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Alianza descongela relaciones con meta común: Ganar las municipales

Luego de siete meses de estancamiento, el conglomerado de derecha reinició las negociaciones para conformar la plantilla con miras a las municipales del 2004. En la oposición coinciden en que las gestiones del alcalde Lavín fueron decisivas para que la UDI y RN decidieran dar curso a las postergadas conversaciones.


El tan esperado reencuentro de la Alianza por Chile al fin se concretó. Aunque los presidentes de Renovación Nacional y la UDI continúan sin verse las caras, decidieron delegar en sus respectivos secretarios generales la responsabilidad de avanzar en la consecución de un acuerdo tendiente a concretar la plantilla electoral con miras a las elecciones municipales del próximo año.



Así, sorpresivamente, Patricio Melero (UDI) y Renato Sepúlveda (RN) se reunieron muy temprano, en la mañana de ayer, en la casa del primero para reiniciar las negociaciones municipales. El encuentro se realizó en privado y bajo el más completo hermetismo, aunque horas más tarde trascendió que éste se había coordinado el 1 de diciembre, cuando ambos dirigentes compartieron "socialmente" en una cena organizada por la fundación alemana Hans Seidell.



Los dirigentes de la Alianza por Chile coincidieron en que el reinicio de las negociaciones responde, por un lado, a las intervenciones que en este sentido ha venido haciendo el líder del pacto, Joaquín Lavín, las últimas semanas, pero también al llamado de "muchos ciudadanos" cercanos a la derecha que veían con preocupación que se pusiera en entredicho la gobernabilidad de la Alianza. Aunque a juicio del diputado Patricio Melero las relaciones entre Renovación Nacional y la UDI "nunca han sido interrumpidas".



El dirigente gremialista precisó, además, que la reunión con su par de RN se efectuó por "mandato" de los respectivos presidentes de ambas colectividades, con el fin de enfrentar el trabajo electoral y escoger a los candidatos a alcaldes y concejales que representarán al pacto a lo largo de todo el país. Asimismo, recalcó que "estamos a la altura de los desafíos electorales que tenemos para el futuro", apuntando más allá de las municipales, hacia lo que serán también las elecciones parlamentarias y presidenciales del 2005.



El escollo de los tránsfugas



Con esta reunión se cumple el primer paso de los tres que el presidente de Renovación Nacional, Sebastián Piñera, plantea como necesarios para que la Alianza funcione y pueda mostrar gobernabilidad: Que el pacto avance en un acuerdo electoral -unitario, eficaz y equitativo-, institucional y programático.



No obstante, el aspecto "equitativo" fue uno de los que, en mayo pasado, provocó el colapso de la mesa negociadora. Otro aspecto importante para que no se pudiera seguir avanzando dice relación con los famosos alcaldes "tránsfugas».



De este modo, si esta vez se logra un consenso respecto a la fórmula para resolver ambos puntos, significaría que los escollos más importantes para confeccionar la plantilla electoral se habrían superado, considerando que la negociación parte de la base de que la mayoría de los actuales alcaldes de ambos partidos irán a la reelección.



Por otra parte, que los titulares de los partidos no se vean las caras, en esta etapa de la negociación, no significa que estén marginados de las conversaciones. Por el contrario, se supone que Longueira y Piñera deberán monitorear el avance del trabajo de los comités electorales de ambas colectividades. De hecho, los acuerdos irán siendo visados por los timoneles del conglomerado opositor.



Si bien el reinicio de las negociaciones electorales constituye un avance importante para recomponer las relaciones internas de la Alianza, nada garantiza que esta vez salga humo blanco de las negociaciones.



Esto, porque hasta hace algún tiempo tanto Piñera como Longueira se mantenían firmes en sus respectivas posiciones en relación a los alcaldes tránsfugas. Mientras el primero no estaba dispuesto a aceptar que los mencionados ediles fueran a la reelección, el segundo sostenía la tesis de que estos jefes comunales -que dejaron RN para ingresar a la UDI- mantienen su derecho a postular a un nuevo período.



De allí la importancia de que en los dirigentes de ambos partidos exista una real disposición de acuerdo. De ser así, finalmente encontrarán la fórmula para superar las diferencias que antes colapsaron la negociación, ya que si algo queda claro es que para concretar la plantilla electoral los dos partidos deberán ceder.



El desayuno



El secretario general de RN, Renato Sepúlveda, explicó que en la reunión desayuno de ayer se fijó el calendario de trabajo de los comités electorales de ambos partidos, el que se iniciará el próximo viernes "de tal forma de garantizarle a todos los partidarios de la Alianza por Chile que en las elecciones municipales del próximo año, y en las parlamentarias del 2005, la Alianza va a presentar un pacto sólido establecido de forma tal de ser una alternativa frente a la Concertación".



Además dijo que el pacto cuenta con unos 160 candidatos que Lavín ya puede comenzar a proclamar, número que corresponde a la casi totalidad de las alcaldías que actualmente representan a la Alianza por Chile.



Sepúlveda -satisfecho por el resultado de este primer contacto con su par de la UDI- señaló que la Alianza trabajará privadamente en el tema electoral, para no entorpecer el avance de las negociaciones y se mostró confiado en que esta vez habrá acuerdo, aunque no quiso entrar en detalles respecto a la forma en que se resolverán los temas que truncaron la confección de la plantilla electoral en el mes de mayo, cuando se efectuó la última reunión para este efecto.



Al medio día, en el Congreso, Patricio Melero narró a los parlamentarios gremialistas los alcances del encuentro con su par de RN y les dio a conocer el "itinerario" que seguirá el comité electoral de la Alianza para concretar la postergada confección de la plantilla electoral municipal.



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