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Con «Victoria» de Catalina Aguayo el cine erótico hace su estreno en un nuevo Capítulo de «Mostradoc» Mostradoc es un programa financiado por el Fondo de Fomento Audiovisual del CNCA

Con «Victoria» de Catalina Aguayo el cine erótico hace su estreno en un nuevo Capítulo de «Mostradoc»

Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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Este viernes, Mostradoc estrena el cortometraje «Victoria», una película en que su directora no solo busca desmitificar la sexualidad femenina, alejándolas de los mitos de que las mujeres solo tienen sexo por amor o de las imagenes sexuales como gancho comercial. «Esto tiene que ver con sentir placer con tu propio cuerpo…de no tener tabúes con tu sexualidad».


En octubre del año pasado, el cortometraje Victoria, de la realizadora nacional y actriz Catalina Aguayo, fue la única pieza latinoamericana en ser seleccionada en el Festival Erótico de Berlín, donde se enfrentó a otras nueve producciones de Norteamérica, Europa y Oceanía.

Esta película conforma el tercer estreno de «Mostradoc: Territorio del cortometraje chileno», programa de Tv online y en el primero en la categoría cultural de la televisión digital.

Esta película, una de las primeras de este género realizadas en Chile, busca indagar en el género del erotismo, sumergiéndose en las fantasías de una mujer sola en su nuevo departamento, tras sufrir una ruptura amorosa.

“Victoria”, de 15 minutos, que fue grabada en HD en locaciones en Pirque y un departamento en Santiago cuenta con un elenco compuesto por los actores Nathalia Galgani, Cristóbal Aldea y Pedro Muñoz, así como la fotografía de Pedro Olivari y música de Felipe Cadenasso. La obra es una creación de Macedonia Producciones, en asociación con la productora Ligero Cine y Japi Jane, la tienda de juguetes eróticos de Providencia de la ingeniera estadounidense Jane Morgan.

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En entrevista con el conductor de Mostradoc, Fernando Caro, la directora señala que la motivación de hacer esta película fue una necesidad y una respuesta ante el mundo heteronormativo.

«Vivimos en un mundo heteronormativo, machista, en que ve simplemente la sexualidad como una mujer erotizada que está al servicio de las necesidades sexuales de un hombre. Es por ello que la sexualidad femenina, saludable, que siente placer igual que un hombre, es mal vista», señala con un sentido clar0 de romper ciertos mitos que dicen que la mujer solo tiene sexo por sentimientos.

Aguayo explica que, además de producir una obra con una intención de desmitificar la sexualidad de la mujer, también es una acción política que busca ser una alternativa a la exposición del sexo con fines exclusivamente comerciales.

«Fuera de esos clichés comerciales, yo en un momento pensé en hacer algo más osado, pero después consideré que entre lo que yo quería tratar no era necesario hacer eso, además que iba a ser más difícil encontrar a los actores que lo quisieran hacer», recuerda.

Dentro de la escenas eróticas más logradas dentro de su película y que más le gustan, la directora señala las escenas en que están en el agua, una fantasía sexual de la protagonista como elemento previo a la erotización. «Esto tiene que ver con la idea de sentir placer. Por ejemplo si estás en playa y te sacas la parte de arriba del traje de baño y sentir como te roza el aire en tu cuerpo. Se eso se trata de no tener tabúes con tu propio cuerpo».

En términos cinematográficos, Catalina Aguayo no es nueva en el cine. Antes ya filmó otro cortometraje, “Todas las modelos van al cielo” (2010), que cuenta la historia de una diseñadora de modas obsesionada con la perfección y habla de cómo influyen los cánones de belleza en la sociedad actual, vinculándola con la religión en cuanto a dinámicas de comportamiento como la culpa y el perdón, el sacrificio y la pureza.

Además realizó varias cápsulas audiovisuales parodiando el periodismo nacional para el programa “Vacaciones en Chernobyl”, que iba a transmitirse en el fallido canal 3TV del consorcio periodístico Copesa.

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