algunas de las metas por las que ya se está trabajando.

“Las experiencias recogidas año tras año deben servir de base para comprender que se requiere de un análisis detallado en cuanto a la determinación del público objetivo: hacia donde apuntamos, que se quiere para Chile, como queremos ser recordados en nuestros viajes”, reflexionó la asesora.

“No podemos olvidar que el sector turismo es un importante motor de desarrollo sostenible en todo el territorio de Chile”, cerró.