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Minera del Grupo Luksic contradice a BHP y pone paños fríos a euforia que ha generado en industria del cobre el boom de autos eléctricos Dice que muchos pronósticos podrían ser demasiado optimistas

Minera del Grupo Luksic contradice a BHP y pone paños fríos a euforia que ha generado en industria del cobre el boom de autos eléctricos

Iván Arriagada, gerente general de Antofagasta Plc., señala que no hay que dejarse arrastrar por la revolución del automóvil eléctrico, que ha cautivado al mundo de los metales y ha llevado a los precios a un máximo de tres años. «Todavía no comprendemos completamente lo que esto significará para el cobre. Deberíamos ser cautos como industria». Y agregó que «todavía tenemos que comprender esto completamente y ser capaces de describir estos cambios que están teniendo lugar».


Una de las mineras de cobre más grandes del mundo ha advertido que no hay que dejarse arrastrar por la revolución del automóvil eléctrico, que ha cautivado al mundo de los metales y ha llevado a los precios a un máximo de tres años.

Antofagasta, la minera que controla la familia Luksic, dijo que es demasiado pronto para saber qué impacto tendrá la aparición de vehículos eléctricos en la demanda de cobre y que muchos pronósticos podrían ser demasiado optimistas.

«Nos gusta pensar en ello de una manera más prudente», señaló el máximo ejecutivo de Antofagasta, Iván Arriagada, en una entrevista en la oficina de la compañía en Londres. «Todavía no comprendemos completamente lo que esto significará para el cobre. Deberíamos ser cautos como industria. Todavía tenemos que comprender esto completamente y ser capaces de describir estos cambios que están teniendo lugar», añadió.

La cautelosa opinión de Arriagada se produce cuando la minera MMC Norilsk Nickel PJSC y el fondo de cobertura Blenheim Capital han advertido que el mercado puede haberse vuelto demasiado alcista muy rápido con el níquel, que se usa en las baterías de los automóviles eléctricos. Y la semana pasada, el banco canadiense BMO Capital Markets dijo que es difícil estimar cuántos vehículos eléctricos circularán por las carreteras en 10 o 20 años, pero todavía es más difícil predecir cuánto litio, cobre, cobalto y níquel necesitarán.

Aún así, eso no ha detenido a muchas mineras y bancos, que pronostican que los vehículos eléctricos tendrán un impacto drástico en toda la industria de los metales. Los autos eléctricos contienen aproximadamente tres veces más cobre que un vehículo normal, según Glencore Plc. Se necesita aún más para las estaciones de carga, y Exane BNP Paribas prevé que dicha infraestructura agregará alrededor del 5 por ciento a la demanda de cobre para 2025.

«Tal vez algunas de las previsiones sean demasiado altas», precisó Arriagada. «Los patrones de uso del transporte cambiarán. No es apropiado hacer una extrapolación lineal».

El cobre, impulsado por un fuerte crecimiento económico y un suministro reducido, subió el mes pasado a más de US$7.000 la tonelada métrica por primera vez desde 2014. La mayoría de las principales mineras han hablado sobre la expansión de la producción, lo que contrasta fuertemente con materias primas como el carbón y el mineral de hierro, donde muchos productores tienen una perspectiva a largo plazo más desfavorable. Codelco, el mayor productor de cobre del mundo, dijo esta semana que los precios podrían alcanzar niveles récords de más de US$10.000, a medida que el mercado se desplaza a déficits «sustanciales» a partir de 2018.

Arriagada también manifestó que le preocupa la posible sobreinversión en la minería del cobre y pidió que la industria sea disciplinada en los nuevos proyectos. Aún así, eso no ha impedido que Antofagasta busque agregar nueva producción, pues la compañía está considerando actualmente dos proyectos de expansión, Los Pelambres y Centinela.

El máximo ejecutivo dijo que en un futuro cercano la junta directiva tomará decisiones sobre las expansiones, que costarán US$1.100 millones y US$2.700 millones, respectivamente. Si la compañía decide no seguir adelante con las expansiones, podría entregar más dinero a los accionistas, agregó el máximo ejecutivo.

«Queremos mantenernos enfocados», señaló. «Consideraremos la distribución de efectivo si estos proyectos no cumplen con nuestros criterios», puntualizó.

BHP desea más cobre conforme crece la fiebre de autos eléctricos

La posición de Antofagasta Plc se contradice con la de su rival BHP Billiton, la minera más grande del mundo.

BHP, que tiene presencia grande en Chile y controla Minera Escondida, dice que quiere aún más depósitos de cobre conforme los autos eléctricos elevan una perspectiva cada vez más positiva del metal.

«Queremos más recursos de cobre en nuestra cartera», expresó Daniel Malchuk, director de la división Minerals Americas de BHP, en un discurso en el LME Week Forum de Bloomberg Intelligence en Londres. La compañía ya es el cuarto mayor productor de cobre.

Malchuk señaló que un automóvil eléctrico usará 80 kilogramos (176 libras) de cobre, el cuádruple utilizado en un vehículo a gasolina regular, y que algunos modelos podrían necesitar hasta 105 kilogramos. BHP pronostica que para 2035, habrá 140 millones de vehículos eléctricos en las carreteras, lo que equivaldría a alrededor de 12 millones de toneladas de demanda del sector durante el periodo, dijo.

«El valor del mercado de cobre podría aumentar en más de 50 por ciento para 2035, una oportunidad que vale la pena aprovechar», sostuvo Malchuk. «Ahora ves por qué el cobre está firmemente en nuestro radar», indicó.

Las compañías mineras y los bancos se han vuelto más optimistas sobre las perspectivas del metal. Impulsado por un fuerte crecimiento económico y un oferta mediocre, el cobre subió el mes pasado por encima de los US$7.000 la tonelada por primera vez desde 2014. Codelco, el mayor productor mundial de cobre, dijo esta semana que los precios podrían probar máximos récords por encima de los US$10.000 conforme el mercado pasa a déficits «sustanciales» a partir de 2018.

Aún así, otros han expresado más precaución. El presidente ejecutivo de Antofagasta Plc dijo que es demasiado pronto para saber qué impacto tendrá la aparición de vehículos eléctricos en la demanda de cobre y que muchos pronósticos pueden ser demasiado optimistas

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