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Crítica de Gonzalo Rojas Sánchez: «Jaime Guzmán. Ideas y Política 1946-1973» Libros de actualidad

Crítica de Gonzalo Rojas Sánchez: «Jaime Guzmán. Ideas y Política 1946-1973»

José Manuel Castro, entonces, ha conseguido alimentar el mito de Guzmán, porque ha logrado mostrar al tipo de este mundo -aunque no estamos ciertamente en presencia de una biografía- en el que se hace presente a cada rato algo misterioso y de otro planeta.


José Manuel Castro no conoció a Jaime Guzmán; José Manuel Castro estudió en el Instituto Nacional; José Manuel Castro ha escrito una tesis de Magíster, que contribuye a alimentar el mito de Guzmán.

El mito de Guzmán, no el mito sobre Guzmán.

Porque el cambio de preposición lo dice todo.

Renato Cristi y Cristián Gazmuri, por ejemplo, han alimentado el mito sobre Guzmán. O sea han escrito obras en que el personaje ha sido fabulado, sus tesis han sido tratadas de modo fantasioso y el propósito aparentemente desmitificador de los autores ha conseguido el efecto contrario: el lector informado sabe que el Guzmán ahí descrito es -en parte significativa- fruto de la mirada del historiador y no de las fuentes. En esas obras, al lector atento le caben tantas dudas sobre la realidad de Guzmán como sobre los personajes de la Rowling, uno de ellos recientemente “asesinado” por la escritora.

Por el contrario, Castro ha escrito un libro en que se refuerza el mito de Guzmán. O sea, las fuentes le han permitido entregar al lector un texto en que la aventura de una vida breve (apenas 27 años en este trabajo) pasa por momentos de seguridad y de divagación, de afirmación y de negación, de triunfos y de fracasos. Hay búsqueda de la propia identidad intelectual y etapas de convicción arraigada; hay momentos de corporativismo católico y otros de alejamiento de esa corriente; hay gremialismo conceptual y alessandrismo personalizado. Está presente el adolescente que le lleva dos años de ventaja a su curso, aparece el universitario algo catete en clases y pasillos, para asomarse también el joven político en terreno, con sus declaraciones, convocatorias y entrevistas. Está completo el Guzmán de verdad, desde las fuentes. Y como todo buen relato épico, aunque está enfocado en el personaje central, figura un importante cortejo de actores menores, algo muy propio de los mitos de calidad.

José Manuel Castro, entonces, ha conseguido alimentar el mito de Guzmán, porque ha logrado mostrar al tipo de este mundo -aunque no estamos ciertamente en presencia de una biografía- en el que se hace presente a cada rato algo misterioso y de otro planeta. Un mito, el mito de Guzmán, el mito del tipo que después de 1973 seguirá construyendo una vida aventurera con final dramático.

Las fuentes han sido la clave primera: archivos estrujados, libros y artículos analizados y criticados; la honradez y pericia de Castro, la segunda: no le ha faltado uno que otro toque penetrante; una dirección de tesis probablemente exigente, la tercera.

Al lector le cabe ahora aprovechar el libro si quiere conocer mejor el mito o no considerarlo en absoluto, si quizás prefiere seguir viviendo en la loca fantasía.

Gonzalo Rojas Sánchez

Profesor universitario

«Jaime Guzmán. Ideas y Política 1946-1973, volumen 1», de  José Manuel Castro.

287 págs.

Centro de Estudios Bicentenario, 2016. 

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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