Señor Director:
Las recientes elecciones primarias significaron un duro revés para el Frente Amplio, lo que fue reconocido, incluso, por sus propios integrantes. Existen varias explicaciones que permiten entender este traspié eleccionario. Una de ellas tiene relación con el crítico y pesimista diagnóstico que el Frente Amplio realiza sobre el pasado y el futuro de Chile.
Es preciso y hasta justo reconocer que el país avanzó muchísimo en los últimos 25 años gracias a políticas responsables y reformistas. Aún quedan muchos temas pendientes que deben ser abordados urgentemente, pero con realismo y sin populismo.
En esta línea, el Frente Amplio carece de propuestas concretas que sean eficaces para abordar los desafíos de nuestra sociedad. Las consignas de los movimientos sociales son señales, pero no se puede gobernar y solucionar los problemas que urgen a las personas más vulnerables en base a ellas. Es irresponsable.
Tampoco creo que contribuya intentar generar un antagonismo Estado-mercado. Más bien debemos promover la cooperación recíproca basada en una buena regulación.
Debemos seguir avanzando hacia una economía social de mercado como modelo de desarrollo económico, que permita fomentar mercados competitivos pero regulados, abiertos e integrados globalmente.
Para ello es fundamental que la ciudadanía vuelva a recuperar la confianza en las empresas y generar las condiciones para que Chile crezca sanamente. Y para eso es indispensable erradicar los abusos que sufren a diario muchos consumidores.
Es cierto que hay muchas cosas por hacer para tener un Chile más justo y equitativo, con un Estado más ágil, moderno y amigable. Pero no todo lo que se ha hecho está mal, como ha postulado el Frente Amplio.
Espero que sus dirigentes se hayan dado cuenta que la construcción artificial de antagonismos caricaturescos entre mercado y estado, trabajadores y empresarios, nuevas y viejas generaciones no interpreta mayormente a los chilenos.
Cristóbal Acevedo F
Candidato a Diputado DC
