Los oficiales de la Armada y del servicio de guardafronteras de este país caucásico se ejercitarán en el uso del armamento a bordo del destructor, que está equipado con misiles Tomahawk, según informó la prensa local.
El destructor norteamericano Mason arribará el próximo 1 de octubre al puerto georgiano de Batumi (mar Negro), donde recogerá a oficiales georgianos para la realización de maniobras.
Las maniobras tendrán lugar en aguas internacionales del mar Negro, donde la presencia de buques estadounidenses y de otros países de la OTAN es cada vez más frecuente.
A finales de agosto, la fragata estadounidense «Dallas», con ayuda humanitaria para Georgia, también atracó en Batumi, sede de la antigua base militar rusa.
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha advertido que Moscú responderá a la creciente presencia de buques militares de la OTAN en el mar Negro.
Putin criticó el hecho de que los buques de la Alianza Atlántica ofrezcan ayuda humanitaria a Georgia y no a la «víctima de la agresión, es decir, a Osetia del Sur».
De poco ha valido que la OTAN insista en que la presencia de sus fragatas en el Mar Negro es rutinaria y que ésta «no tiene relación con la crisis de Georgia».
Mandos militares rusos han acusado a EEUU de ayudar en las últimas semanas a Georgia a rearmarse al suministrarle armamento bajo la tapadera de ayuda humanitaria.
La región separatista georgiana de Abjasia, cuya independencia ha sido reconocida por Moscú, ha anunciado que cederá las instalaciones navales del puerto de Ochamchira para acoger una base militar rusa.
Además, Rusia intenta convencer a Ucrania para que permita a la Flota del mar Negro prolongar su estancia en el puerto ucraniano de Sebastópol (Crimea) después de que expire en 2017 el correspondiente convenio bilateral.
EFE
